Descubre cómo hacen los astronautas sus necesidades en el espacio
La NASA diseña inodoros que aprovechan el uso de la succión del aire para dirigir los desechos hacia donde deben ir
La vida en el espacio es un reto constante para los astronautas, no solo por tener que vivir en un espacio carente de gravedad, sino también en la forma en que se llevan a cabo las tareas cotidianas. Entre estas actividades, una de las más complejas y menos discutidas es cómo hacen sus necesidades fisiológicas en el espacio. Sin la gravedad que permite que los desechos caigan hacia el inodoro, los astronautas dependen de sistemas especializados para gestionar esta parte fundamental de la vida diaria.
La eliminación de desechos en el espacio puede parecer un tema incómodo o trivial, pero es un aspecto fundamental para garantizar la salud y el bienestar de los astronautas. Los avances en los sistemas de inodoros espaciales han permitido que estas actividades cotidianas se lleven a cabo de manera segura y eficiente, un logro crucial en el camino hacia la exploración espacial a largo plazo.
El desafío de la microgravedad
En la Tierra, nuestras actividades fisiológicas están regidas por la gravedad, lo que facilita que los desechos sean eliminados de manera sencilla. Sin embargo, en el espacio, la ausencia de gravedad provoca que la orina y las heces no caigan en el inodoro de manera tradicional, lo que obliga a las agencias espaciales a desarrollar sistemas sofisticados para evitar que estos residuos queden flotando dentro de la nave espacial.
Por eso, la NASA ha diseñado inodoros espaciales que aprovechan el uso de la succión y el flujo de aire, en lugar de agua y gravedad, para dirigir los desechos hacia donde deben ir.
La eliminación de los desechos
Cuando las primeras misiones espaciales tripuladas comenzaron en los años 60, las opciones para manejar los desechos fisiológicos eran rudimentarias y, en muchos casos, incómodas. Durante la misión Apolo, por ejemplo, los astronautas debían usar bolsas de plástico para recoger sus heces, lo que representaba un procedimiento difícil y que tomaba tiempo. Para la orina, utilizaban dispositivos de recolección conectados a sus cuerpos, lo que también resultaba incómodo.
Con el tiempo, los sistemas mejoraron. En la década de 1980, el transbordador espacial utilizó un inodoro que funcionaba con succión de aire. Este sistema fue un avance significativo, aunque no estaba exento de desafíos. A medida que la tecnología espacial ha avanzado, también lo han hecho los sistemas de eliminación de desechos, lo que ha permitido a los astronautas realizar estas actividades con mayor comodidad y seguridad.
Inodoros espaciales
En la actualidad, los astronautas a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI) utilizan un sistema de baño especializado que emplea el poder del aire para succionar los desechos. Este sistema evita que la orina o las heces se dispersen en el aire, lo que podría ser un problema grave en microgravedad.
Este inodoro espacial está compuesto por dos partes principales: una para la orina y otra para las heces. Para la micción, los astronautas tienen un tubo con una boquilla adaptada tanto para hombres como para mujeres. El tubo, a través de un sistema de succión, extrae la orina y la transporta a un contenedor. La orina es posteriormente procesada, y aproximadamente el 85% de este líquido se recicla para obtener agua potable. Este proceso de reciclaje es vital en las misiones de larga duración, ya que permite reducir la necesidad de llevar grandes cantidades de agua a bordo.
En cuanto a las heces, los astronautas se sientan en una especie de asiento pequeño y usan correas para asegurarse en su lugar, dado que la gravedad no los mantendría sentados como en la Tierra. El sistema de succión también se encarga de retirar las heces del cuerpo y llevarlas a un contenedor especial. A diferencia de la orina, las heces no se reciclan y, una vez almacenadas, son expulsadas de la nave en cápsulas que se desintegran al reingresar en la atmósfera terrestre.
Los actuales inodoros espaciales
En 2020, la NASA introdujo una nueva generación de inodoros espaciales, llamada Universal Waste Management System (Sistema Universal de Gestión de Residuos). Este modelo es más pequeño, más eficiente y está diseñado para ser más cómodo tanto para hombres como para mujeres. El sistema mejorado fue desarrollado en respuesta a las necesidades de una tripulación más diversa y con el fin de hacer el proceso de eliminación de desechos más higiénico y eficiente.
Una de las principales características de este nuevo sistema es su capacidad para manejar mejor la orina de las astronautas femeninas, que tradicionalmente había sido más difícil de gestionar debido a las diferencias anatómicas.