David Hockney hace estallar la primavera en París
La Fundación Louis Vuitton ofrece la mayor restrospectiva del pintor británico y se podrá ver hasta el 31 de agosto

Un hombre fotografía 'Portrait of an Artist (Pool with Two Figures)' de David Hockney. | Reuters
En una piscina privada alguien acaba de saltar desde un trampolín dejando la estela de su zambullida. La silla situada en frente está vacía, el cielo azul resplandece y las hojas de las palmeras parecen no balancearse. No hay duda de que la imagen que nos hemos imaginado pertenece a una pintura de David Hockney. En su obra siempre brota la primavera y, con ella, las flores y los árboles adquieren colores que no habíamos advertido. Coincidiendo con el inicio de la primavera, la Fundación Louis Vuitton de París reúne 400 obras del pintor británico en David Hockney 2025, exposición que se podrá ver hasta el próximo 31 de agosto.
Hockney nunca se ha cansado de pintar porque tampoco lo ha hecho de observar el mundo a su alrededor. Desde sus inicios, su obra invita a ser contemplada con tiempo y transmite la calma que hemos perdido en un mundo saturado de imágenes y que vive deprisa. Con David Hockney 2025 no solo estamos ante la mayor retrospectiva del artista sino, más bien, ante un diario visual de los 70 años de trayectoria que atraviesan la vida de uno de los artistas vivos más cotizados y reconocidos. «Esta exposición significa muchísimo porque es la mayor que he tenido nunca. Están incluidas algunas de las pinturas más recientes y creo que será una exposición muy buena», ha comentado Hockney.
Aunque se centra en sus últimos 25 años de trabajo, la muestra también reúne algunas de sus primeras obras como aquellos delicados retratos familiares de sus inicios en Bradford. Para hilar un recorrido que nos permite conocer a un artista ha sido capaz de adaptarse a todos los cambios que ha experimentado el arte contemporáneo, Hockney ha participado de manera activa en todos los aspectos de la muestra y ha seleccionado pinturas, dibujos, instalaciones de vídeo y el arte digital que abrazó durante la pandemia que vivió en su casa de Normandía.

La muestra se despliega por 11 galerías diseñadas por el arquitecto Frank Gehry, en un recorrido en el que Hockney acompaña al visitante por un universo creativo de colores llamativos que esconden una gran profundidad. La exposición, que seguro se convertirá en una de las más visitadas de la temporada en París, comienza en las salas inferiores con una serie de piezas que van de los años 50 a los 70 y en las que podemos observar sus años iniciales en el mundo del arte en Bradford y también cómo su paso por ciudades como Londres o su traslado a California moldearon su trabajo de los siguientes años.
Es en esta época cuando aparece uno de los motivos más recurrentes de su obra: la piscina. Difícil olvidar obras que se han convertido en iconos como A Bigger Splash (1995) -la pintura que describimos al inicio-, o Portrait of an Artist (Pool with Two Figures) (1972) y que contribuyeron en gran medida a crear un estilo propio en el que la luz se convierte en un protagonista más. Además de estas imágenes evocadoras que invitan a imaginar que somos -o que queremos ser- protagonistas de las escenas, también hay algunos ejemplos de sus naturalezas coloristas, que en ocasiones nos pueden recordar a las escenas fauvistas, que el artista realiza antes de regresar a Europa, donde continúa su exploración familiar.

Paisajes de Normandía
Sin embargo, el núcleo central se sitúa en las salas superiores en las que vemos a un Hockney transformado. De regreso a Inglaterra, en Yorkshire, encuentra un paisaje que le permite experimentar con unas escenas más terrosas. En este punto, es un espino blanco el que marca el inicio de esta nueva etapa que tiene su gran eclosión en Bigger Trees near Water (2007), una pieza que nos sitúa frente a un artista que deja al ser humano a un lado para observar el transcurrir de las estaciones.
Pero Hockney nunca abandona la figura humana del todo y esta siempre es una parte principal de su obra. Ejemplo de ello son los múltiples retratos de amigos y familiares y de autorretratos que realiza durante estos años. Como un gran álbum de fotos familiar, en una misma sala se reúnen 60 de estos retratos junto a otras imágenes de flores que, a pesar de estar realizadas de manera digital, se enmarcan de forma tradicional. Por supuesto, la Fundación Louis Vuitton dedica toda una planta a los paisajes de Normandía, realizados por alguien que, con la paciencia de un monje, observa cómo la luz se transforma con el paso de las estaciones.
Gran observador y obsesionado con la historia del arte, Hockney es un artista que bebe de los grandes clásicos del Quattrocento, de Fra Angelico, de Claude Lorrain, de Cézanne, de Van Gogh e, incluso, de Picasso. De vuelta en Londres, donde reside desde 2023, el recorrido propuesto culmina con sus últimas creaciones que, inspiradas en otros artistas como Edvard Munch y William Blake, a los que dedica dos de sus piezas, introducen temas como la astronomía, la historia y la geografía así como la espiritualidad, que asoma en su último autorretrato.
La exposición, en definitiva, permite recorrer una trayectoria que celebra la pasión en las soleadas escenas californianas, el paisaje más lluvioso inglés, la ópera y el iPad. Con Hockney, sin lugar a dudas, hemos aprendido que los árboles no solo tienen tonos verdes y marrones, sino también morados y naranjas. Con Hockney siempre es primavera.