Despentes ataca con rabia de nuevo
En ‘Querido capullo’ se muestra crítica con el #MeToo, las adicciones y las redes sociales
Hay citas literarias ineludibles en esta reentré literaria de 2023. En la escena francesa antes me emocionaba por cada novela nueva de Michel Houellebecq, pero tras el escándalo de su vídeo pornográfico cada vez me parece más antiguo, desclasado respecto a un mundo en que triunfan distintas versiones del feminismo, como el fenómeno visto este verano con la selección femenina de fútbol. La cita francesa que parece más adecuada para los tiempos que corren es sin duda Virginie Despentes que con la novela Querido capullo (Random House, 2023) logró 70.000 ejemplares vendidos en Francia en apenas dos semanas y 300.000 en un tiempo récord.
Querido capullo causó sorpresa entre los lectores y la crítica no tanto por sus temas sino por el abordaje que Despentes hace de ellos cuando contra todo pronóstico decide dar voz y, en buena medida, empatizar con un hombre acusado de acoso, ese «querido capullo» que a lo largo de un intercambio epistolar comparte la palabra y el protagonismo con una actriz y bomba sexual apartada de los sets por los criterios de juventud y lozanía que rigen para las mujeres en la industria del cine.
Sorprenden las cartas empatizando con el acusado de acoso siendo Despentes la autora responsable del ensayo Teoría King Kong (Random House, 2018), un referente del posfeminismo que la situaba en el mismo frente combativo que Valerie Solanas y su Manifiesto SCUM. Teoría King Kong es el ensayo de una pensador punk feminista, prolegalización de la prostitución, obra de culto en universidades mientras que Querido capullo es la obra de una novelista que no para de desplegar aristas de los temas que decide tratar.
Virginie Despentes (Nancy, Francia, 1969) es novelista y directora de cine. A los 17 años dejó el instituto y se marchó a vivir a Lyon, donde encontró empleo en una tienda de discos, colaboró en revistas musicales, cantó en un grupo de rap y trabajó de prostituta. La popularidad le llegó con su primera novela, Fóllame (Random House, 2019), que fue llevada a la gran pantalla por ella misma como directora. Desde entonces ha publicado Perras sabias, Lo bueno de verdad, Teen Spirit, Bye-Bye Blondie, Apocalipsis bebé (Random House, 2022), galardonada con el Prix Renaudot 2010, y el ensayo Teoría King Kong, que la convirtió en un referente. Les Jolies Choses fue adaptada al cine como Pretty things dirigida por Gilles Paquet-Brennet en 2001 con Marion Cotillard en el papel principal. Su última obra publicada hasta la fecha es la trilogía Vernon Subutex (Random House, 2016-2018), un retrato demoledor de la sociedad contemporánea francesa que la ha reafirmado como una voz imprescindible de las letras francesas y ha sido adaptada como serie de televisión y novela gráfica. Esta trilogía trata la historia de un vendedor de discos que se convierte en mendigo y escala secretamente hasta la fama, todo con dosis de thriller como al que nos tiene acostumbrado la autora.
«Cada vez que me elegían a mí en lugar de a otra para un gran papel no era nunca por mi silueta, ni por mi dicción. Era porque tengo el valor de no parecerme a cualquiera. Me arriesgo a no gustar, es parte del trabajo. Si tienes miedo a ser quien eres no puedes dejar huella».
Claves de la novela
Querido capullo recupera el esquema de las novelas epistolares y con ello uno de sus presupuestos, la capacidad de entenderse desde polos opuestos. También está el juego de espejos cuando cada uno se representa por escrito. Hay un triángulo de voces que son las de Oscar, Zoe y Rebecca. Oscar Jayack es un escritor de 43 años que ha alcanzado cierta notoriedad con sus novelas negras, pero de un día para otro se convierte en un autor cancelado cuando Zoe hace público en su blog el acoso que sufrió una década atrás por parte de él durante la promoción de una novela. Despentes demuestra con él la particularidad clarividencia con la que siempre ha descrito a los hombres en sus obras.
Figura de culto del cine francés de los años ochenta y noventa y mujer sensual que sedujo a toda una generación de espectadores, Rebecca Latté sabe que con más de 50 años sus días de gloria han quedado atrás y no tiene demasiado sentido continuar esperando la llamada de directores y productores que, como mucho, le ofrecerán un papel secundario enfundada en trajes que camuflen su cuerpo maduro. Prueba que Despentes comprende también a la perfección la industria del cine para la que ha trabajado como directora. Lejos de los focos pero no de las polémicas acerca de la prescindencia de las mujeres en la industria del cine pasada su juventud, la actriz es un referente para una nueva ola de feministas, entre las que no falta Zoe, que están llevando su discurso y sus acciones un paso más allá que sus predecesoras.
«Las chicas eran el lado bueno de la vida. Francamente, no sabíamos que estaban cabreadas»
El lazo entre los tres implicados tal vez sean las adicciones, Oscar y Rebecca a distintos tipos de drogas, pero Zoe a las redes sociales. Zoe Katana tiene treinta años y ha sido parte del equipo de prensa de la editorial donde publica Oscar, trabajo que la lleva a acompañar al escritor durante una gira promocional durante la cual él comienza a acosarla mediante llamadas, mensajes e incómodas declaraciones de amor que se prolongan durante los tres meses que dura la promoción. En la editorial, cuando ella expone su incomodidad, nadie se pone de su parte y a Zoe no le queda otra escapatoria que alejarse del sector, pero decidida a no olvidar ni silenciar lo ocurrido, una década más tarde vuelca la historia en un blog que tiene miles de seguidores, en su mayoría, jóvenes feministas que quieren derrocar al patriarcado y vienen del Tik Tok. Zoe suma así su voz a la del #MeToo y se gana, entre otros, el apoyo de la hermana de Oscar y a través de ella, la simpatía de Rebecca, a la par que se convierte en víctima del acoso y los mensajes de odio que proliferan en internet, cosa que sirve a la autora para señalar las aristas de las redes sociales y los influencers.