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Adiós a la lejía y el amoníaco: limpia el horno y las rejillas sin tóxicos y en tiempo récord

Este tipo de soluciones no solo ofrecen una limpieza profunda, también fomentan un estilo de vida más consciente

Adiós a la lejía y el amoníaco: limpia el horno y las rejillas sin tóxicos y en tiempo récord

Limpieza de horo | Canva

En pleno auge de las soluciones sostenibles y caseras, los métodos tradicionales de limpieza con productos químicos como la lejía o el amoníaco han quedado en entredicho. Aunque efectivos, su toxicidad, el fuerte olor que desprenden y el riesgo que suponen en ambientes cerrados como la cocina han impulsado a muchos hogares a buscar alternativas menos agresivas. Ante esta situación, ingredientes tan básicos como el vinagre, el bicarbonato o el limón se posicionan como los grandes aliados para una limpieza profunda, eficaz y segura.

La limpieza del horno, ese electrodoméstico que pasa desapercibido hasta que emana olores o muestra restos quemados, no debería posponerse más de lo necesario. Los expertos en mantenimiento del hogar recomiendan una limpieza superficial tras cada uso y una a fondo, como mínimo, cada seis meses. Esta rutina no solo preserva el buen funcionamiento del horno, sino que evita la proliferación de bacterias y la acumulación de grasa que puede generar humo e incluso afectar al sabor de los alimentos.

Una limpieza que respira salud

Las alternativas naturales presentan una doble ventaja. Por un lado, están al alcance de todos y, por otro, no suponen un riesgo para la salud respiratoria, especialmente en hogares con niños o personas alérgicas. Entre los métodos más recomendados, destacan los siguientes:

1. Bicarbonato y vinagre, la dupla infalible

Cuando el horno muestra signos de suciedad persistente, esta combinación resulta imbatible. Mezclar diez cucharadas de bicarbonato con un poco de agua y vinagre hasta formar una pasta espesa es el primer paso. Esta se aplica sobre las paredes del horno, dejando actuar toda la noche. Al día siguiente, basta con retirar los restos con una esponja húmeda y secar el interior con el horno encendido a baja temperatura durante quince minutos.

Limpieza | Canva
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2. Limón, el cítrico que limpia y aromatiza

Ideal para limpiezas más frecuentes o menos intensas, el limón es capaz de desengrasar, desinfectar y dejar un aroma fresco. Exprime dos o tres limones y coloca el jugo junto a las cáscaras en un bol resistente al calor, añade un poco de agua y hornea a 120 °C durante media hora. Después, con un paño húmedo, se retiran fácilmente los residuos del interior del horno. Este truco también sirve para limpiar las bandejas.

3. La sal, un desengrasante más potente de lo que parece

En casos donde la suciedad no está muy incrustada, la sal de mesa puede hacer maravillas. Se mezcla medio litro de agua con 250 gramos de sal, se aplica sobre las paredes del horno y se deja actuar durante unos veinte minutos. Si se quiere potenciar el efecto y neutralizar olores, se puede añadir vinagre antes de aclarar con un paño húmedo.

¿Y las bandejas y rejillas?

Las rejillas y bandejas son, a menudo, las grandes olvidadas. Sin embargo, acumulan grasa y residuos igual que el interior del horno. Una técnica sencilla consiste en cubrirlas con sal gruesa y un poco de agua, dejarlas reposar media hora y frotar con un estropajo. Otra opción eficaz es aplicar una pasta de bicarbonato y vinagre, dejar que actúe durante la noche y enjuagar por la mañana. Para eliminar olores intensos, como los del pescado o ciertos guisos, se recomienda colocar un recipiente con agua, zumo de limón y sus cáscaras dentro del horno, calentarlo a temperatura baja durante media hora y luego limpiar con un trapo suave.

Un cambio de hábitos más que un remedio puntual

Adoptar estos hábitos en la rutina doméstica permite mantener el horno y sus accesorios en perfecto estado sin recurrir a productos agresivos. En realidad, prescindir de la lejía y el amoníaco es más sencillo de lo que parece. Con ingredientes comunes que seguramente ya tienes en casa, es posible lograr una cocina limpia, libre de tóxicos y mucho más respetuosa con tu salud y con el medio ambiente.

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