Australia cancela el visado de Djokovic e inicia los trámites de deportación
El ministro de Inmigración ha anunciado que utilizará sus poderes especiales para expulsar al tenista del país
Novak Djokovic no podrá participar en el Open de Australia. El Gobierno del país ha comunicado su decisión de cancelar, por segunda vez, el visado al tenista serbio tras conocerse que no cumplía con las medidas sanitarias exigidas y detectarse varias irregularidades en su declaración de entrada.
El ministro de Inmigración, Alex Hawke, ha explicado que el Ejecutivo utilizará sus poderes especiales para revocar el visado a Djokovic tras haber meditado durante varios días la decisión. El número uno del mundo no podrá defender su título y se arriesga a no poder entrar en el país durante los próximos tres años al haber mentido en su declaración de entrada, donde aseguró que no había viajado en las semanas previas a su llegada, algo que se probó como falso tras su paso por España y Belgrado.
«Hoy he ejercido mis poderes bajo la sección 133C(3) de la Ley de Migraciones para cancelar el visado de Novak Djokovic por asuntos de salud y orden público, considerando que va en favor del interés público», ha dicho Hawke en un comunicado.
Djokovic llegó el 5 de enero a Melbourne con una exención médica que le permitía jugar en el Abierto de Australia sin estar vacunado, aunque después las autoridades de Aduanas cancelaron su visado y lo detuvieron hasta el fallo judicial del lunes, a favor del tenista.
En los últimos días, Djokovic admitió que a pesar de conocer que era positivo acudió a una entrevista: «Me sentí obligado a acudir a la entrevista con L’Equipe para no dejar tirado al periodista, pero mantuve distancia social y mascarilla todo el tiempo, excepto durante las fotografías. Al regresar a casa me aislé y reflexioné. Cometí un error de juicio y admito que tuve que posponer la cita».
El sustituto del serbio será el ruso Andréi Rubliov, quinto en el ranking de la ATP. El sorteo, celebrado durante la mañana del jueves, había emparejado a Djokovic con su compatriota Miomir Kecmanovic, aunque era conocida la posibilidad de que el tenista fuera expulsado de la competición. Aunque la defensa de Djokovic recurrirá la decisión, la resolución del caso no parece favorable para los intereses del deportista, ya que el Gobierno considera que su decisión supone un riesgo para la salud pública.