Locura 'swiftie' en el Bernabéu: «Hemos venido sin entrada para escucharlo desde fuera»

El día más esperado para los fans de Taylor Swift ha llegado. La artista estadounidense se ha desplazado a la capital española para ofrecer dos conciertos, los únicos de su gira ‘The Eras Tour’ en España.

Desde hace semanas, el macro evento ha estado en boca de todos. Aunque hay quienes se quejan por el ruido o el tráfico cortado, otros llevan días acampando para poder cantar desde cerca las canciones de su ídolo. Algunos han recurrido incluso a utilizar pañales de adultos para no perderse ni un segundo del evento más esperado del año.

El primero de los conciertos ya ha comenzado. Miles de swifties están ahora mismo disfrutando de un show que, a pesar de no ser barato, saben de antemano que cumplirá con sus expectativas.

A pesar del amplísimo aforo del estadio Santiago Bernabéu, y de las más de 130.000 entradas disponibles (que solo los más rápidos fueron capaces de conseguir), hay quienes se han quedado sin poder vivir la experiencia swiftie al completo. Pero esto no es un impedimento para los verdaderos seguidores de la cantante. Cientos de personas han acudido al estadio madrileño para vivir (aunque de firma distinta) el evento.

THE OBJECTIVE se ha desplazado al lugar de los hechos para observar el ambiente y preguntar a los fans qué les ha llevado a querer presenciar el concierto desde fuera.

«Nos quedamos sin entrada pero no podíamos perdérnoslo. Hemos venido aquí para cantar las canciones desde fuera y comprarnos camisetas», decía un joven que esperaba sentado el inicio del show.

En la apertura de puertas de cualquier concierto es normal que, una vez dentro todos los fans, prime la calma y el silencio. Pero el fenómeno Taylor Swift es diferente. La cantante no solo ha conseguido vender cientos de miles de entradas a precio de oro, sino desplazar a otros cientos de seguidores a las afueras de las instalaciones para escucharla.

Unos 1.000 euros en entradas, ropa y viajes

Hay quienes, a pesar de tener entrada para el segundo concierto en Madrid, han ido un día antes para calentar motores y hacer un repaso de última hora a la setilist del evento. «Tenemos entrada para mañana, pero hemos venido a escucharlo y esta noche acamparemos para tener el mejor sitio», comentaba un joven que lucía la camiseta del merchandising de la gira y una bolsa a conjunto. El swiftie señalaba en la entrevista realizada por este periódico que se habría gastado unos 1.000 euros de media entre entradas, ropa y viajes.

Los padres son capaces de hacer cualquier cosa por la felicidad de sus hijos. Sin embargo, si dicha felicidad supone ir a un concierto de cientos de euros, hacer una cola kilométrica al sol y gastar cantidades ingentes de dinero, son pocos los valientes que dirían que «sí» a esta propuesta.

«Vengo a acompañar a mi hija porque así paso más tiempo con ella. Sé que le hace ilusión y a mí me hace feliz verla feliz, así que vengo encantada», aseguraba la madre de una seguidora, que confesaba haberse hecho fan de la artista por su hija. «Yo no tengo ni idea de Taylor Swift, no me sé ninguna canción y no sé nada de la gira. Vengo a acompañar a mi sobrina y estoy seguro de que vamos a pasarlo bien», confesaba otra acompañante.

Los vecinos y el ruido

Son muchos los vecinos que han manifestado su descontento con la elección del Bernabéu para desarrollar los dos conciertos de la cantante.

Algunos de ellos se paseaban por los alrededores para mirar el ambiente y desear que termine el evento. Así lo han explicado algunos entrevistados, que aseguraban estar viviendo una experiencia «horrorosa e insoportable» por el ruido emitido. «Estoy segura de que los decibelios sobrepasan el límite establecido para este tipo de eventos», comentaba una vecina.

El negocio no ha sido el esperado

Los alrededores del estadio del Real Madrid se han llenado de pequeños puestos de chucherías, palomitas y bebidas. Según declaraciones recogidas por THE OBJECTIVE, los dueños de los comercios han calificado de «fracaso» las ventas del día. A pesar de las altas expectativas por la cantidad de asistentes al evento, todos ellos coincidían en que «se le ha dado mucha más bola de lo que tiene». «Hacemos mucho más negocio en un partido del Real Madrid que en este concierto. De hecho estamos desmontando el toldo porque llevamos horas sin vender nada», denunciaba uno de los trabajadores

Lo que está claro es que la estrella del pop del momento mueve masas y son pocos los artistas que han conseguido movilizar a centenares de fans solo para escuchar de fondo sus temas. A pesar de la polémica, la artista ha hecho historia una vez más.