Carmen Peguero y la colección bibliográfica del Museo Lázaro Galdiano
El Museo Lázaro Galdiano presenta la exhibición ‘Treinta obras maestras’, que se podrá visitar hasta el 14 de septiembre.

Corán. Cachemira. Hacia 1770 - 1800. Manuscrito. Inv. 15653. | © Biblioteca Lázaro Galdiano
El Museo Lázaro Galdiano presenta la exhibición Treinta obras maestras. Entre la selección de ejemplares representativos de la colección bibliográfica y documental, reunida por José Lázaro Galdiano, se encuentran manuscritos, incunables, impresos de los siglos XVI al XVIII, dibujos o epístolas. La muestra se podrá visitar hasta el 14 de septiembre.
THE OBJECTIVE se reúne con Carmen Peguero, responsable de la Biblioteca del Museo Lázaro Galdiano, para hablar sobre la muestra Treinta obras maestras. «El repertorio es un testimonio de las cualidades de un bibliófilo, expone un tesoro de joyas bibliográficas que incluyen ejemplares únicos por su rareza y belleza»
P.- ¿Qué hace que esta exposición sea considerada «excepcional» dentro del panorama cultural actual?
R.- Es la primera vez que se exponen de forma conjunta estas treinta obras maestras: manuscritos, incunables, impresos de los siglos XVI al XVIII, epístolas o dibujos. Forman parte de la colección que reunió José Lázaro Galdiano, una de las grandes figuras de la bibliofilia española e internacional de finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX. Galdiano decía: «El libro no debe mirarse solamente como un instrumento de estudio, sino también como un objeto de arte, digno de ocupar puesto preferente en los museos».
P.- ¿Cuántos volúmenes componen actualmente la Biblioteca patrimonial de José Lázaro Galdiano y qué la hace tan especial?
R.- La biblioteca patrimonial, que es exquisita, está compuesta por alrededor de 20.000 volúmenes. Uno de los motivos que la hacen especial es que la biblioteca permaneciera unida tras el fallecimiento de José Lázaro, sobre todo considerando que él mismo fue testigo de la dispersión de otras importantes colecciones bibliográficas de su tiempo, como las de Antonio Cánovas del Castillo o Juan M. Sánchez. Es, además, un testimonio de las cualidades de un bibliófilo y está considerada como una de las más valiosas. Es un tesoro de joyas bibliográficas que incluye ejemplares únicos por su rareza y belleza, desde incunables, manuscritos, hasta libros de horas, libros ilustrados, ejemplares que cuentan, además, con una delicada conservación y cuidado. Sus encuadernaciones, encargadas por antiguos poseedores o por el propio Lázaro, proporciona aún más singularidad a los volúmenes.
P.- ¿Cómo se seleccionaron las obras que forman parte de esta muestra?
R.- Hay que retroceder años atrás, cuando la Fundación Lázaro Galdiano, a través de su página web, abrió virtualmente al mundo las puertas de las obras maestras tanto del Museo como de la Biblioteca. Las primeras forman parte de la colección permanente, sin embargo, las que nos ocupan, aunque sí han participado en diferentes muestras por separado, nunca se habían expuesto juntas y en su propia casa. La treintena elegida representa una parte de la colección bibliográfica reunida por José Lázaro, principalmente en el siglo XX en Madrid, París y Nueva York, formada por una pasión, la bibliofilia.
P.- ¿Cuáles son algunos de los manuscritos o incunables más destacados que podemos encontrar en la muestra?
R.- Entre los manuscritos desatacan por ejemplo De Virginitate B. Mariae de San Ildefonso o el Libro de horas de William Hastings. De los incunables, el Liber Chronicarum o el Hypnerotomachia Poliphili.
P.- Nos podría hablar sobre la importancia del Livre des propriétés des choses y su encuadernación heráldica…
R.- Se trata de una enciclopedia medieval. Uno de los ideales de la Edad Media era contener en una sola obra el conjunto de los saberes. Llegando a convertirse en un género literario de gran interés en el que trabajaron grandes autores de la época, siendo las más ambiciosas y por ello las más consultadas, las de Isidoro de Sevilla, Vicent de Beauvais y, por último, la del autor que nos ocupa Bartholomaeus Anglicus. El texto original se realizó en torno a 1230-1240, se compone de 19 libros en los que se dividen las diferentes materias. El manuscrito de la biblioteca Lázaro Galdiano es una copia lujosa de la traducción francesa de Jean Corbichon, encargada por el rey Carlos V de Francia culminada en 1372. La traducción francesa tuvo muy buena acogida y se hicieron copias más o menos lujosas según el comitente. El códice mostrado en la exposición es, artísticamente hablando, de un valor extraordinario. Fechado entre 1400-1420, presenta una encuadernación de terciopelo sobre tabla con esquinazos y escudos en cobre dorado con las armas de Claude d’Urfe, bibliófilo francés (1501-1558) casado con una descendiente de la realeza francesa, cuya biblioteca contaba con más de 4.600 volúmenes, entre ellos 200 manuscritos en pergamino. La biblioteca se dispersó y este manuscrito fue vendido en la librería del anticuario alemán Jacques Rosenthal a un bibliófilo de París en 1907, y en 1926 ya había ingresado en la colección Lázaro.
P.- ¿Qué valor tiene el Sacramental de Sánchez Bercial como incunable único?
R.- Se puede decir que es único porque no hay ningún dato del lugar geográfico donde estaba la imprenta, ni del impresor, ni del año en el que se imprimió. El texto que fue escrito por Sánchez Bercial entre 1421 y 1423, es una compilación de recomendaciones para la cura de almas por los sacerdotes. Fue una obra de gran éxito por el número de ediciones que se conocen y pese a ser uno de los libros prohibido por la Inquisición. Hasta ahora solo podemos decir que se imprimió en un taller desconocido, en tamaño folio, a dos columnas, no presenta foliación, ni signaturas y tiene huecos para las iniciales. Lázaro sabía de la rareza del ejemplar y su enigmático origen.
P.- José Lázaro sentía una especial admiración por el Siglo de Oro. ¿Qué obras o autores de esta época se destacan en la muestra?
R.- El Libro de Retratos de Francisco Pacheco, definido por José Lázaro como el más bello del Siglo de Oro; Las cartas manuscritas de Lope de Vega al duque de Sessa; la copia de El Buscón; y Pintura Sabia de Juan Andrés Ricci de Guevara.
P.- ¿Qué importancia tiene la copia B de El Buscón de Quevedo en la historia editorial de esta obra?
R.- La copia B de El Buscón es la denominación que se ha utilizado en todos los estudios y ediciones recientes para identificar a una de las copias, y se ha utilizado para innumerables ediciones críticas de la obra. Tiene el interés de ser una copia del original o, al menos, de proceder del entorno del autor.
P.- La colección no solo abarca obras europeas. ¿Qué nos puede contar sobre los manuscritos árabes y persas que José Lázaro Galdiano coleccionó?
R.- Se puede decir que en la Biblioteca de Lázaro se daba cabida a ejemplares de diferentes lugares, temas y manifestaciones artísticas. Los manuscritos orientales lo forman volúmenes en lengua árabe, persa, armenio, hebreo. Muy probablemente la mayor parte de ellos fuesen adquiridos fuera de España. De las obras mostradas, comentar dos de origen persa del siglo XVI, en concreto el Shah Namah (Libro de los Reyes) y el Bustan. Y del siglo XVII originaria de la India del periodo mogol es La procesión del emperador Akbar, en la que se representa como se desplazaba el cortejo imperial, ilustrando todos los detalles con gran belleza y exquisitez. La India y Persia fueron los lugares en los que se encontraban los talleres más prestigiosos.
P.- ¿Qué historia hay detrás del Corán adquirido en Nueva York que perteneció a William Randolph Hearst?
R.- Esta lujosa copia manuscrita del Corán está escrita en árabe con traducción interlineal en persa y un comentario del texto coránico al margen. Se trata de un ejemplar profusamente decorado, elaborado en Cachemira en el siglo XIX y con una encuadernación lacada con motivos de flores. Sabemos que procede de las colecciones americanas y que perteneció al gran magnate de la prensa: dentro de él se conserva una tarjeta que sirvió de felicitación navideña del director y productor de cine Alfred Santell a William Randolph Hearst.
P.- José Lázaro Galdiano también fue un gran admirador de Goya. ¿Qué piezas relacionadas con el pintor, forman parte de esta exposición?
R.- De las casi 900 estampas y dibujos de Goya que alberga la Fundación Lázaro Galdiano, hemos elegido uno muy especial: Modo de volar, dibujo preparatorio para la plancha nº 13 de Los Disparates. Además, la primera edición de Los caprichos de 1799; y Carta de Francisco de Goya a su amigo Martín Zapater.