La escritora catalana Júlia Bacardit prohíbe la traducción de su nuevo libro al castellano
«No quiero contribuir a la bilingüización de la literatura catalana, también por el momento en que estamos, en un retroceso clarísimo del catalán», justifica
Uno de los mantras sobre los que insiste el independentismo para justificar su política de inmersión lingüística es que el catalán es un idioma en declive. El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol incidió en este asunto recientemente y urgió a llevar a cabo una gran movilización a favor del catalán al considerar que el catalán está «en peligro». Ahora parece que esta consigna está empezando a calar también en el mundo cultural.
La periodista y escritora catalana Júlia Bacardit (Barcelona, 1991) ha publicado su primera obra literaria, Dietari sentimental (Editorial Medusa), y entre las condiciones pactadas con su editorial está la prohibición «por contrato» de que sea traducido al español, según ha confirmado Bacardit en una entrevista al periódico El Nacional. «No quiero contribuir a la bilingüización de la literatura catalana. Como el componente es sentimental, eso me hace tenerlo todavía más claro», ha justificado la escritora, a pesar de admitir de que con su libro El precio de ser madre, de tintes más periodísticos, vendió más ejemplares en castellano que en catalán.
«Puedes no vender mucho en castellano, pero en comparación con el catalán siempre parecerá que has vendido un poco más», argumenta la escritora durante la entrevista. Y precisa: «Pero con Dietari sentimental tuve muy claro que no quería traducción al castellano. También por el momento en que estamos, en un retroceso clarísimo del catalán».
Aboga por que la lean en catalán
«Esta decisión, esta negativa, es una cosita pequeña que los escritores podemos hacer por nuestra lengua», argumenta, al tiempo que añade: «La única aportación que puedo hacer, la única pequeña victoria, es que mis amigas castellanohablantes me lean en catalán, en vez de leerme traducida».
Rechaza que su decisión esté motivada por una cuestión de «superioridad moral». Además, Bacardit critica también los casos en que la traducción de la obra se publica al mismo tiempo que la original, lo que, a su juicio, «hace innecesario escribir en catalán». Lamenta que se trata de «una cantidad de trabajo absurda, sobre todo si hablamos de literatura».
Asimismo, desbroza cuáles cree que son los motivos por lo que «hay una cantidad enorme de gente catalanohablante que lee en castellano». Es, según la escritora, «porque creen que esta es la lengua culturalmente válida. O porque crecieron con el fucking franquismo».
Y desarrolla: «Es que, un momento: venimos de dónde venimos. Podemos hablar de globalización y de cosas que caen por su propio peso, pero cojones, que mi abuela no sabía escribir en su lengua, tío. Bueno, en fin. Es una cosa personal: quiero que la gente que habla en castellano y tiene curiosidad, me lea en catalán, ¿sabes qué quiero decir? Lo pueden hacer; si les interesa, que lo hagan. Y si no les interesa, no pasa nada», zanja.