Sostenibilidad e inteligencia artificial: claves del futuro de la moda en España
THE OBJECTIVE charla con los expertos Charo Izquierdo y Baruc Corazón sobre la dirección que ha tomado la industria
El sector de la moda en España ha experimentado una notable evolución a lo largo de los años, fusionando la rica herencia cultural del país con las tendencias internacionales. Sin embargo, a medida que evoluciona, enfrenta desafíos cruciales en términos de sostenibilidad. La creciente conciencia ambiental está impulsando la necesidad de prácticas más responsables, desde la producción hasta el consumo, desafiando a la industria a repensar su enfoque y adoptar medidas significativas para un futuro más sostenible.
Esta industria mueve más de 20.000 millones de euros en el territorio nacional, además de generar miles de puestos de trabajo, tanto en la cadena de producción como en su fase final. Ahora, y ante la necesidad de reinventar un nuevo concepto, THE OBJECTIVE charla con dos expertos de la materia como son Charo Izquierdo y Baruc Corazón. Ambos presentan sus nuevas creaciones literarias. Dos libros diferentes pero que desembocan en un mar común: la reinvención de la moda.
Charo Izquierdo, periodista y consejera editorial del diario digital El Español, fue directora de diferentes ferias de moda y, en concreto, de la MBFW Madrid. En Fashion Revolution: La gran evolución de la moda, Izquierdo explora la evolución que ha experimentado la moda en toda su cadena de valor, desde la alta costura y el prêt-á-porter hasta la fast fashion y la moda de autor, y cómo ha sido moldeada por los nuevos medios de comunicación, las redes sociales y los creadores de contenido. La periodista destaca la figura de España como generadora de tendencias. «Nuestro país ha sido y es un gran exponente de la industria y del diseño de moda», explica.
Charo Izquierdo insta a sacar pecho y presumir de que «nosotros también tenemos una multinacional del gran diseño de la costura» haciendo referencia al Grupo Puig, propietario de marcas como Carolina Herrera, Adolfo Domínguez, Paco Rabanne o Nina Ricci, entre otros. Además, resalta la figura de Eugenia de Montijo, a la que califica de ser «la primera influencer», y la del pintor valenciano, Joaquín Sorolla, que cobra vital importancia para Izquierdo siendo «un gran importador de las corrientes de moda». Sorolla vestía de diferentes maneras a su esposa Clotilde a la hora de retratarla con el pincel y «puso de moda sin saberlo el vestido Delfos, creado por otro español como fue Mariano Fortuny».
Baruc Corazón, prestigioso diseñador de moda y autor de NoDiseño: Propuesta para una nueva creatividad, destaca cómo el algodón pasó a situarse en «la cúspide de la pirámide» gracias al uso de los pantalones vaqueros. Para Corazón «estos movimientos y estos flujos de la moda vienen siempre acompañados de cambios sociales y de paradigma». A lo largo del siglo XX, la sociedad y el capitalismo se corporativiza haciendo que los creadores encuentren «un canal industrial, que es el prêt-à-porter» siendo más accesible y consiguiendo llegar a muchas más personas. Para Baruc, hoy en día la relación entre el creador y el cliente se ha perdido. «Hemos pasado de un consumismo aspiracional a un consumismo emocional», comenta el diseñador.
Ambos están realmente concienciados con aportar soluciones sostenibles para que exista un equilibrio entre el consumismo del fast fashion y el medio ambiente. Gracias a la tecnología y a la inteligencia artificial, comenta Charo Izquierdo, «existen sistemas de patronaje que reproducen el movimiento del cuerpo humano, por lo tanto se gasta menos tiempo y menos dinero en la elaboración de los prototipos», por ejemplo.
Corazón e Izquierdo concluyen dando varias claves para que España continúe evolucionando y siendo referente en el mundo de la moda. Para Izquierdo, «España tiene que crear marca de moda a nivel global y fomentar la artesanía», ya que utilizada de manera contemporánea «puede ser una de las grandes salidas de la moda española». Corazón aporta otro valor fundamental como es la consciencia. «Necesita una consciencia corporativa para saber realmente cuál es su papel en el mundo», apostilla el diseñador.
