La escritura colectiva copa el género negro

En el descuento es la primera colaboración del tándem Ledesma y Mañas. Una crook story que nos relata la historia del cojo Chúster, un juguete roto del fútbol metido a delincuente, que acaba de salir de la cárcel en su primer permiso después de comerse un marrón de cinco años para no delatar a su jefe, el Cisco. José Ángel Mañas es un autor conocido por novelas como Historias del Kronen (1994) (Finalista del Premio Nadal y Goya a mejor guion adaptado), Ciudad rayada (1998) o la más reciente ¡Pelayo! (2021). Por su parte, Jordi Ledesma es autor de novelas como Narcolepsia (2012) o El diablo en cada esquina (2015), ambas publicadas por la editorial Alrevés, sello en que se publica En el descuento. 

La novela gira en torno a la figura de un perdedor, el Chúster, que tuvo once minutos de gloria en primera división allá por los años noventa. Después de unos años dentro de la cárcel, le cae un primer encargo en su primer permiso: un viaje entre Madrid y Barcelona, y como compañero de viaje tiene a un argentino que se resiste a dirigirle la palabra y a decirle su nombre. El Chúster lo llamará Futre, en recuerdo de aquella dupla mítica del Atlético de Madrid.  

La elaboración colectiva de novelas o novelas escritas a cuatro manos es un fenómeno cada vez más habitual en nuestro país. Además del popular caso de Carmen Mola (seudónimo de los escritores Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero), tenemos las novelas de Lorenzo Silva y Noemí Trujillo o el caso de la novela Marismas, escrita por Beatriz Roger y su hijo Luiso Soldevila. 

«El resultado de este proceso es como un dueto. Tienes que respetar al otro y tiene que haber cariño para que las cosas funcionen»

José Ángel Mañas

El consorcio Ledesma y Mañas nace en una noche madrileña tras un concierto de Chimo Bayo en la sala Sol. «Fue durante el aniversario de los 25 años de Historias del Kronen, durante la primera Semana Kronen, aunque yo conocía a Jordi desde hacía ya unos años», nos dice José Ángel Mañas. «El resultado que sale de este proceso creativo es algo que ni soy yo ni tampoco es Jordi Ledesma. Es una especie de tercer autor, y a mí eso me gusta. Es como un dueto. Tienes que respetar al otro y tiene que haber cariño para que las cosas funcionen». Mañas describe cómo fue el proceso creativo, y lo compara al funcionamiento de un grupo de rock: «Primero uno trae un riff, después otro trae un ritmo. Al final son capas y se van superponiendo», nos comenta. «Pero nosotros molamos más que Carmen Mola», dice entre risas.  

Tanto Mañas como Ledesma coinciden en que el verdadero germen de En el descuento es el personaje del Chúster. «Todo partió de ahí y la idea del personaje vino de Jordi. Hacía un tiempo que ese personaje se le había metido en la cabeza», afirma José Ángel Mañas. El paso siguiente era conseguir la atmósfera genuina de una auténtica novela negra, y para ello nada mejor que ese viaje entre Madrid y Barcelona. Mañas se encargaría de los ambientes madrileños y Jordi de los barceloneses. «Tengo la sensación de que todas las decisiones estéticas que hemos tomado han sido acertadas», nos dice José Ángel Mañas, «aunque somos conscientes de que la novela, en cuanto al género negro actual, va un poco a la contra. Cada vez estoy más convencido de que cada género tiene sus códigos y hay que saber dominarlos».

«Una novela negra es antisistema por definición»

Jordi Ledesma

La novela de Ledesma y Mañas actualiza buena parte de la simbología clásica a nuestros tiempos. «Hoy en día hay mucho policía metido a escritor, y entiéndeme, algunos lo hacen bien», nos dice Jordi Ledesma, «pero una novela negra no puede estar con el orden. Una novela negra es antisistema por definición. Por eso nuestros personajes son viciosos, con una mirada turbia y un desencanto por la vida, antihéroes del mundo de la calle… Verdaderos perdedores». Haciendo una clara separación entre lo negro y lo policial, Ledesma incluso se remonta hasta Cervantes para exponernos su visión de lo que es el género. «La primera novela negra española es Rinconete y Cortadillo, porque muestra la realidad de quienes forman parte del hampa, nos dice cómo hablan, cómo se organizan, acuérdate de Monipodio como jefe de la banda. Vendría a ser algo así como Cisco en nuestra novela. En el mundo de la delincuencia siempre hay jefes y subordinados». 

En la novela negra de los años treinta y cuarenta la banda sonora era el jazz. En el cine quinqui se hacían trompos en coches robados al ritmo de Los Chichos. En el descuento esa función musical la ocupa el trap. «Siempre he defendido que el trap», nos dice José Ángel Mañas, «es la música que mejor define este momento. Corresponde a un momento de crisis. Se ha caído la industria musical y unos chavales se han dado cuenta de que con una 808 y autotuneando puedes hacer música en tu casa. Es la voz de la calle, y esa voz cuenta historias muy cercanas. La gente estaba muy cansada de escuchar cosas que no tenían nada que ver con su realidad. Por eso el trap ha entrado en vena». 

«El trap es la música que mejor define este momento. Corresponde a un momento de crisis. Es la voz de la calle, y esa voz cuenta historias muy cercanas»

José Ángel Mañas

La voz narrativa tiene el tono del talego. Por eso la novela está contada desde dentro, como si fuera una historia que se cuenta en el patio de la cárcel. Así comienza el libro: 

«Era muy callado, bastante esquivo. Habrá quien diga que hasta huraño. Pero buena gente, de verdad. Aquí nunca fue de listo ni de nada. Siempre a lo suyo, y aunque nadie sabía muy bien por qué, los puretas lo respetaban. De modo que así empezó todo, al pasar esa puerta, el fin de semana en el que el Chúster obtuvo su primer permiso, al cabo de cuatro años de haberse comido el marrón por no delatar a Francisco. Cuando volvió era una puta leyenda». 

Pero es en los diálogos donde esa oralidad se dispara. Acentos y hablas de todas partes conforman un texto que es un crisol de sonoridades. «Jordi es el integrista de la atmósfera y yo soy el loco de la estructura narrativa. Nuestro punto en común son los diálogos. Ahí nos volvimos locos y disfrutamos mucho con el tema de la polifonía. Recurrimos a Carlos Salem, que nos ayudó con el argentino. Jordi se ocupó del catalán y yo del Chúster o de Cisco, que son personajes más castizos».

Aunque En el descuento no es una novela futbolera, el fútbol funciona como el verdadero telón de fondo de la historia. «Hay muchas buenas historias alrededor del boxeo. Muchas películas muy buenas de género negro en torno a los gimnasios o las peleas amañadas», nos dice José Ángel Mañas. «Sin embargo, apenas hay buenas historias en torno al fútbol. Parece que estuviera maldito». El fútbol es un símbolo de lo que es ganar y perder en la vida, y la novela está dedicada a los que pierden, como el Chúster y sus once minutos de gloria en primera división, en el Real Madrid de aquellos años noventa, cuando se perdieron dos ligas consecutivas en Tenerife en la última jornada. 

El éxito y su reverso, como el que tuvo José Ángel Mañas con Historias del Kronen y que le hizo marcharse a vivir a Francia cuando daba sus primeros pasos como escritor. «Del éxito sólo puedo decirte que cuando lo tuve me fui, y cuando volví ya se había ido. Ahora me he reinventado, con proyectos como mis novelas históricas o En el descuento, y estoy disfrutando mucho con el proceso».