The Objective
Arte

De la máscara de Maruja Mallo al planeta negro: un viaje por el pulso artístico de 2025

A las puertas de 2026, hacemos un recorrido por las diez mejores exposiciones de 2025

De la máscara de Maruja Mallo al planeta negro: un viaje por el pulso artístico de 2025

'La verbena' (1927), óleo sobre lienzo de Maruja Mallo. | Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía

El año que cerramos ha sido, por encima de todo, el de las relecturas necesarias. Las salas de nuestros museos no solo se han llenado de público, sino de preguntas. El Museo del Prado ha acogido a dos grandes artistas de la historia del arte como Paolo Veronese y Anton Raphael Mengs, mientras que el Museo Guggenheim de Bilbao ha expuesto, con gran acierto, el activismo gráfico de Barbara Kruger. En estas últimas semanas, además, hemos despedido a figuras clave como el arquitecto Frank Gehry o el fotógrafo Martin Parr. A las puertas de 2026, cuando ya comenzamos a preguntarnos por las exposiciones que marcarán el próximo año, hacemos un recorrido por las diez mejores exposiciones de 2025.

Maruja Mallo. Máscara y compás. Centro Botín (Santander) y Museo Reina Sofía (Madrid)

La de Maruja Mallo es, sin duda, una de las grandes exposiciones del año en nuestro país. Máscara y compás, inaugurada en el Centro Botín de Santander y ahora en el Museo Reina Sofía, propone un recorrido ambicioso y exhaustivo por la trayectoria de una artista fundamental, situándola, por fin, en el lugar que le corresponde dentro del arte moderno español. Con cerca de un centenar de piezas, la muestra atraviesa todas las etapas de su producción: desde sus inicios de formación y su vinculación con las vanguardias hasta su regreso del exilio en los años sesenta.

En su obra, Mallo diluyó las fronteras entre lo popular y lo vanguardista y abordó cuestiones como la construcción  de la mujer moderna, las aspiraciones humanas o la naturaleza entendida como un sistema vivo e interrelacionado. Máscara y compás no solo permite redescubrir la riqueza y complejidad de su lenguaje plástico, sino que confirma la vigencia de una artista que fue mucho más que una figura excéntrica de su tiempo. La exposición podrá verse en Madrid hasta el próximo 16 de marzo y su visita es, sin discusión, una de las imprescindibles de la temporada.

Annie Leibovitz. Wonderland. Fundación MOP

La Fundación MOP de La Coruña dedica a Annie Leibovitz una exposición que recorre parte de su trayectoria y se centra, por primera vez de manera específica, en su fotografía de moda. Leibovitz, que inició su carrera profesional con un proyecto que la llevó de gira junto a los Rolling Stones, es una de las figuras más influyentes de la fotografía contemporánea y una de las artistas que han contribuido de forma decisiva a construir nuestra memoria cultural colectiva. 

Una parte de su legado se reúne ahora en las salas de la Fundación, donde conviven retratos ya icónicos de la música —Bob Dylan, Grace Slick, John Lennon o Keith Richards— con imágenes de figuras del cine como Angelina Jolie o Penélope Cruz, además de personalidades del mundo del arte, el deporte y la política. Sin embargo, es su trabajo en el ámbito de la moda el eje central de Wonderland, una exposición que revisa cómo Leibovitz ha trasladado su lenguaje narrativo y teatral al universo editorial y que podrá visitarse hasta el próximo 1 de mayo de 2026.

Tarsila do Amaral. Pintando el Brasil moderno. Museo Guggenheim

Es posible que el nombre de Tarsila do Amaral resulte todavía desconocido para parte del público europeo, pero su figura fue decisiva en la configuración del modernismo brasileño y en la construcción de una identidad artística propia en América Latina. Formada entre Sao Paulo y París, la pintora supo asimilar las lecciones del cubismo y el primitivismo europeo para reformularlas desde  un imaginario local, en el que conviven lo indígena, lo popular y lo urbano.

A través de imágenes de colores intensos y composiciones sintéticas, Tarsila do Amaral abordó cuestiones centrales de su tiempo, como las transformaciones sociales, industriales y urbanas que atravesaba Brasil a lo largo del siglo XX. Su obra no solo dio forma visual a una nueva modernidad brasileña, sino que también la situó en el centro de los debates internacionales sobre vanguardia e identidad. 

Joana Vasconcelos. Flamboyant. Palacio de Liria

Joana Vasconcelos intervino por primera vez un palacio aún habitado con Flamboyant, una de las exposiciones más singulares del año. Reconocida internacionalmente por sus esculturas e instalaciones monumentales, la artista portuguesa desplegó más de cuarenta obras en distintas estancias interiores y en los jardines del Palacio de Liria, muchos de ellos abiertos al público por primera vez. La muestra establecía así un diálogo inédito entre su imaginario exuberante y el espacio histórico que la acogía. 

Las piezas de Vasconcelos convivían con las pinturas de maestros como Velázquez, Goya o Tiziano que forman parte de la colección del Palacio, proponiendo un cruce de miradas entre el arte contemporáneo y el legado aristocrático. Flamboyant recorría espacios como la capilla, el salón de música o los jardines en un ejercicio de conversación entre pasado y presente, y también entre la personalidad de la artista y la figura del duque de Alba. 

Warhol, Pollock y otros espacios americanos. Museo Thyssen-Bornemisza

El Museo Thyssen-Bornemisza nos tiene acostumbrados a exposiciones de calidad y, este año no es una excepción. Warhol, Pollock y otros espacios americanos propone una lectura sugerente del arte estadounidense del siglo XX a partir de la noción del espacio. La muestra reúne a artistas clave de distintas generaciones para mostrar cómo la pintura y la imagen redefinieron su relación con el territorio, el gesto, el cuerpo y el imaginario colectivo en un contexto marcado por la expansión cultural y política de Estados Unidos.

Desde la radicalidad gestual de Jackson Pollock hasta la frialdad icónica de Andy Warhol, la exposición recorre el expresionismo abstracto, el pop art y otras corrientes artísticas fundamentales, revelando distintas maneras de habitar el lienzo. La exposición, que se puede ver hasta el 25 de enero de 2026, invita a repensar el relato del arte americano más allá de las mitologías habituales.

Leica. Un siglo de fotografía 1925-2025. Fernán Gómez Centro Cultural de la Villa

La fotografía es uno de esos lenguajes universales que hoy forman parte de la vida cotidiana, pero que en sus inicios no estuvo exenta de recelos y debates. Leica. Un siglo de fotografía 1925-2025, que puede verse hasta el próximo 11 de enero en el Fernán Gómez Centro Cultural de la Villa, celebra el centenario de la histórica firma alemana a través de un recorrido por algunos de los grandes hitos de la fotografía moderna: desde el nacimiento del fotoperiodismo hasta la definitiva democratización de la imagen.

A lo largo del itinerario se suceden imágenes de fotógrafos internacionales como Steve McCurry, Elliott Erwitt, Ramón Masats, Andrea Hoyer, Jane Evelyn Atwood, Bruce Davidson o Joel Meyerowitz, junto a una selección de fotógrafos españoles como Manolo Laguillo, Cristóbal Hara o Alberto García-Alix. Con más de 170 imágenes y una selección de cámaras históricas, la exposición propone una lectura transversal del siglo XX a través de temas como la mujer, la crisis, la naturaleza o la experiencia humana.  

1924. Otros surrealismos. Fundación Mapfre

Cuando pensamos en el surrealismo, los nombres de Dalí, Magritte, Tanguy o Max Ernst aparecen casi de forma automática. Sin embargo, el movimiento fue mucho más amplio y diverso de lo que el relato canónico ha permitido ver. Tras la acertada recuperación de la obra de Leonora Carrington, la Fundación Mapfre en Madrid profundizó en esta revisión con 1924. Otros surrealismos, una exposición centrada en la recepción del movimiento en España y, de manera muy significativa, en el papel que desempeñaron las mujeres dentro del grupo.

La muestra reunía la obra de artistas menos transitados por la historiografía oficial y que, en muchos casos, se alejaron de los postulados definidos por André Breton en su Manifiesto Surrealista, publicado en 1924. Figuras como Maruja Mallo, Remedios Varo, Grete Stern, José Alemany, Horacio Coppola o Antonio Berni, articulaban un recorrido que abordaba  cuestiones como el sueño, el deseo, el cosmos, la alquimia, la relación con la naturaleza o la nueva experiencia urbana. El resultado era una exposición necesaria que ampliaba el mapa del surrealismo y cuestionaba sus jerarquías tradicionales.  

La mitad del mundo. La mujer en el México indígena. Varias sedes

El ambicioso proyecto dedicado a la mujer mexicana, articulado de forma conjunta por cuatro instituciones madrileñas —el Museo Arqueológico Nacional (MAN), el Museo Thyssen-Bornemisza, el Instituto Cervantes y la Fundación Casa de México— despliega un mapa necesario para comprender la identidad, el papel social y la resistencia de las culturas originarias. A través de una mirada amplia y transversal, que abarca desde la época prehispánica hasta la contemporaneidad, el proyecto subraya la diversidad de enfoques desde los que se ha construido la experiencia femenina. 

A partir de 400 piezas arqueológicas, objetos etnográficos, obras artísticas y materiales documentales, la propuesta aborda cuestiones los rituales, la vida cotidiana, la transmisión del conocimiento y las transformaciones históricas de la imagen de la mujer. Cada sede aporta una lectura específica, situando a la mujer indígena en el centro del relato histórico y cultural de México.

Robert Rauschenberg: el uso de las imágenes. Fundación Juan March

La Fundación Juan March reinterpreta la obra de Robert Rauschenberg a partir de su relación con la fotografía. La exposición, realizada con el apoyo de Robert Rauschenberg Foundation y coincidiendo con el centenario de su nacimiento, ofrece una nueva lectura del trabajo de uno de los artistas clave del arte estadounidense del siglo XX, poniendo el acento en el uso de la imagen como motor creativo.

Rauschenberg comenzó a utilizar la cámara durante su etapa en el Black Mountain College y, a lo largo de los años cincuenta, incorporó recortes de prensa al lienzo por medio del collage. A partir de 1962, la serigrafía le permitió transferir imágenes directamente a la superficie pictórica, diluyendo las fronteras entre medios. Aunque durante estos años trabajó con imágenes publicadas en los medios de comunicación,  desde los años ochenta comenzó a trabajar con sus propias fotografías, en coherencia con su idea de random order y su rechazo a cualquier jerarquía entre disciplinas. Robert Rauschenberg: el uso de las imágenes no plantea un recorrido cronológico, sino que invita a entender la creación como un territorio híbrido en el que conviven pintura, objeto, fotografía y gesto cotidiano. 

Proyectar un planeta negro. El arte y la cultura de Panáfrica. MACBA

Proyectar un planeta negro es otro de los proyectos más ambiciosos del año en el ámbito artístico. Comisariada por la directora del Macba, Elvira Dyangani Ose, junto con Antawan Byrd, Adom Getachew y Matthew S. Witkovsky, la exposición analiza las manifestaciones culturales del panafricanismo desde los años veinte del siglo pasado hasta la actualidad. 

A partir del trabajo de artistas, cineastas, músicos y pensadores de distintas generaciones y contextos geográficos, la muestra aborda cuestiones como la negritud, al representatividad, las creencias religiosas y animistas,las formas de protesta pública y los movimientos antirracistas y los derechos civiles. Más que ofrecer una narrativa cerrada, la exposición propone un espacio de reflexión en el que el arte funciona como herramienta para imaginar otros futuros posibles.

Publicidad