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Música

Bad Bunny regresa a sus raíces

El músico vuelve a su Puerto Rico natal en ‘Debí tirar más fotos’, su disco más maduro y melancólico

Bad Bunny regresa a sus raíces

El artista puertorriqueño Benito Antonio Martínez Ocasio, mejor conocido como Bad Bunny. | Daniel DeSlover (Zuma Press)

Nuevo disco de Bad Bunny. Su título: Debí tirar más fotos. Nuevo capítulo creativo en una de las trayectorias de mayor impacto mediático y de público de la música actual en español. Bad Bunny es uno de esos fenómenos de esta oleada o marejada del reggaetón que levanta más pasiones, por eso es incuestionable. Su nombre brilla con luz propia en un estilo musical que ha sabido desafiar al monopolio de la música compuesta estrictamente en inglés.

En Debí tirar más fotos, Bud Bunny regresa a casa para reencontrarse a sí mismo, se aleja del ruido global y emprende una mirada a la infancia, como ese lugar que definió su identidad cultural. En efecto, Benito Bad Bunny nos lleva a lo más profundo de Puerto Rico, donde busca conectar con su origen de una manera más auténtica y consciente.

Este regreso no es solo un movimiento geográfico, sino una declaración de principios. En un mundo donde la fama y el éxito pueden alejar a los artistas de su esencia, Bad Bunny demuestra que su identidad sigue firmemente arraigada en su tierra natal. Su conexión con Puerto Rico es innegable, y este vínculo se refleja en su música, en su estilo visual y en la manera en que aborda su carrera.

A través de su música, Bad Bunny ha logrado crear una voz única, no solo por su estilo musical, sino también por su capacidad para conectar con las emociones y las experiencias de lo que pasa en la calle. Su cotidianidad es de barrio periférico, de vagabundeo con los amigos, de horas en la playa y de noches incansables. También, por supuesto, de amores. Sin embargo, en su más reciente proyecto, se percibe una distinta madurez o una necesidad de emprender una vuelta al hogar para no sucumbir al brillo cegador de los neones, a los hoteles de lujo impersonales, a la rapidez con que su nombre se consume en todos los informativos musicales. Un regreso emocional y espiritual, un retorno a lo esencial para encontrar la lentitud y la claridad perdidas, una vuelta no escenificada solo en su música sino en todo el aparato promocional que acompaña este Debí tirar más fotos, en la portada del álbum y en los videoclips, algunos de ellos más de carácter narrativo que musical.

El comienzo del álbum es una declaración de principios, con el sampleo al tema Un verano en Nueva York de El Gran Combo de Puerto, clásico de la salsa, y donde mezcla este género tan característico de la isla con ritmos modernos creando un puente perfecto entre tradición y modernidad. Seguidamente nos encontramos con el tema más complejo y con más calidad a nivel musical, Baile inolvidable, –en palabras del propio Benito: «Creo que es una de mis mejores experiencias grabando música»– y no es para menos, la combinación de sintetizadores con la voz y los instrumentos de viento metal al inicio, incorporando el ritmo de la salsa mediante los timbales y la conga sobre la melodía, hace que esta sea una de las piezas culmen en la carrera de Bad Bunny.

Oda a la isla

A pesar de que este álbum es una oda a su isla, también hay espacio para la crítica. En Lo que le pasó a Hawái, Bad Bunny aborda el problema de la gentrificación y del turismo en Puerto Rico realizando un paralelismo sobre la pérdida cultural que ha sufrido Hawái en los últimos años. En él, sobre una mínima base instrumental, nos encontramos con el Bad Bunny más melancólico, cuya voz en ciertos momentos se corta en mitad del verso como símil a los cortes de electricidad que experimenta la isla.

«Quieren quitarme el río y también la playa / Quieren el barrio mío y que abuelita se vaya / No, no suelte ‘la bandera ni olvide’ el lelolai / Que no quiero que hagan contigo lo que le pasó a Hawái»

Volver a las raíces, no dejarse arrastrar por tantas superficialidades del mundo veloz de hoy, mirar el pasado, reconocer la huella de lo español como una marca de carácter y de la identidad de Puerto Rico, hacer una oda a su dimensión hispanoamericana, a su forma de vida, al arraigo de sus costumbres. Con ritmos envolventes y letras que invitan a la reflexión, Bad Bunny demuestra una vez más por qué sigue siendo una de las figuras más influyentes de la música latina. Con Debí tirar más fotos, no solo reafirma su lugar de privilegio en la industria musical en español, sino que también nos deja una pregunta latente: ¿hasta qué punto estamos dispuestos a proteger aquello que nos hace únicos?

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