Santiago Yahuarcani y Nereyda López desafían las narrativas coloniales
THE OBJECTIVE conversa con Isabella Lenzi, co-curadora de la exposición ‘Somos raíces’ en el Círculo de Bellas Artes

Santiago Yahuarcani. Tigre Rig+. | © Juan Pablo Murrugarra
Santiago Yahuarcani y Nereyda López presentan en el Círculo de Bellas Artes la muestra Somos raíces. Su obra reivindica el arte como forma de resistencia y reimaginación del mundo. La exposición se podrá ver hasta el 14 de septiembre en la Sala Picasso. THE OBJECTIVE se reúne con Isabella Lenzi, co-curadora junto a Rember Yahuracani, de la exposición. «El proyecto defiende la armonía entre humanos, espíritus y la naturaleza. A través de sus pinturas y esculturas, los creadores reinterpretan el mundo espiritual de sus antepasados y relatan siglos de extractivismo y violencia hacia los pueblos indígenas en la Amazonía», nos cuenta.
PREGUNTA.- La muestra presenta casi 70 obras, desde trabajos de principios de los años 2000 hasta sus creaciones más recientes…
RESPUESTA.- Yahuarcani también ha hecho cuatro obras exprofesas para la muestra. Su obra Cosmovisión Huitoto, fue adquirida el año pasado por el MOMA y en 2022 el Museo Reina Sofía obtuvo El hombre corazón de piedra, el boom del caucho en la amazonia en el siglo XX, la cual hemos traído a la exposición. La idea era explorar el universo de Yahuarcani, junto a la obra de su pareja Nereyda López, porque el arte de ambos es indisociable. La curaduría también se ha hecho con su hijo Rember, que además es pintor y es quien más conoce el proceso de producción de ambos.
P.- ¿Cómo se inició el proceso de curaduría?
R.- Desde Pebas, un pueblo a orillas del río Ampiyacú en la Amazonía del Perú, donde viven. Santiago pertenece al clan de la Garza Blanca de la nación huitoto y Nereyda es de ascendencia tikuna y cocama. Era muy importante ir al lugar porque su producción artística es indisociable de su pueblo. El trabajo que realizan es también parte de la vida de la comunidad y pese a que firman sus obras individualmente, la realización es bastante colectiva. Se podría decir que toda la familia está inmersa en el proceso. Nos pareció interesante exponer la obra de ambos en diálogo, porque es así como la crean, en una retroalimentación constante. Nereyda hace esculturas y máscaras, da tridimensionalidad a muchos de los mitos y personajes que encontramos en la obra de Santiago.
«Muchas de las obras narran la fiebre del caucho y sus atrocidades»
P.- ¿Cuáles son las principales narrativas que encontraremos?
R.- Muchas de las obras narran la fiebre del caucho y sus atrocidades: violaciones, asesinatos y la esclavitud que se perpetró durante este periodo a fines del siglo XIX y principios del XX. La obra de Yahuarcani, sobre todo en su primera etapa, relata estas historias, que a su vez se entrelazan con la mitología. Hemos traído una pintura que narra el mito de Soga+ma y Llaroka Amena, quienes se levantan en armas contra los capataces. Los curacas para luchar, se convirtieron en tigres y se enfrentaron a los varones del caucho, quienes los cercaron para quemarlos en una hoguera. Se dice que desde las llamas se podía ver los espíritus de los valientes curacas convertidos en fieras.
P.- La muestra también recoge la importancia de los antepasados de Yahuarcani…
R.- La historia de Santiago es muy importante, casi fundacional. Su abuelo fue la única persona del clan que escapó del territorio en el que fueron sometidos por la fiebre del caucho y sobrevivió. A partir de ese acontecimiento, se volvió a formar la Garza Blanca. Sus pinturas reflejan mucho esta etapa y el título Somos raíces también tiene que ver con la necesidad de reivindicar la figura de este antepasado que dio lugar al mito. Además, está en sintonía con la relación que ellos establecen con el medio ambiente, con la naturaleza y los seres que la habitan. En su comunidad, las personas y todas las especies tienen la misma importancia, porque son parte del mismo universo. En Occidente llevamos siglos ubicando al ser humano en el centro de todo, sin pensar en lo que nos rodea. La muestra reivindica la idea de que todos de alguna manera, somos raíces.
P.- ¿Qué aspectos de la contemporaneidad de la comunidad huitoto, se visibiliza desde la obra de Yahiarcani y de López?
R.- La mitología entre los huitotos estructura la vida de una forma absoluta, está presente en la manera en que se relacionan con otros seres, durante el trabajo, en la agricultura, en la manera en que afrontan las enfermedades, en toda su cotidianidad. El conocimiento también se trasmite a través del mito, es como si fuese una forma de estar en el mundo. Dentro del aspecto ritual, también podremos ver la importancia de las visiones y las ceremonias de tabaco o ampiri. Estas creaciones desafían las narrativas coloniales, buscando abrir un espacio para el reconocimiento y la visibilidad de la cultura y de las voces indígenas.

P.- Llama mucho la atención el soporte que utiliza Yahuarcani en su obra…
R.- Pinta sobre yanchama, que es una corteza de la región amazónica. El proceso para obtenerla se tiene que hacer en equipo, la corta el hermano de Nereyda y luego se tiene que preparar para que la superficie quede liza y pueda ser utilizada como lienzo. Los tintes que utiliza también son extraídos de pigmentos naturales. Sus formatos han ido cambiando con el tiempo, en un principio eran uniformes, luego ha ido dejando que los márgenes se extiendan a partir de su forma natural. La geometría y la octogonalidad, son algo del mundo occidental y creo que también se quiere reconocer ese valor tan orgánico.
«El sonido en la obra de ambos artistas es fundamental»
P.- La sala titulada Voces del monte le concede un lugar especial al sonido de la selva…
R.- Porque la importancia del sonido en la obra de ambos artistas es fundamental. En la el caso de la de Santiago, hay muchas onomatopeyas, aparte que es un gran conocedor de los sonidos de los animales y de las plantas. También hace escritos sonoros, por eso era importante darle un espacio a ese mundo auditivo. También hay una sala dedicada al trabajo de máscaras que hace Nereyda y de sus personajes mitológicos.
P.- ¿Qué obras son las más contemporáneas?
R.- Hay obras muy actuales como la Alegría de Shimimbro, que narra la ilusión de este ser antropomorfo, que aparece en distintas etapas de la vida de Santiago. La última fue cuando regresó junto a Nereyda del viaje que hicieron el año pasado a la Bienal de Venecia. A pesar de estar pasando tiempo en otros países, sienten que Pebas, donde está su casa-taller es su lugar, donde ocurre todo. Por ello también hemos hecho un vídeo que muestra cómo trabajan y cómo transcurre su vida cotidiana. La pintura La fibra óptica en la profundidad del río Amazonas es una de las que ha hecho exprofeso para la exposición. Muestra con mucho humor el encuentro del mundo acuático amazónico y sus habitantes, como los caimanes, los delfines o sirenas, con la fibra y esta nueva conectividad. La ironía, es una constante en su obra, por más dura que sea muchas veces la realidad que también relatan.
P.- El Círculo de Bellas Artes tiene un compromiso activo frente a la crisis del cambio climático…
R.- Queremos que sea parte de nuestro compromiso y Somos raíces también se enmarca en la temporada del «refugio climático» del Círculo. Se trata de un espacio accesible que nos protegerá durante el verano de las altas temperaturas. Está destinado especialmente a las personas más vulnerables al calor, pero está abierto a toda la ciudadanía. Está ubicado en el Salón de Baile, el espacio más grande del Círculo y su objetivo es ser una plaza, pero cubierta y fresca, con vegetación y lugares para descansar, reunirse, trabajar, relajarse, leer o jugar al ajedrez. Queremos que la cultura y los espacios culturales tengan una voz activa en la lucha por proteger el planeta.