Cómo un refugiado sirio ha llegado a portar la antorcha olímpica
Su historia sólo puede definirse con una palabra: superación. El deporte es una disciplina de superación en sí misma, pero el transcurso vital de Ibrahim al-Hussein es extraordinario. Entrenaba en Siria como nadador profesional, su piscina era el río Eufrates. Durante la guerra perdió una pierna, intentando salvar a un amigo tras un bombardeo, y huyó a Grecia a través de Turquía. Ahora sigue nadando, cada vez más rápido, y se ha convertido en un símbolo portando la antorcha olímpica en Atenas.
Esta puede parecer una foto común cada cuatro años: un deportista porta la antorcha olímpica que llegará a su destino, Río de Janeiro, en unos meses. Sin embargo, Ibrahim al-Hussein no es un deportista más: es un refugiado sirio.
Su historia sólo puede definirse con una palabra: superación. El deporte es una disciplina de superación en sí misma, pero el transcurso vital de Ibrahim al-Hussein es extraordinario. Entrenaba en Siria como nadador profesional, su piscina era el río Eufrates. Durante la guerra perdió una pierna, intentando salvar a un amigo tras un bombardeo, y huyó a Grecia a través de Turquía. Ahora sigue nadando, cada vez más rápido, y se ha convertido en un símbolo portando la antorcha olímpica en Atenas.