¿«La presidenta» o «la presidente»?: cómo se escribe según la RAE
El lenguaje inclusivo busca visibilizar la diversidad de identidades de género en la comunicación

Varios diccionarios. | Canva
En español, la elección entre «la presidenta» y «la presidente» en contextos formales y cotidianos tanto en la expresión oral como escrita genera serias dudas. Según la Real Academia Española (RAE), ambas formas pueden ser usadas para referirse a una mujer que ocupa la presidencia, pero existe una preferencia normativa.
En los diccionarios académicos se recoge que «el presidente» puede funcionar como nombre común en cuanto al género (el/la presidente). En la actualidad, se recomienda el uso de «la presidenta» cuando se habla de una mujer que preside una institución, un gobierno o un organismo. Este uso de «la presidenta» está documentado desde el siglo XV. Y se incorpora al Diccionario académico desde 1803, lo que respalda su validez histórica y normativa.
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«La presidenta» o «la presidente»
La (RAE) ha explicitado en su servicio de consultas que el femenino específico «la presidenta» es preferible hoy para referirse a una mujer en el cargo. El sustantivo «la presidente», por su terminación en (-nte), puede funcionar como común en cuanto al género, pero se usa la anterior.
La forma recomendada por la (RAE) «la presidenta» sigue la lógica de la adaptación de sustantivos para señalar el género femenino de la persona en cuestión, de manera similar a términos como (jefa, ministra o senadora). Esta preferencia atiende a la evolución natural del idioma y a la claridad comunicativa. La Academia señala que, aunque «la presidente» no es incorrecto desde el punto de vista gramatical. Sin embargo, la anterior es la forma más adecuada y extendida en el uso actual.
Ejemplos de uso según la (RAE):
De modo que, aunque no se considera incorrecto decir «la presidente» en un registro coloquial. En contextos formales es preferible escribir y decir «la presidenta».
- La presidenta del Senado inauguró la sesión.
- Tras las elecciones, la presidenta asumió el cargo con un discurso sobre la unidad nacional.
- En la asamblea anual, la presidenta de la organización presentó el informe de gestión.
El lenguaje inclusivo
El lenguaje inclusivo es una práctica que busca visibilizar y respetar la diversidad de identidades de género en la comunicación. En español, esto puede manifestarse de forma aceptada convencionalmente. O en otras, no aceptadas por la (RAE):
1. Un ejemplo de lenguaje inclusivo es usar términos que no marcan género cuando se habla de grupos mixtos:
- El estudiantado asistió a la conferencia.
- La comunidad educativa expresó sus opiniones.
- El personal técnico resolvió los problemas con prontitud.
2. Otra estrategia de lenguaje inclusivo es el uso de formas dobles:
- Los/as participantes entregaron sus trabajos.
- Los y las estudiantes deben registrarse antes de las 9:00.
3. En contextos más recientes, algunos hablantes emplean formas con (-e), como «todes»:
- Bienvenidos todes a la jornada.
No obstante, estas formas no están reconocidas por la normativa de la (RAE) y suelen considerarse no estándar en textos formales o académicos.
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Otras dudas sobre el lenguaje inclusivo
Además de las formas para profesiones y cargos, hay otras cuestiones frecuentes sobre lenguaje inclusivo y escritura:
1. Uso de plural genérico con terminación masculina: el masculino plural puede utilizarse como genérico para grupos mixtos (los estudiantes puede referirse a un grupo de hombres y mujeres). Esto suele generar debate entre quienes prefieren una expresión más explícita.
- Los estudiantes aprobaron el examen.
- Alternativa inclusiva: Los y las estudiantes aprobaron el examen.
2. Adjetivos y concordancia: en lenguaje inclusivo, se busca que los adjetivos concuerden, pero algunas formas propuestas como todes felices no son reconocidas por la RAE. La forma normativa sería:
- Todos los estudiantes están felices. (masculino genérico)
- Los y las estudiantes están felices. (doble forma inclusiva aceptada en algunos contextos)
3. Uso de símbolos en textos formales: el empleo de @, x o e para marcar inclusión (p. ej., niñ@s, niñes) suele evitarse en comunicación formal o académica, porque no forma parte de la normativa y puede afectar la legibilidad. En tales casos, se recomiendan estructuras alternativas:
- El alumnado debe cumplir con la normativa.
- Personas candidatas deben presentarse en persona.
4. Sustantivos con terminación invariable: algunas palabras no cambian de forma según el género, como estudiante, periodista o cliente. En estos casos, el artículo indica el género:
- El estudiante presentó su proyecto.
- La estudiante presentó su proyecto.
La elección entre estas dos palabras refleja no solo una cuestión gramatical, sino también una dimensión cultural y social del uso del idioma. Según la Real Academia Española, ambas formas son posibles, pero el uso de presidenta es preferible y recomendado cuando se habla de una mujer en el cargo.
