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De Muhammad Alí a Irán: las reivindicaciones históricas del deporte

El boicot de los jugadores de Irán, que decidieron no cantar su himno para protestar por la represión que viven las mujeres de su país, se suma a otros gestos en la historia del deporte

De Muhammad Alí a Irán: las reivindicaciones históricas del deporte

El boicot de los jugadores de Irán, que decidieron no cantar su himno para protestar por la represión que viven las mujeres de su país, se suma a otros gestos en la historia del deporte

El boicot de los jugadores de Irán, que decidieron no cantar su himno para protestar por la represión que viven las mujeres de su país, no es el único gesto reivindicativo que se ha vivido en la historia del deporte.

Los once elegidos por Carlos Queiroz para enfrentarse a Inglaterra, protagonizaron una acción con aroma a protesta que no es la primera y probablemente no será la última. Esta es la lista de las más relevantes a lo largo de los años:

Cuando Muhammad Alí tiró una medalla al río

Una de las mayores leyendas de la historia del boxeo, Muhammad Alí, sufrió en sus propias carnes la lacra del racismo. Cuando aún se llamaba Cassius Clay, y después de ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Roma 1960, regresó orgulloso a Estados Unidos para toparse con la cruda realidad de su país. Chocó con ella frontalmente cuando en un restaurante de Louisville -sólo para blancos-, en su ciudad natal de Kentucky, se negaron a servirle un par de hamburguesas a él y a su amigo Ronnie King.

Alí recordó a los dueños quién era y qué había conseguido para su país. Sin embargo, eso no cambió la opinión de los propietarios y, decepcionado, después arrojó la medalla de oro al río Ohio. Cuatro años después, en 1964, se cambió de nombre tras considerar que Estados Unidos le había dado la espalda. Mucho más tarde, recuperaría la medalla. El Comité Olímpico Internacional quiso homenajearle. Fue el encargado de encender el pebetero olímpico en Atlanta 1996 y recibió una réplica de la medalla que un día lanzó al río Ohio cansado del racismo de su país.

El ‘black power’ de México 1968

Los atletas estadounidenses Tommie Smith y John Carlos protagonizaron la imagen más icónica de los Juegos Olímpicos de México 1968. Oro y bronce, en la final de los 200 metros, durante la ceremonia de entrega de medallas hicieron un gesto para la posteridad. Con un guante negro, levantaron el brazo puño en alto y agacharon la cabeza mientras sonaba su himno. Era el saludo ‘Black Power’, una señal de protesta de los derechos civiles negros de los Estados Unidos.

La acción de Smith y de Carlos generó mucha polémica y tuvo repercusiones para ambos protagonistas, que sufrieron amenazas en su país. Smith abandonó el atletismo para pasarse al fútbol americano y Carlos tuvo que lidiar con el suicidio de su mujer, que no pudo con las presiones. Y el tercer hombre de la foto, el australiano Peter Norman, medalla de plata que también apoyó el gesto luciendo una insignia del Proyecto Olímpico para los Derechos Humanos, sufrió las consecuencias: fue excluido de los siguientes Juegos Olímpicos pese a conseguir su clasificación. «No alzó el puño, pero sí la voz», diría Smith años después. Tanto él, como Carlos, portaron su féretro el día de su entierro, en 2006.

Fowler y los estibadores

El jugador del Liverpool Robbie Fowler, durante un partido de la Recopa de Europa disputado el 20 de marzo de 1997, decidió solidarizarse con los estibadores de la compañía de la Mersey Docks & Harbour Company del muelle de su ciudad. Éstos, mantenían una huelga de 18 meses tras el despido de 500 trabajadores.

Después de marcar un gol al conjunto noruego SK Brann, Fowler se levantó la camiseta y debajo apareció otra con un mensaje: «500 Liverpool dockers sacked since September 1995» (500 estibadores de Liverpool despedidos desde septiembre de 1995). Además, resaltó las letras CK de ‘dockers’ con una serigrafía mayor y la compañía Calvin Klein amenazó con emprender acciones legales. Al final, la sanción llegó desde la UEFA, que multó al delantero con 2.000 francos suizos porque en los estadios no se podían mostrar ideologías. A Fowler le dio igual. Se convirtió en un «Working Class Hero», como el tema que cantó John Lennon. Los dos, procedían del mismo sitio: de la clase trabajadora.

La protesta soviética y un gol imaginario

La repesca para el Mundial de Alemania 1974 emparejó a la Unión Soviética y a Chile. En el partido de ida, disputado en Moscú el 26 de septiembre de 1973, ambas selecciones empataron 0-0. Todo se iba a decidir en el choque de vuelta que se iba a disputar el 21 de noviembre en Santiago. Había una plaza pendiente para jugar la máxima competición planetaria, pero esta se la llevó Chile sin despeinarse.

Los abusos y crímenes cometidos por el gobierno militar liderado por Augusto Pinochet, que además utilizó el Estadio Nacional como centro de detención y tortura, provocaron que la Unión Soviética declinara disputar el choque de vuelta. La FIFA decidió que el encuentro se jugase de todas maneras. Entonces, se disputó un choque fantasma, ante un adversario imaginario que acabó con un tanto de Francisco Chamaco Valdés. Los jugadores de la Roja sacaron de centro, dieron unos cuantos pases y Valdés remató a la red un tanto sin rivales, que con la negativa a viajar de la Unión Soviética, protestaron con su ausencia por la dictadura de Pinochet.

La rodilla de Colin Kaepernick

La muerte del ciudadano afroamericano George Floyd a manos de la policía el 25 de mayo de 2020 indignó a buena parte de la opinión pública de Estados Unidos. La brutalidad policial ejercida por Derek Chauvin, quién asfixió a Floyd tras presionarle el cuello con su rodilla durante más de ocho minutos, desató una oleada de protestas e indignación a lo largo del país en contra del racismo, la xenofobia y los abusos hacia los ciudadanos afroamericanos.

El deporte no fue ajeno a estos hechos y bajo el contexto del movimiento internacional ‘Black Lives Matters’, se comenzó a utilizar el gesto que popularizó el jugador de fútbol americano de los San Francisco 49ers Colin Kaepernick en 2016, cuando hincó su rodilla durante el himno estadounidense para protestar contra la violencia policial hacia la población afroamericana. El gesto se popularizó por todo el mundo del deporte y es un símbolo contra el racismo que se ha dejado ver en todo tipo de estadios y eventos.

Fuente: EFE

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