'West Side Story' cierra la temporada del Liceu bajo la batuta de Gustavo Dudamel
A 35 años de la muerte de Leonard Bernstein, el teatro barcelonés trae la propuesta sinfónica de su obra más conocida

De izq. a derecha:El director de orquesta venezolano Gustavo Dudamel, la soprano estadounidense Nadie Sierra y el tenor peruano Juan Diego Flórez | Sergi Panizo
El Gran Teatre del Liceu clausura su temporada con una propuesta excepcional: West Side Story en versión concierto, dirigida por Gustavo Dudamel y con un elenco encabezado por Juan Diego Flórez, Nadine Sierra e Isabel Leonard. A 35 años de la muerte de Leonard Bernstein, el teatro barcelonés rinde homenaje a una de las figuras clave de la música del siglo XX, no sólo como compositor, sino como pedagogo, director y puente entre las tradiciones musicales europea y americana.
En palabras del director artístico del Liceu, Víctor García de Gomar, la obra que podría compararse a un «Romeo y Julieta contemporáneo», explora la lírica del desencuentro y el deseo, pero también las tensiones del territorio, la violencia heredada y la utopía amorosa. «Este barrio entendido como jaula invisible, este cuchillo que aparece como lenguaje y el baile como campo de batalla», condensan una narrativa que sigue latiendo con fuerza en el presente.
La producción, que cuenta con tan solo dos funciones en versión de concierto, supone una rareza y un lujo. Dudamel, que ha abordado West Side Story como musical, como ópera y como película, destaca la riqueza sinfónica de la partitura y el genio orquestador de Bernstein: «Se escucha el Nueva York en construcción», dijo. La versión elegida es la misma que grabó Bernstein en 1984 con José Carreras y Kiri Te Kanawa, una de las pocas veces que el propio compositor dirigió la obra completa.
Para el tenor Juan Diego Flórez, quien representa a Tony en la obra, el musical representa un desafío técnico y emocional, pero también una oportunidad de fusión entre géneros. «He cantado música popular, crecí con la guitarra. Aquí puedo matizar, pasar del lírico al estilo musical» afirmó. Por su parte, para la soprano Nadine Sierra, quien interpretará a María, afirmó que esta presentación le brinda la posibilidad de actuar con micrófono y añadir matices más teatrales y expresivos. “Para los cantantes de ópera, esto es como probar la fruta prohibida”, bromeó la soprano.

Ambos cantantes destacaron el peso que West Side Story ha tenido en sus vidas personales. Sierra recordó que creció con la película de 1961 y lamentó que gran parte de la generación Z estadounidense no tenga a Bernstein como referente hoy día: «Ahora todo es TikTok, las Kardashian y Trump. Necesitamos un renacimiento musical que vuelva a dar valores». Su hermana menor, Melanie, recorrió el mundo interpretando la obra con el respaldo de la Fundación Leonard Bernstein, que sigue activa en la preservación del legado del compositor.
Más allá del ámbito musical, el elenco reflexionó sobre la vigencia política del relato. La historia de Tony y María sigue interpelando a sociedades marcadas por la inmigración, el racismo estructural y la lucha por el territorio. «Es la piedra con la que el ser humano sigue tropezando», apuntó Dudamel. La obra, reconoció, ha evolucionado con el tiempo, “como un buen vino”, adaptándose a nuevos contextos y cobrándose una dimensión más justa en su representación de la comunidad puertorriqueña.
La pregunta sobre el elenco marcadamente latino fue inevitable. Para Flórez, es una inversión simbólica: «Las latinas son americanas y el americano es latino». La producción cuenta con una María de ascendencia puertorriqueña y un equipo artístico que resuena con las raíces culturales de la historia. Lejos de entenderlo como un acto reivindicativo, Dudamel señaló que el musical ha ido encontrando su equilibrio histórico y artístico con el paso de los años: «Una obra maestra se corrige a sí misma con el tiempo».
El equipo lamentó no poder grabar ni retransmitir la obra en Liceu+ por restricciones legales impuestas por la familia Bernstein, todos coincidieron en que esta versión de concierto es un evento irrepetible. El proyecto tampoco pudo incluir funciones con precios reducidos para menores de 30 años, pero el éxito de taquilla de la temporada fue rotundo.
En cuanto a si existe hoy un Bernstein del siglo XXI, Dudamel fue claro: no. «Era muchas personas en una sola: compositor, director, pedagogo, showman. Un personaje irrepetible». Y aunque se negó a responder sobre la polémica presencia del director Valery Gergiev en Europa, sí hizo un llamado a la empatía, la responsabilidad y la despolitización del arte: «Hay que juzgar justamente lo que es verdad».
Así, el Liceu no sólo cierra temporada con una de las obras más complejas y amadas del repertorio musical moderno, sino que lanza al público una pregunta tan vigente como necesaria: ¿puede aún el arte —en medio del ruido, el conflicto y la desmemoria— abrir un espacio para el entendimiento y la belleza compartida? West Side Story, 67 años después de su estreno, parece responder que sí.
West Side Story se presenta en el Liceu los días 29 y 31 de julio de 2025.