Parcial, falsa y aburrida
«La prensa está perdiendo la batalla de la opinión pública, al menos entre los adolescentes»

Periódicos en una imagen de archivo.
La gran mayoría de los jóvenes se informan a través de las redes sociales. Los ciudadanos huyen de los medios porque solo dan malas noticias. La sociedad cada vez tiene menos confianza en los medios. Los propios periodistas son conscientes de que la población tiene una opinión negativa sobre su trabajo.
Estas sentencias corresponden a las conclusiones de encuestas e informes sobre la situación de la profesión periodística que han visto la luz recientemente. Entre ellos, destacan los del Reuters Institute —publicado a mediados de año— y la Asociación de la Prensa de Madrid, que se acaba de dar a conocer. Además, en esta ocasión, resulta especialmente interesante el de la ONG estadounidense News Literacy Project, ya que está dedicado específicamente a la percepción de los medios por parte de los adolescentes; es decir, a nuestros futuros lectores.
Por si la opinión generalizada sobre los medios no fuera ya bastante negativa, la de los adolescentes (de 13 a 18 años) en concreto resulta demoledora. Una aplastante mayoría (84%) los describió con palabras negativas, muchos los acusaron de engañar conscientemente y de provocar emociones negativas. Resultan muy significativos los cinco términos más usados para definir el periodismo actual: «falso», «loco», «aburrido», «parcial» y «triste». Todo parece indicar que los adolescentes no tienen clara la diferencia entre redes sociales y medios informativos.
Si el presente es complicado, el futuro próximo no parece más alentador. Cuando se les preguntó a los jóvenes cómo podrían mejorar esa imagen, más de un tercio respondieron que «simplemente» diciendo la verdad, verificando los hechos y no mintiendo. Resulta deprimente. ¿Cómo hemos podido llegar hasta aquí? ¿A esa desconexión entre medios y audiencia? ¿Será un problema generacional?
El problema es aún más grave de lo que podíamos imaginar, como descubrimos al profundizar un poco más en la encuesta. Casi la mitad de los adolescentes mostraron su convencimiento de que los periodistas son más perjudiciales que beneficiosos para la democracia. Y dos de cada tres aseguran estar «un poco» o «nada» preocupados por el mal momento que están atravesando los medios informativos. El problema ya no es la crisis de la prensa, sino el declive de la propia democracia.
No debería sorprendernos la opinión de los adolescentes. No es más que la de adultos de hoy, engordada con el paso del tiempo. Seríamos irresponsables si obviásemos que este 2025 ha sido un año maldito en la historia de los medios informativos. Por primera vez en la historia, las redes sociales han superado en Estados Unidos al último bastión de los medios, la televisión, como principal medio para informarse.
