El drama de una patinadora española que ha tenido que abandonar Rusia por la guerra
Sara Hurtado, patinadora sobre hielo española, ha narrado cómo tenido que salir de Rusia donde entrenaba y vivía tras la invasión
Sara Hurtado es patinadora sobre hielo y ha tenido que salir de Rusia, donde entrenaba y vivía, tras la invasión de Ucrania. Su pareja de baile, el ruso Kirill Jalyavin, se ha venido también con su mujer y su hijo. Hurtado cuenta a THE OBJECTIVE cómo están viviendo los rusos todo el conflicto con sus «hermanos o mejores amigos» de Ucrania.
Un mes lejos de Rusia, ¿echas de menos al país?
No tanto el país, pero sí su gente y la vida que llevaba allí. La rutina de entrenamiento con todo el equipo de entrenadores, los demás patinadores de otras categorías danzando por ahí. Echo de menos su gente, el tener a los taxistas debatiéndose entre cuál es mi nacionalidad y cuál es mi equipo de futbol favorito…
«El miedo y el dolor son herramientas muy potentes para desdibujar la realidad»
¿Qué Rusia dejaste el día que te fuiste?
Pues una Rusia muy tensa, con la esperanza de que acabara pronto, pero con el ambiente cargado al máximo de inseguridad e incertidumbre. Fue impactante la cantidad de chavales jóvenes, hermanos y hermanas que vinieron en el mismo vuelo que yo. Creo que todo el que ha tenido la oportunidad de salir de Rusia, lo ha hecho.
¿Qué piensan los rusos de la invasión a Ucrania?
Pues según estoy viendo en las redes sociales , hay de todo. Pero la gran mayoría piensa que es una locura… Para un ruso, el ucraniano es como su mejor amigo, su primo, su hermano. Hay muchas familias entre los dos países, comparten muchísimas cosas a nivel cultural y por eso choca incluso más que estén en guerra. Porque la gente de ambos países no se consideran enemigos entre sí. Ahora bien, la propaganda es tremendamente fuerte… Tanto que creo que llega un punto que hasta prefieren creerse ese tipo de noticias que ponen a Rusia como “El Salvador” de Ucrania en vez de verdaderamente darse cuenta de que es una guerra y que están matando a gente inocente. El miedo y el dolor son herramientas muy potentes para desdibujar la realidad.
¿De verdad se les tiene engañados sobre lo que está sucediendo?
No creo que se les tenga engañados, pero la ley del silencio manda y como te decía antes, quizá creer ciertas cosas es menos doloroso que ver la realidad. Ya hemos visto como arrestan a todos aquellos que se manifiestan en contra, incluso sin llegarte a manifestar, te pueden parar por la calle, pedirte el teléfono, abrir tus últimas conversaciones y directamente juzgar si lo que dices es aceptable o no.
Tu puedes creer unas cosas de puertas para dentro, pero hacia afuera tienes que seguir viviendo , mantener un trabajo si quieres poder sobrevivir y dar de comer a tu familia. No se trata tanto de lo que crean o no si no de lo que tienen que hacer para sobrevivir. Si eso significa callar y obedecer, lo harán esperando que esto acabe pronto. Las consecuencias de postularse en contra son demasiado fuertes como para hacerlo.
«En Rusia valoran muchísimo a sus artistas y deportistas»
¿Qué imagen tiene Sara de Rusia?
Para mí, es un país super rico a nivel cultural y deportivo. Es increíble ver cómo llenan teatros enteros para ir a ver ballet casi todas las noches de la semana y lo mismo con estadios deportivos. Valoran muchísimo a sus artistas y deportistas. Desde a nivel popular como institucional, si eres deportista de élite en Rusia, sabes que tienes la vida ¨solucionada¨ porque te conviertes en funcionario del estado por así decirlo y ya si ganas medallas… ¡Ni te cuento!
En ese sentido aprecio mucho lo que hacen por su cultura y sus deportistas. En España muchas veces uno se siente ninguneado, como con la obligación de explicar lo que hace y por qué lo hace una y otra vez y por supuesto dependiente por completo de buscar un apoyo económico externo que te ayude a mantenerte en un futuro porque muy pocos afortunados son los que pueden vivir de su deporte aquí.
Es una cultura que en un principio puede parecer fría y distante, pero que si te aproximas con sinceridad y sin prejuicios, te devuelven el vínculo más cercano y leal que hayas imaginado. De repente te conviertes en familia y estarán ahí para lo que necesites.
Consideras que es como si hubieras tenido que dejar tu casa. ¿Te sientes huérfana?
No tanto como dejar mi casa, pero sí siento que dejo un pedacito de mi allí. Han sido muchos años de experiencias y crecimiento personal allí con todo mi círculo de gente. Espero poder volver a verles y darles el abrazo que no les pude dar al irme, mirar atrás y ver todo esto como una anécdota de la que hablar y recordar desde la distancia.
«La sensación de inseguridad es lo más estresante que he vivido jamás»
¿Por qué tuviste que dejar el país ruso?
Porque ya vimos que todo tendía al aislamiento y por ejemplo ya ni podíamos sacar efectivo con nuestras tarjetas europeas. La sensación de inseguridad es lo más estresante y desequilibrado que he vivido jamás. Sabíamos que no íbamos a poder continuar con nuestra actividad con normalidad por como se iban sucediendo los acontecimientos. El cierre del espacio aéreo europeo fue el punto final que nos dio la señal de necesitar salir de allí lo antes posible.
Y qué piensa tu pareja en patinaje artístico Kirill Jalyavin. ¿Como ruso que sensaciones tiene?
Pues creo que poco más hay que decir sabiendo que está aquí con su mujer y su hijo… De hecho, él a titulo personal no está haciendo ninguna declaración por lo que te explicaba antes. Sus padres y sus demás familiares están aún allí, el hecho de que él pueda decir algo desde aquí les puede generar problemas a ellos o a él mismo en un futuro si quiere ir a verlos. Son temas muy sensibles con los que tienes que ir con pies de plomo.
¿Dónde estabais entrenando antes de volver?
Estábamos en Moscú, con el equipo de Alexandr Zhulin y los campeones del mundo del 2021, Victoria Sinitsina y Nikita Katsalapov.
Y ahora que hacéis, ¿qué dinámica de entrenamientos lleváis?
Pues aún estamos reorganizando todo. Desde la pista de hielo de Madrid y La Nevera en Majadahonda, nos van cediendo las horas libres que tienen y ahí vamos y tocamos hielo. Ahora bien, nos queda mucho para recuperar la estructura 360 que teníamos en Moscú. Pero bueno, esperemos que sea ya solo cuestión de tiempo.
¿Cómo te complementa Kirill en las coreografías?
Kirill es un patinador muy elegante, con unas lineas muy cuidadas y estéticas en el hielo. A mi me aporta mucha solidez en el patinaje y harmonía en cuanto a la imagen que proyectamos juntos. Hemos sabido adaptarnos el uno al otro y encontrar nuestro lenguaje propio. Es lo mejor de un equipo, nutrirse el uno del otro, apoyarse en las debilidades y potenciar las fortalezas. Es un trabajo que creo que debería de probar todo el mundo al menos en un proyecto de su vida, creo que es una herramienta vital muy potente para construir.
¿Cuál es vuestra coreografía más querida?
Es difícil elegir… Cada coreografía es una pequeña obra de arte en la que hemos construido unos personajes que son parte de nosotros. La verdad que estoy muy orgullosa de todas ellas. El trabajo con Kirill todos estos años ha dejado programas preciosos, muy diversos y muy nosotros. Ese creo que es nuestro mayor logro, que hemos sido capaces de proyectar nuestra verdad en cada una de nuestras creaciones. Las dos últimas de esta temporada creo que han sido muy potentes y especiales. Yo seguro que las voy a guardar en un lugar muy especial.
Acabas de hacer un acto en favor de Ucrania, pero ¿tenéis pensado alguna coreografía para mostrar vuestro cariño?
La verdad que no lo hemos pensado… Creo que la mejor manera de mostrar nuestro cariño de momento es esta, actuando, hablando, haciendo algo al respecto más allá de nosotros mismos y desde el ahora. Nosotros no somos los protagonistas aquí, solo usamos nuestro altavoz para hacer algo que se traduzca en ayuda real. Eso he querido hacer con Sobre Hielo por La Paz, poner a mi deporte al servicio de La Paz. El patinaje sobre hielo tiene esa capacidad de unir a las personas y juntándonos a disfrutar un fin de semana hemos dado de comer a mucha gente gracias a colaborar con World Central Kitchen y contribuir así a la labor que desempeñan allí donde más lo necesitan. Creo que es una gran prueba de lo importante que es el deporte como herramienta social.
Diez veces campeona de España, medallista en el Grand prix. ¿Qué sueñas o soñáis para el futuro?
La verdad que como deportista he conseguido todo lo que he soñado, que básicamente es disfrutarlo a diario y mejorar como persona, aunque suene muy a tópico. Pero, en el fondo es lo que de verdad importa y más cuando tu resultado depende del juicio de otros. En el fondo, lo que te llevas del trabajo diario y de ese crecimiento es verdaderamente lo que importa y lo que nadie te puede quitar. Es la medalla que te llevas para toda tu vida, la persona en la que te conviertes y el aprendizaje que te da tu carrera deportiva.
Eso sí, un sueño sería ver como la danza sobre hielo en España crece y se convierte en una sede reconocida mundialmente.
¿Sientes que no se trata con cariño un deporte como el patinaje artístico? ¿Y a la mujer deportista?
Creo que se desconoce mucho… La gente lo ve y queda prendada por su belleza, pero para generar cultura y que la gente lo siga más a menudo se necesita entender e integrar dentro de lo popular. Creo que poco a poco lo vamos haciendo. Me atrevo a decir que es uno de los deportes con más potencial en España ya que tenemos mucho talento por explotar, unas pistas de hielo estupendas a las que se puede sacar mucho partido y solo necesitamos ese punto extra de confianza de empresas y entidades deportivas para apostar de verdad, construir una buena base y asegurar un crecimiento constante y cuidado de todas las disciplinas en España, que no les pase como a nuestra generación que al llegar al alto nivel se tengan que ir a patinar fuera de España.
Y en cuanto a la mujer deportista, creo que cada vez es más evidente que no se la puede dejar de lado, porque no hacen más que dar resultados y demostrar la calidad humana y deportiva que tienen. Está claro que aún quedan cosas que mejorar, pero espero que siga todo en esa dirección, hacia una igualdad real. Porque con 29 años ya eres una veterana..
¿Qué miedos tiene Sara?
Bueno, veterana en mi disciplina quizá sí se puede decir. Pero, cada vez más, la veteranía es algo irrelevante. Cada deportista es un mundo y cada uno tiene sus ritmos vitales. Hay algunos que su mejor momento lo encuentran más hacia la madurez, otros lo encuentran antes… Es algo que no se puede generalizar, mira Teresa Portela, 39 y aun ganando medallas.
Miedos, miedos… Pues que le pase algo a mi familia que no se pueda solucionar. Me he enfrentado ya a tantos miedos que casi los he acabado entendiendo como momentos de los que aprender y oportunidades de crecimiento. Pero en cuanto son cosas de salud que no puedes hacer nada al respecto sí que ahí es un punto de miedo más desagradable.
El día que dejes el patinaje ¿a qué te quieres dedicar?
Tengo muchos proyectos que me gustaría llevar a cabo, la verdad… Este deporte me ha abierto a tantas áreas que cualquiera de ellas podría ser una oportunidad de construir algo nuevo.