(FOTOGALERÍA) 100 años de uno de los hallazgos más importantes de la historia: la tumba de Tutankamón
El 4 de noviembre se celebran dos aniversarios históricos: 100 años desde que se encontró la tumba de Tutankamón y 15 desde que fue mostrada al mundo por primera vez
El 4 de noviembre se celebran dos aniversarios históricos: 100 años desde que se encontró la tumba de Tutankamón y 15 desde que fue mostrada al mundo por primera vez
Un 4 de noviembre de 1922 el arqueólogo y egiptólogo británico, Howard Carter, descubrió en el Valle de los Reyes (Egipto) la tumba de uno de los faraones más importantes de la historia: Tutankamón.
Esta ha sido la tumba faraónica que mejor se ha conservado en el Valle de los Reyes a lo largo del tiempo. Cuando el arqueólogo británico Howard Carter la encontró, estaba intacta.
Carter y su equipo hallaron una escalera que les conducía a una antecámara y, posteriormente, a una cámara real. Al acceder, Carter y su equipo localizaron grandes tesoros de oro y uno de los descubrimientos más importantes de la historia: el sarcófago de Tutankamón.
De todos los tesoros encontrados, el más importante y valioso fue la máscara funeraria de Tutankamón, que se encontraba oculta en la cámara interior dentro del sarcófago del faraón.
La máscara está confeccionada en oro macizo incrustado con lapislázuli, cornalina, cuarzo, turquesa y vidrios de colores. Actualmente se encuentra en el Museo Egipcio de El Cairo.
Desde su descubrimiento en 1922, el cuerpo del faraón Tutankamón había sido ocultado al público. No fue hasta 85 años después que decidieron enseñar al mundo la momia del faraón Tutankamón.
Esta fue sacada un 4 de noviembre de 2007 de su sarcófago para ser mostrada al público por primera vez en la historia.
El 4 de noviembre se celebran dos aniversarios históricos: 100 años desde que Howard Carter encontró la tumba del faraón Tutankamón, y 15 años desde que esta fue sacada de su sarcófago y mostrada al mundo por primera vez en la historia.
Tras ser investigado, el cuerpo de Tutankamón fue trasladado otra vez al Valle de los Reyes y, actualmente, se encuentra allí en una urna que protege a la momia del calor, polvo, humedad y otros factores naturales.
La maldición de Tutankamón
Este joven faraón de la dinastía XVIII ascendió al trono cuando tan solo tenía 9 años, y gobernó entre 1334 y 1325 a.C.
Su reinando fue corto, de aproximadamente 10 años, ya que falleció a los 19 por mala salud, a esto se suman investigaciones que aseguran que sus padres podrían haber sido hermanos porque para preservar el linaje era normal recurrir a matrimonios incestuosos. A estos problemas también se une que el joven sufría malaria y una enfermedad ósea.
Su tumba permaneció intacta hasta su descubrimiento. Durante tres mil años nadie entró en la cámara real donde se encontraba el faraón, hasta que Carter lo descubrió.
Desde ese momento, personas que habían visitado esta tumba o que habían estado en contacto con la momia empezaron a morir, un hecho que se conoce como la Maldición del faraón.
Esta maldición es una creencia que se basa en que sobre cualquier persona que «moleste» a la tumba de un faraón del Antiguo Egipto, caerá una maldición por la que morirá poco tiempo después.
Cuatro meses después de abrir la tumba de Tutankamón, la persona que se encargó de financiar la excavación de esta momia, lord Carnarvon, murió de una neumonía. Lo curioso es que se cuenta que, en el mismo momento en el que Carnarvon falleció, su perra aulló y murió también en esos momentos.
Audrey Herbert, el hermano de lord Carnarvon, estuvo presente en la apertura de la cámara real donde se encontraba Tutankamón y murió de manera inexplicable cuando volvió a Londres. Otro hombre que presenció el hallazgo y falleció fue Arthur Mace.
La persona encargada de radiografiar la momia de Tutankamón, Douglas Reid, enfermó y decidió volver a Suiza, donde falleció meses después.
En cuanto al descubridor de la tumba, Howard Carter, murió muchos años después, pero su secretaria falleció de un ataque al corazón y un profesor que estudió la tumba con Carter murió de un ataque cerebral al volver a El Cairo.
Aunque esta «maldición» haya sido estudiada e investigada, se ha llegado a la conclusión de que se trata de un fenómeno creado por la prensa sensacionalista, ya que se demostró que de las 58 personas que estuvieron en contacto con la momia, solo murieron 8 poco después del hallazgo.