Dos tercios de las exgimnastas holandesas han sufrido algún tipo de abuso a lo largo de su carrera deportiva, según concluye un estudio hecho público este miércoles por la Real Federación Holandesa de Gimnasia. Un 7% aseguraron, además, haber sufrido algún tipo de intimidación sexual, como tocamientos, comentarios inapropiados o acoso a través de redes sociales.
Por qué te lo contamos: una relación de poder tóxica entre el entrenador y las gimnastas lleva a que estas sufran humillaciones, insultos, críticas negativas delante de otras compañeras, intimidaciones, chantajes y, en algunos casos, violencia física. Además, «la conciencia de que son víctimas de un trato inaceptable solo sucede cuando han abandonado el deporte», según el informe.
La mayoría de insultos se dirigían al supuesto exceso de peso de las víctimas, mientras las coacciones iban dirigidas a que continuasen entrenando a pesar de sufrir lesiones.
La investigación incluye también extractos de entrevistas a gimnastas actuales, algunas de ellas aún adolescentes, y a sus padres. «Incluso si se caía, tenía que levantarse de inmediato. Siempre debía seguir adelante y no podía llorar», ha confesado uno de los progenitores.
El estudio se da a conocer después de que algunas exgimnastas neerlandesas, como Joy Goedkoop, Loes Linders o Stephanie Tijmes, aseguraran el pasado verano que sufrieron abusos del entrenador Vincent Wevers, el cual fue apartado de la selección hace tres semanas y no participará en los Juegos Olímpicos de este verano
El informe recomienda que haya supervisores durante los entrenamientos o incluir cuestiones pedagógicas en la formación de los técnicos. La Real Federación Neerlandesa de Gimnasia ha asegurado que adoptará estas guías de actuación. La presidenta de la federación, Monique Kempff, pidió disculpas en una rueda de prensa celebrada hoy y dijo que a partir de ahora «ya nadie deberá apartar la mirada».