El Fútbol Club Barcelona, un enfermo económico que gasta como un rico
Pese a su delicada situación económica, el Barça es el club español que más ha gastado en fichajes
No está siendo este mercado de fichajes de verano especialmente activo; ni parece que lo vaya a ser de aquí al 31 de agosto, que es la fecha fijada para su conclusión. Pero sí es especialmente llamativa la situación del Fútbol Club Barcelona. Lleva hasta la fecha cuatro incorporaciones; la última de ellas, además, está claramente entre los grandes fichajes del verano: el de Robert Lewandowski procedente del Bayern de Múnich.
Al internacional polaco le han precedido Christensen, Kessié y Raphinha. Bien es cierto que los dos primeros han llegado libres al concluir los contratos con sus anteriores clubes, el Chelsea inglés y el Milan italiano. Luego el Barcelona solo ha tenido que pagar la ficha acordada con el jugador.
Cantidades que no son oficiales pero que sitúan al danés con una ficha entre cinco y seis millones netos (10- 12 brutos) hasta el 2026. En el caso del malí ronda los 6,5 millones de euros netos más complementos también para las próximas cuatro temporadas. Luego sólo en sueldos, ambas operaciones le supondrán al club cerca de 25 millones de euros por temporada.
En el tercer fichaje, Raphinha, ya han tenido que negociar con el club de origen del jugador, el Leeds United. Según el propio Fútbol Club Barcelona la operación de traspaso se ha tasado en 58 millones de euros fijos y cerca de 12 en variables. Dinero que tendrán que pagar a plazos para poder acometerlo.
El brasileño firma cinco temporadas con un sueldo también cercano a los seis millones de euros.
Y este intenso mercado se completó el sábado pasado cuando el Barcelona y el Bayern anunciaron un principio de acuerdo por Robert Lewandowski. Operación que hablan de 46 millones para el Bayern de Munich, club hasta ahora del jugador, más otros cinco en variables. Otros sin embargo la cifran en 60 millones. Dinero que el Barcelona irá abonando en las cuatro temporadas (tres más una opcional) que ha firmado el delantero. En cuanto a la ficha del jugador, se cifra en nueve millones de euros netos por temporada, unos 18 millones de euros brutos.
Luego numéricamente el Fútbol Club Barcelona ya deberá soportar esta próxima temporada cerca de 55 millones de euros brutos por estos cuatro fichajes. Cantidad que se incorpora a la masa salarial de la plantilla, una de las más sobredimensionadas. A esto hay que sumar los 93 millones de euros fijos en gastos de traspaso por dos de las operaciones más otros 17 en variables. Un total de 110 millones que podrían llegar a 120 millones, si bien son cantidades que deberá ir pagando en los próximos años.
En el podio de los clubes más gastadores del verano
Estas cifras sitúan actualmente al club azulgrana entre los que más han gastado de toda Europa. También está el Manchester City, con 108 millones, debido a las incorporaciones de Erling Haaland (60) y Kalvin Phillips (48). Por contra, los citizens han ingresado 120 millones.
En este podio está también el Leeds, que ha gastado 105 millones en seis jugadores: Brenden Aaronson (33), Luis Sinisterra (28), Tyler Admas (17), Rasmus Kristensen (13), Marc Roca (12) y Darko Gyabi (6). Inversión que han logrado contrarrestar 106 millones en ingresos. No debemos olvidar al Bayern de Munich con el fichaje de De Ligt, por el que pagará 80 milllones a la Juventus de Turín.
El único con un coste salarial negativo
Ahora falta saber, y esa es la gran duda, de cómo va a afrontar el Fútbol Club Barcelona todas estas operaciones. Especialmente a partir del próximo 31 de julio cuando se haga oficial el nuevo límite de coste de plantilla por parte de la Liga de Fútbol Profesional. En el último, publicado el pasado 12 de marzo, el Barcelona presentó un índice negativo de -144.353 millones de euros.
En el capítulo de ingresos son ahora mismo cerca de 30 los millones que ha ingresado por la venta de Coutinho (20) y Rey Manaj (2,5),a los que hay que sumar 3 kilos por la tarifa de cesión de Trincao al Sporting de Portugal. En el caso de Coutinho se suma la elevada cifra que cobraba en el club azulgrana. Alrededor de 16 millones de euros netos al año, es decir alrededor de 32 millones brutos.
Pero llegados a este punto, parece claro que el club debe vender a otro jugador para seguir liberando masa salarial.
Y aquí es donde aparece la figura de Frankie de Jong donde el club espera poder sacar 75 millones de euros. A lo que se sumaría su sueldo de 14 millones de euros netos, 28 euros brutos por temporada. En este capítulo de salidas está también Pique, así como una generalizada bajada de sueldos a la plantilla. Un escenario difícil por ley y viendo las fichas que van a pagar a los recién llegados.
Las famosas palancas como tabla de salvación
Y es aquí donde aparecen las ya famosas ‘palancas’ como tablas de salvación. El pasado 29 de junio el Barcelona cerró la primera de ellas con una sociedad inversora norteamericana a quien le ceden la explotación del 10% de los derechos audiovisuales para los próximos 25 años. Operación que han cifrado en 207,5 millones de euros.
Pero aún queda por cerrar la segunda e incluso una tercera palanca. La segunda corresponde a otros 15% de sus derechos de televisión también por el mismo período y que le reportaría entre 320 o 330 millones de euros. Es decir, en términos globales son más de 500 millones por ceder el 25% de sus derechos de televisión.
¿Esto es suficiente? Habrá que esperar al citado 31 de julio para conocer el estado de las cuentas azulgranas y hasta qué punto puede ya inscribir jugadores. Porque fichar no es lo mismo que inscribir. Esto último es lo que habilita a cualquier equipo poder contar con sus futbolistas en todas las competiciones. Tanto en la Liga como en la Liga de Campeones. Y de momento el Barcelona no ha podido inscribir a ninguno de sus nuevos fichajes. No es descartable que el club azulgrana tenga que activar una tercera palanca con derechos de otras de sus propiedades.
Es la Liga como patronal organizadora de la competición y regente del Fair Play financiero quien dicte sentencia y determine en unas semanas la salud de un club que ahora mismo está «enfermo» económicamente y que sin embargo está gastando como si fuera un nuevo rico.