Los mejores libros de 2025 según Daniel Capó
El escritor y periodista selecciona sus trabajos literarios preferidos del último año

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El español que enamoró al mundo: Una vida de Julio Iglesias — Ignacio Peyró (Libros del Asteroide)
Ignacio Peyró retrata a Julio Iglesias como biografía y como parábola: el ascenso de una celebridad global que, a su manera, acompaña la transformación social y cultural de la España de los últimos cincuenta años. El libro combina crónica, ensayo y una ironía muy medida para explicar un fenómeno popular sin caer ni en la reverencia ni en el chascarrillo. Entre bastidores, lo que le interesa es cómo se fabrica un mito exportable y qué dice ese mito de nosotros: ambición, seducción, modernidad, complejo y supervivencia. La clave del libro está en tratar la cultura popular como un archivo histórico legítimo, capaz de explicar un país mejor que muchos discursos oficiales.
Devociones. Poesía reunida — Mary Oliver (Lumen)
Esta antología reúne la poesía de Mary Oliver en una edición amplia que confirma por qué se convirtió en una autora masiva sin renunciar a la exigencia lírica. Su voz —clara, celebratoria, atenta al mundo natural— funciona como una forma de espiritualidad laica: la naturaleza no es decorado, sino método de conocimiento. Oliver escribe como quien reza sin dogma, y en muchos poemas late esa pregunta suya que se ha vuelto casi proverbial: «¿qué piensas hacer con tu única, preciosa y salvaje vida?». Su éxito no procede de la simplicidad, sino de una radical honestidad perceptiva que convierte la atención en una forma de ética.
El buen mal — Samanta Schweblin (Seix Barral)
Cinco relatos que se sitúan justo antes del colapso: personajes en un punto de no retorno, cuando lo extraño asoma a la vida cotidiana y la convierte en algo irreconocible. Schweblin trabaja con una tensión muy fina entre aislamiento y necesidad de vínculo, y hace que lo inquietante no sea un monstruo externo, sino una distorsión íntima: culpa, ternura, miedo, duelo. El resultado es una prosa cortante y precisa que deja al lector en estado de alarma, como si la realidad tuviera una grieta silenciosa bajo los pies. La autora confirma aquí su capacidad para convertir lo psicológico en una forma de terror sin artificios sobrenaturales.
Cuarteto de la memoria — José Carlos Llop (Alfaguara)
Un volumen que reúne cuatro novelas fundamentales de Llop y que confirma su gran tema: la memoria como forma de comprensión —y también como pérdida—, con la ciudad y una voz como protagonistas recurrentes. La prosa oscila entre lo musical y lo seco, a ratos casi proustiana, y construye una atmósfera envolvente donde lo privado se mezcla con lo histórico. Llop no narra para cerrar heridas, sino para escuchar cómo suenan por dentro: ritornelos, imágenes, brumas, un pasado que insiste. El libro permite leer su obra como un único proyecto narrativo sostenido en el tiempo.
La pregunta 7 — Richard Flanagan (Libros del Asteroide)
Flanagan escribe una no ficción inclasificable que enlaza azar y destino: memoria familiar, historia del siglo XX y el hilo improbable que va de una idea literaria a la bomba atómica. El libro se dispara a partir del miedo a perder la memoria y se convierte en una indagación sobre cómo lo minúsculo puede tener consecuencias descomunales, y sobre cuánto dependemos de los relatos que nos contamos. Se ha leído como una obra que mezcla autobiografía, ciencia, historia y filosofía sin perder pulso narrativo. Su fuerza reside en demostrar que la literatura también puede pensar los grandes dilemas morales de la modernidad técnica.
Heridas que sanan — Erik Varden (Encuentro)
El monje y obispo Erik Varden propone un itinerario espiritual para cuando el dolor deja de admitir respuestas convencionales. Inspirándose en un poema cisterciense, invita a contemplar las heridas de la Pasión como un lugar de sentido: no una explicación fácil del sufrimiento, sino una forma de atravesarlo sin negarlo. La tesis es que al unir la herida propia a la herida de Cristo puede surgir no solo consuelo, sino una fuente viva de transformación interior. El libro se inscribe en una tradición cristiana que entiende la fragilidad como vía de conocimiento y no como anomalía.
Los 21: viaje al país de los mártires coptos — Martin Mosebach (Didaskalos)
Mosebach parte de un hecho brutal: la ejecución por ISIS en 2015, en una playa cerca de Sirte, de 21 cristianos —veinte coptos egipcios y un ghanés—, filmada y difundida como propaganda. A partir de ahí, reconstruye el contexto humano y espiritual que rodea a los mártires y viaja a los lugares donde esa memoria sigue viva. El libro no es solo una crónica, sino una reflexión sobre el testimonio, la fe y la violencia contemporánea. Mosebach evita el sensacionalismo y se centra en la dignidad silenciosa de quienes mueren sin renunciar a su identidad.
Poemas escogidos: 1962-1996 — Joseph Brodsky (Siruela)
Siruela publica una selección amplia de la poesía de Brodsky, con textos que recorren varias décadas y devuelven al primer plano a un autor para quien el poema es pensamiento y música a la vez. Su escritura combina precisión intelectual, ironía y una extraña calidez, capaz de pasar de lo clásico a lo cortante en un mismo verso. Esta edición subraya además la importancia del trabajo de traducción en un poeta donde ritmo y sintaxis forman parte esencial del significado. Brodsky aparece aquí como una conciencia europea en exilio permanente, más allá de lenguas y fronteras.
Apuntes para John — Joan Didion (Random House)
Diario inédito escrito entre 1999 y 2003 a partir de las sesiones de terapia de Didion, destinado a su marido, John Gregory Dunne: un cuaderno de trabajo emocional, meticuloso y vulnerable. En estas páginas aparecen alcoholismo, adopción, depresión, ansiedad y culpa, y sobre todo la complejidad desgarradora del vínculo con su hija Quintana. Leído hoy, completa el ciclo del duelo de Didion con una voz menos controlada y más expuesta. Es un documento excepcional sobre la escritura como forma de autoexamen radical.
Tierra de empusas — Olga Tokarczuk (Anagrama)
Tokarczuk sitúa la novela en 1913, en un sanatorio de la Baja Silesia, donde un joven polaco llega buscando curarse y queda atrapado en un microcosmos masculino de jerarquías y prejuicios. Lo que comienza como relato de época se convierte en una crítica feroz de la masculinidad y del pensamiento reaccionario, atravesada por capas de extrañeza. La autora dialoga con la tradición de la novela de sanatorio para dinamitarla desde dentro. El resultado es una fábula inquietante sobre el miedo a la diferencia y la construcción del odio.
Los años decisivos — José Mateos (Pre-Textos)
Novela ambientada en los años de la Transición, cuando una joven llega a Madrid y se encuentra con la política, la amistad, el amor y la ilusión de cambiarlo todo. El libro capta el clima emocional de una época marcada por la utopía y el aprendizaje acelerado, y lo confronta con el paso del tiempo. Mateos escribe desde una memoria generacional que evita la postal y busca el latido. La novela destaca por su capacidad para narrar la formación moral sin nostalgia complaciente.
Tiempo de descuento — Miguel d’Ors (Pre-Textos)
D’Ors escribe desde la conciencia de la edad con una mezcla de lucidez, humor y melancolía sin solemnidad. El tiempo aparece como una presencia que se adelanta, mientras el yo parece ir siempre por detrás. El poemario explora esa extrañeza con una voz clara y cercana, donde la ironía convive con una honda aceptación de lo vivido. Es una poesía que convierte la experiencia común del envejecimiento en materia de reflexión compartida.
La cicatriz de Ulises — Erich Auerbach (Acantilado)
Este volumen reúne ensayos y cartas escritos entre 1922 y 1952 que permiten escuchar a Auerbach más allá de Mímesis. La literatura aparece aquí como una forma de conocimiento y como una defensa de lo humano en tiempos de catástrofe histórica. El título remite al reconocimiento de Ulises y funciona como metáfora del método: la cicatriz como marca de realidad que hace posible el relato. El libro confirma a Auerbach como uno de los grandes pensadores de la tradición literaria europea.
Contentamiento de haber nacido — Enrique García-Máiquez (Bibliotheca Homo Legens)
Cuarta entrega del diario de García-Máiquez, centrada en la vida familiar, la paternidad y el aprendizaje cotidiano. El libro convierte lo pequeño en materia literaria sin inflarlo: lecturas, días, afectos, dudas y gratitudes. Se trata de un ejercicio de atención y de estilo, donde la fe, el humor y la inteligencia verbal se ponen al servicio de vivir con mayor conciencia. Su valor reside en mostrar que la literatura también puede ser una forma de gratitud activa.
El camino inesperado — Rebecca Solnit (Lumen)
Solnit reúne ensayos escritos en momentos clave del siglo XXI para pensar la relación entre memoria, acción política y esperanza. Frente a la amnesia social, defiende el recuerdo como herramienta de cambio y como forma de resistencia. El libro mantiene su tono característico: claridad argumentativa, energía moral y una escritura que hace que las ideas caminen, no se queden quietas. Es una defensa de la imaginación política como antídoto contra el fatalismo contemporáneo.
