Fernando Manso retrata la Habana Vieja
Un recorrido gráfico y poético por los rincones perdidos de la capital de Cuba
Fotografía de Fernando Manso.
Romántico empedernido, tanto en su vida como en su obra, Fernando Manso recorre todo el mundo con su cámara de gran formato, una 20 x 25, «intentando captar algo más que un momento o un instante. Siempre busco la belleza que hay detrás de una arquitectura, un paisaje, de una persona… Incluso en las situaciones más duras, quiero reflejar en una placa todo lo que me transmite la realidad». Unas placas «carísimas y cada vez más difíciles de encontrar», que son el ADN de este fotógrafo del alma al que su padre, arquitecto, transmitió esa mirada llena de sensibilidad que impregna todo su trabajo.
No es Manso un fotógrafo de instantáneas. En ocasiones, ha llegado a estar hasta una semana buscando el enfoque, el encuadre, la luz…, para hacer un único disparo. Por esta razón no le resulta fácil trabajar con personas, admite. «Cuando me meto debajo del trapo y empiezo a enfocar hay personas que no entienden la calma que busco».
El fotógrafo de los sentimientos
Justo lo contrario de lo que sucedió durante su viaje a Cuba, reflejado en las páginas de la edición de verano de Classpaper. «En La Habana tuve la suerte de que las personas con las que me fui encontrando tuvieran la paciencia de esperar a que yo encontrara el momento». No cree en los modismos, cree en lo que siente y dispara solo a lo que siente, y eso en Manso es innato. Empezó a fotografiar de forma autodidacta, porque «un libro te dice cómo iluminar, pero por qué elegir un perfil y no otro, eso es puro sentimiento, algo que no tienes tan claro hasta que llega el momento y estás frente a algo, o alguien».
Un año de exposiciones
Actualmente está inmerso en dos grandes proyectos expositivos. Uno de ellos ya es una realidad: La Alhambra Wall White, una exposición realizada íntegramente en La Alhambra que tras estar en Marrakech hasta el pasado mes de marzo se alojará en el granadino Palacio de Carlos V durante los meses de julio, agosto y septiembre, para luego viajar en el cuarto trimestre del año hasta Abu Dhabi, además de proyectar su recorrido también por países del mundo occidental. Paralelamente, y desde hace más de 10 años, Fernando Manso está fotografiando la muestra Susurros de Piedra. Una extensa serie de fotografías «unas cinco de media por cada provincia española, con la que pongo en valor la historia de España desde el siglo I al XIX, captando lo inédito y lo menos conocido del enorme patrimonio cultural y rural del país».
La vida secreta de la ciudad
Pero volvamos a La Habana vieja, La Habana viva, La Habana particular de Fernando Manso. Un recorrido gráfico y sentimental que comenzó casi por impulso, cuando el creador decidió hacer una visita relámpago a la isla pocas semanas después de la muerte de Fidel Castro. En este recorrido improvisado de sólo 19 días, sin contactos ni agenda de trabajo previos, fue encontrando lugares, personas, atmósferas fuera del circuito turístico «acoplando mis pasos a la cadencia secreta de sus calles».
El resultado superó sus propias expectativas, como demuestran las 12 espléndidas imágenes que conforman un reportaje de 20 páginas, con los comentarios del autor que acompañan cada una de ellas. Solamente se podrán leer en la edición impresa de Classpaper.
Classpaper, el bookazine de Lujo, Cultura y Estilo de Vida que está revolucionando el panorama editorial de nuestro país, está ya disponible en la plataforma web y en kioscos y librerías seleccionados.
