'Jot Down Sport' o la sed por «las grandes historias del deporte»
Entrevistamos a Álvaro ‘Corazón Rural’, director de la web especializada en deportes que acaba de lanzar la conocida revista cultural
¡Un respeto al deporte! Actividad fundamental para la salud, pero también abrevadero cultural e económico, o incluso reserva épica de un tiempo más bien dado a la mediocridad, el deporte merece algo más que las arrobas de vulgaridad y lugares comunes con las que suelen magullarlo la mayoría de los medios de comunicación. ¿No habrá algún caballero de brillante armadura dispuesto a tratarlo de otra forma?
En 2011, con la crisis económica destrozando sin piedad los antiguos bastiones del periodismo, a unos inconscientes se les ocurrió crear una revista, online y en papel, con una idea insólita: Jot Down buscaba analizar con humor las cosas serias, abordar la cultura y el ocio desde otra perspectiva y departir con sus protagonistas de forma diferente. Contra toda lógica, la fórmula prosperó. En un círculo virtuoso, la calidad de los textos, rigurosos y bien escritos, pero con una frescura muy característica, atrajo firmas de prestigio que consolidaron la marca. Hasta el punto de expandirse con una versión juvenil, Jot Down Kids, y con Jot Down Cómics.. Ahora le ha llegado el turno al deporte: Jot Down Sport.
Hablamos de ello con su director Álvaro ‘Corazón Rural’, nombre de guerra del periodista Álvaro González Esteban. Curtido en «periodismo de todo tipo», en 2013 dejó la seguridad de un buen trabajo en Mediaset seducido por la propuesta de Jot Down: «Me tiré a la piscina». Desde entonces, años antes de la pandemia, se ha entregado por completo al teletrabajo: Jot Down no tiene redacción: «Somos como Al-Qaeda». Pero sin terrorismo, ojo, que la CIA puede estar leyendo…
Se dio también, a su pesar, a la todología: «He entrevistado a escritores, futbolistas, cantantes, políticos, historiadores… He hecho todo tipo de temas». Ponerse «al día en cada tema» le exigía «un esfuerzo importante», aunque reconoce que, lector voraz, también lo disfrutó. Sin embargo, se siente satisfecho de centrarse, por fin, en una materia: el deporte.
De aquella todología le llegó la primera pista de que un Jot Down exclusivamente deportivo tenía sentido. «Muchas de las entrevistas a deportistas adquirían un punto casi legendario por la exposición mediática enorme tienen. Si hablas con un historiador, lo conocen los de su ramo, pero si lo haces con un jugador de baloncesto de los años 80, estás tocando algo del imaginario colectivo de muchísima gente. Nos funcionaba muy bien».
Esas entrevistas forman ahora el núcleo de Jot Down Sport. Además, y muchas veces relacionados con ellas, otro de los pilares lo constituyen los reportajes de largo aliento: «El método Jot Down consiste en tratar cada tema en profundidad, algo que otros medios no hacen». Todo ello se enmarca en el concepto de «grandes historias del deporte». No en vano, esa frase-lema aparece junto la cabecera en su site en internet.
‘Corazón Rural’ pone el ejemplo de la que abre la web en el momento en el que hablamos: la del ciclista Eduardo Chozas. «En su época [fue profesional entre los años 1980 y 1993], sabías de él por el canutazo [entrevista improvisada] con un par de preguntas al final de una etapa, alguna declaración en la prensa acompañada del análisis de la carrera… Y poco más. Ahora te tomas un café con él y te cuenta con todo detalle cómo eran aquellas etapas desde que se levantaba a desayunar. Hay muchísimo material entre bastidores, y cuando los rescatas te das cuenta de su valor. Ahí tienes la historia completa, contado por sus propios protagonistas».
En ese sentido, coincidimos en lo significativo del fenómeno de los documentales de Netflix. «Hay algo ahí… Por ejemplo, recuerdo que Ramón Calderé nos contó que significó para él perder la final de la Copa de Europa de 1986 con el Barcelona, la del Steaua de Bucarest. Cómo vivió todos esos meses. Son experiencias únicas que, en su momento, nadie recogió».
Además, esas vivencias trascienden lo meramente deportivo y se convierten en ventanas privilegiadas al mundo. «Cuando entrevistamos a Chechu Biriukov, por ejemplo, salió muchísima información sobre la Unión Soviética. Y de la ex Yugoslavia con Žarko Paspalj. Y no he visto mejor explicación de la desintegración del régimen de Ceaușescu que la que nos dió Gavril Balin, aquel delantero del Burgos de principios de los 90: porque… ¡él estuvo allí!»
‘Jot Down Sport’ y la nostalgia como arma
Jot Down ya trataba el deporte dentro de su apartado de cultura popular –»aunque, en realidad, nunca se han hecho muchas distinciones: te puedes encontrar un artículo sobre Bach al lado de otro de cómics»—, pero decidieron separarlo porque vieron que «tiene un recorrido por sí mismo que puede tirar bastante». Aunque la cultura, de hecho, sigue presente. Además de no tener empacho en poner el epígrafe «Cultura» en algunos artículos, hay temas limítrofes. «Tenemos una especialista en la expansión de lo que era el Imperio Otomano que cuenta, por ejemplo, cómo se usa el tiro con arco para generar una identidad colectiva».
¿Tiro con arco? Suena algo friqui… «Aquí vale todo. Una característica que ha mantenido Jot Down es que la única línea consiste en publicar cosas interesantes. De lo que sea». Por supuesto, reconoce, «siempre habrá una mayor presencia del fútbol masculino, aunque justo ahora [echa un vistazo a la web] no es así… Al ciclismo le estamos dando mucha importancia, está funcionando muy bien. Y el atletismo ha tenido una respuesta impresionante».
Teniendo en cuenta ese sello de diferente de la marca Jot Down, el equilibrio se antoja clave. «Como en todos los medios, dependemos siempre del interés que generemos en el público. Te puedes atrever con deportes desconocidos, incluso desaparecidos o incluso protodeportes, pero siempre con otros temas que mantengan el interés más genera».
Aunque el arma de seducción masiva de Jot Downs Sport quizá sea la nostalgia. «La explotamos», reconoce ‘Corazón Rural’. «Pero solo funciona en determinados casos. En España, el deporte está muy ligado a la tecnología con la que se difundió: el gran boom del deporte llegó con televisión por satélite, antes marcaba a menos gente. Los tres partidos semanales de fútbol marcaron a fuego a una generación, la mía, la de los millennials. Todo lo que hagamos sobre los 90 y principios de siglo XXI funciona increíblemente bien. Ahora, si te vas a futbolistas de los años 70, ya tira menos, aunque tienen historias impresionantes». La sección estrella en este sentido es «Historia del fútbol español», una auténtica joya.
Además de la nostalgia, el pasado ocupa también su lugar como Historia, en mayúsculas. «Todo el convulso periodo del fascismo se puede contar a través del deporte. Y lo mismo mi especialidad, los regímenes comunistas. Toda la complejidad de esas sociedades, tan interesantes como desconocidas, y también muy estereotipadas, nos propician muchos temas». A veces, el deporte proporciona incluso sustento a «identidades que no son estados, pero tienen sus competiciones. Hace poco hicimos un gran reportaje sobre el fútbol en el Sáhara. Rotulan un campo en el desierto y montan sus partidos».
La actualidad, sin embargo, no se descarta. «Hay que tener una ventana abierta. Pequeña, porque no es nuestro negocio principal, pero tenemos que interpretar la actualidad y dar nuestro punto de vista«. Lo hacen en una serie de columnas muy interesantes. Fundamentalmente tres.
Por un lado, Gemma Herrero proporciona su «visión particular», con especial atención al fútbol. «Me gusta porque opina sin ningún tipo de filtros y va más allá de lo estrictamente deportivo, como en el seguimiento que hizo del Mundial de Catar». Por su parte, Andrea Menéndez se dedica al fútbol femenino. «Le damos la misma importancia que al masculino», dice ‘Corazón Rural’. Es más, «hay mucha más polémica, más líos, muchas más discusiones. El día que tenga el mismo público que el masculino, no sé cómo será, porque es impresionante».
El otro gran apartado de actualidad lo proporciona la sección «La prensa deportiva», de Miguel Gutiérrez, autor del blog La Libreta de Van Gaal. Su tarea consiste en «darle la vuelta al mecanismo y mirar hacia adentro con una columna semanal sobre todo lo que se ha opinado en todos los carriles de la prensa con una visión crítica». Aparte de estas columnas, se pueden incorporar otras opiniones «cuando hay un partido importante».
En Jot Down no se conforman con explotar el pasado y el presente. La sección «Innovación» es la «parte más distinta» de la web. Parte de la base de que «se está produciendo una revolución tecnológica en el deporte, como en en toda la sociedad. Igual que Google está poniéndolo todo patas arriba con su chat de inteligencia artificial, esta está afectando también a todos los deportes».
‘Corazón Rural’ se apasiona poniendo ejemplos, como «la monitorización de los jugadores, el análisis de sus movimientos con ordenadores, que ha cambiado el lugar desde el que se meten las canastas a la NBA». O el cambio de paradigma en el scouting, el seguimiento de jugadores para los fichajes, con el big data: «Hoy en día, todos los datos que generan todos los partidos de fútbol del mundo van a parar a unas bases de datos. Por eso el Mérida, pongamos, cuando quiere fichar un lateral derecho, accede a la de la Liga Marroquí y busca exactamente lo que se ajusta a sus necesidades«.
Para esta temática tienen pensado elaborar podcasts. Llegarán en breve, como los vídeos. De momento se cuelgan externos, pero quieren comenzar cuanto antes con la producción propia. Ambición no va a faltar.