Las torres gemelas de Wilco cumplen 20 años, una obra maestra sobre la pérdida y el consuelo
La banda girará por España este verano mientras prepara el lanzamiento de una reedición de lujo para el aniversario de Yankee Hotel Foxtrot
En la portada, dos torres idénticas se elevan sobre un grisáceo y apocalíptico cielo monocromático. En el interior, canciones que resuenan con nostálgicos pianos y espeluznantes sintetizadores, mientras las letras hablan de guerras, cenizas de banderas americanas y rascacielos tambaleándose. Cuando salió a la venta, hace ya 20 años, fue muy sencillo para los críticos musicales encontrar una referencia críptica entre el álbum de Wilco, Yankee Hotel Foxtrot, y los atentados del 11-S.
Las grandes crisis siempre han buscado en el arte respuestas a los momentos cruciales de nuestra existencia. Por poner un ejemplo, sería prácticamente imposible explicar la aparición de las Vanguardias sin hablar de la Primera Guerra Mundial. Lo mismo ocurre en España con acontecimientos como el Desastre del 98, capaz de dar nombre a una de las mejores generaciones de novelistas de nuestra historia. Incluso el famoso Siglo de Oro de los Velázquez, Cervantes o Lope, estuvo estrechamente ligado a aquel oscuro período conocido como la Decadencia española.
La búsqueda de un sentido a la existencia del ser humano en sus horas más bajas es una reacción muy recurrente a lo largo de su historia. La inestabilidad, el desmoronamiento de lo conocido, la transformación, requieren de un impulso de creatividad para sobreponerse o, al menos, asimilar el nuevo escenario.
«I wonder why we listen to poets when nobody gives a fuck»
Ashes of American Flags
Precisamente de esto va Yankee Hotel Foxtrot, pero no porque se haya inspirado en un hecho en particular, como a priori pueda parecer, sino porque contiene parte de ese idioma universal que utiliza el arte para contextualizar la intangibilidad del cambio.
De hecho, los rascacielos que aparecen en la portada del disco están en Chicago (ciudad natal de la banda) y no en Nueva York. Además, todas las canciones fueron escritas y grabadas antes del famoso atentado, aunque su publicación, por razones comerciales, fuera posterior.
En una entrevista para la Rolling Stone, el cantante, guitarrista y compositor Jeff Tweedy explicó: «Había muchos ecos inquietantes del 11-S que escuché en Yankee Hotel Foxtrot, quizá porque parte del enfoque de ese disco era la introspección sobre Estados Unidos. Entendí que la gente pudiera oír eso en él. Obviamente, me siento muy honrado si alguien encontró algún tipo de consuelo en ese disco, en ese momento o ahora»
Yankee Hotel Foxtrot, un álbum conceptual sobre la pérdida
Yankee Hotel Foxtrot es, ante todo, un álbum conceptual cuyo leitmotiv oscila en torno a la amplitud de significados que se incluyen en la pérdida. La pérdida del amor, de la inocencia, del deseo, de la memoria, de las ideas, de la fe…, y el intento por recuperar todo aquello que importa, partiendo del vacío que deja la ausencia.
«You have to learn how to die if you want to want to be alive»
War on War
Se trata de un álbum capaz de acariciar y abrasar con la misma delicadeza de un roce. Las dulces y armoniosas melodías te introducen en un sueño con múltiples consecuencias, donde igual que aparecen turbulentas distorsiones e interferencias, también hay espacios silenciosos que llenan el espíritu de paz y reflexión. Un sonido limpio y cuidado que te acuna y zarandea por igual, donde el resultado final culmina en un desahogado y reconfortante estado de calma.
La voz de Tweedy, serena y quebradiza, resuena alcanzando un alto grado de intimidad reparadora en himnos como Jesus, etc, un bálsamo de tranquilidad que promete lo más importante en momentos de desesperación: compañía y comprensión.
«Our love is all of God’s money, everyone is a burning sun»
Jesus, etc
«Han hecho su álbum más ambicioso hasta la fecha y ambición no es sinónimo de venta de discos. Pero esto es una obra maestra, densa, es una declaración artística. Podría estallar». Con esta contundencia, defendía el álbum el crítico del Chicago Tribune, Greg Kot, al inicio del documental I Am Trying to Break Your Heart (Sam Jones, 2002), un valioso documento visual que sigue la producción de Yankee Hotel Foxtrot. En él, aparte del proceso creativo, sobrevuela constantemente el conflicto de intereses entre la industria y la libertad expresiva de los artistas.
El disco por el que Warner pagó dos veces
Y es que este disco también será recordado por protagonizar uno de los episodios más surrealistas en la historia de la industria musical. La realización de este proyecto, a pesar de ser un soplo de aire fresco para la banda, fue entendido como un temerario cambio de rumbo que generaría incertidumbre ante un mercado mermado por la crisis de la música grabada de principios de siglo.
Las empresas buscaban éxitos fugaces, que pudieran sonar en la radio y alcanzar rápidamente elevados puestos en las listas. El cambio de dirección en Reprise Records (filial de AOL Time Warner) vio arriesgado apostar por un trabajo denso, reflexivo y experimental que pudiera descolocar a un público acostumbrado a hits de fácil digestión.
Después de escuchar el álbum que ellos mismos habían sufragado, Reprise insistió en introducir unos arreglos que fueron rechazados automáticamente por la banda. Tras esta negativa, la discográfica se lavó las manos y cedió de forma gratuita los derechos del disco a los autores.
«I miss the innocence I’ve known, playing Kiss covers beautiful and stoned»
Heavy Metal Drummer
Este rechazo por parte de la compañía que, en un principio, había confiado en Wilco para que grabase el álbum de forma independiente, con estudio propio y todo; supuso un duro golpe para unos artistas que veían como su gran obra peligraba.
Pesaba la responsabilidad de haber sido ellos mismos y no poder demostrar que realmente había valido la pena. Sin embargo, más allá de desanimarse, siguieron confiando en lo que habían conseguido, un sonido puro, libre de exigencias e influencias externas, transgresor, pero manteniendo intacta su esencia.
El disco salió gratis en streaming una semana después del atentado a las torres gemelas, alcanzando un éxito inmediato y atrayendo el interés de multitud de discográficas. Nonesuch Records, que irónicamente también pertenecía a Warner, se hizo con el premio gordo y consiguió lanzar Yankee Hotel Foxtrot de forma oficial en abril de 2002.
La misma empresa matriz acabó pagando dos veces por el mismo álbum que, 20 años después, es reconocido como el mayor éxito de Wilco, tanto comercial como artístico y que ha sentado las bases del estilo posterior del grupo, alcanzando la catalogación como músicos de culto.
Remasterización en septiembre y gira por España en verano
Por ello, en su vigésimo aniversario, la banda ha anunciado una reedición de lujo que incluye 82 canciones inéditas (maquetas, pruebas, instrumentales, directos…), que verá la luz el 16 de septiembre de este año.
Mientras tanto, este verano tendremos la oportunidad de escucharlos en directo en varias ciudades españolas. San Sebastián, Zaragoza, Barcelona, Murcia y Madrid serán las últimas paradas de la gira europea de Wilco.
20 años después, Yankee Hotel Foxtrot ha pasado a la historia como el ambicioso proyecto musical de una banda de folk-rock que se atrevió a explorar una psicodelia terrenal, alejándose de la comodidad de lo conocido. Sin embargo, el mensaje de este trabajo encuentra en la sencillez de sus intenciones la mejor forma de trascendencia. No aspira a salvar a nadie, tampoco ofrece redención, no busca razones para la esperanza y, efectivamente, carece de referencias sobre la tragedia con la que todo el mundo se empeña en relacionarla. Aun así, su verdadero valor no dista tanto de lo que cualquier trauma necesita para comenzar su sanación: la comprensión emocional de un alma perdida