Un mosaico sitúa el pueblo sevillano de Tocina en la Roma agrícola tardía
Los tres fragmentos de mosaico forman parte de una única pieza que decoraba el suelo de la estancia principal de una villa romana
Los tres fragmentos de mosaico forman parte de una única pieza que decoraba el suelo de la estancia principal de una villa romana
El hallazgo de varios fragmentos de un mosaico romano del siglo IV o finales del III junto a la iglesia de la localidad sevillana de Tocina sitúa los orígenes de este pueblo como parte de la red de villas romanas que, en torno al río Guadalquivir, exportaban aceite de oliva a Roma.
En plena campiña sevillana, esta localidad de unos nueve mil habitantes ha elevado su antigüedad gracias a este hallazgo, por lo que su alcalde, Francisco José Calvo, ha dicho que la intención del Ayuntamiento es conseguir los permisos necesarios para su extracción e integrarlo en un centro de interpretación de la comarca de la Campiña, con fines turísticos.
Los tres fragmentos de mosaico forman parte de una única pieza que decoraba el suelo de la estancia principal de una villa romana, las teselas son polícromas y el estilo tardío, a base de motivos geométricos y otros dibujos naturalistas como hojas de acanto, unas series que lo sitúan en el siglo IV, al igual que otros localizados en Siria, según ha explicado el arqueólogo Ernesto Rangel.
Rangel, que ha dirigido la excavación junto al también arqueólogo Juan Manuel Cano, ha señalado que los fragmentos hallados forman parte de las orlas perimetrales del mosaico que, seguramente, tendría un motivo decorativo central que no se ha conservado, puesto que el conjunto está interrumpido por los cimientos de la Iglesia de San Vicente Mártir, erigida en el siglo XVIII.
Ernesto Rangel ha explicado que toda la extensión de la campiña sevillana contaba con un conjunto de villas que conformaban una red dedicada a la producción de aceite de oliva para su exportación, de ahí el tardío esplendor que permitía decoraciones como este mosaico que, según los tres fragmentos conservados, tenía no menos de seis metros de lado, lo que también da una idea del aire señorial de la estancia que decoraba.
Fuente: Alfredo Valenzuela (EFE).