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¿Qué hay detrás del «abuso sistemático» al que estaban sometidas las futbolistas en EEUU?

Un informe de la Federación revela que una de las mejores ligas femeninas del mundo estaba repleta de comportamientos abusivos

¿Qué hay detrás del «abuso sistemático» al que estaban sometidas las futbolistas en EEUU?

Partido entre el Angel City FC y las Portland Thorns. | Europa Press

La liga estadounidense de fútbol femenino (NWSL, por sus siglas en inglés) es una de las mejores del mundo, si no la mejor. Dado su prestigio, nadie podía imaginar que era, además, un lugar siniestro en el que las jugadoras estaban sometidas a un «abuso sistemático».

Es el escándalo que ha sacado a la luz una investigación independiente –aunque encargada por la Federación estadounidense– sobre las denuncias de mala conducta en la NSWL. Tanto el abuso verbal y emocional como la conducta sexual inapropiada están en el corazón de estas revelaciones. La investigación, realizada por la exfiscal general de Estados Unidos Sally Yates y el bufete de abogados King & Spalding, saca a la luz un patrón de «comentarios con carga sexual, insinuaciones sexuales no deseadas y contacto sexual coercitivo».

Un informe de 172 páginas y 200 testimonios

Para realizar el informe, de 172 páginas, los investigadores entrevistaron a más de 200 jugadoras de la liga –muchas de ellas, además, integrantes de las diferentes selecciones nacionales de EEUU. Lo que se encontraron: fórmulas de abuso por parte de los entrenadores, manipulación y represalias para quienes osaban levantar la voz.

«Nuestra investigación ha revelado una liga en la que el abuso y la mala conducta -el abuso verbal y emocional y la mala conducta sexual- se habían convertido en algo sistemático, que abarcaba múltiples equipos, entrenadores y víctimas», asegura la exfiscal Yates en el resumen del informe. Los abusos en la liga de fútbol femenino de Estados Unidos tienen sus raíces en «una cultura más profunda» que «normaliza los abusos verbales de los entrenadores y difumina los límites entre estos y las jugadoras», sostiene, además.

El origen de la investigación

Detrás de esta investigación está la labor periodística del diario deportivo The Athletic, por un lado, y la del Washington Post, por otro. El primer artículo rezaba lo siguiente: «Exjugadoras acusan al entrenador de North Carolina Courage, Paul Riley, de coerción sexual». El segundo aseguraba: «’A nadie le importa’: las jugadoras de la NWSL dicen que la Federación no actuó sobre las denuncias de abuso contra el entrenador de las Red Stars».

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El entrenador de North Carolina Courage, Paul Riley. | EP

Ambos artículos son de hace un año, de octubre y noviembre de 2021. Las acusaciones entonces adquirían nombre propio: el citado entrenador Riley y el míster de las Red Stars de Chicago, Rory Dames. Más tarde se unió al tridente Christy Holly, director deportivo del Racing Louisville. A partir de ese momento, la maquinaria de la investigación se puso en marcha.

Fue la presidenta de la Federación, Cindy Parlow Cone, exjugadora de la selección nacional femenina de Estados Unidos que asumió el cargo en 2020, la que inició la investigación hace un año. Para que fuera independiente decidió acudir a la exfiscal y al bufete citados.

«Cada vez que pierdas el balón te voy a tocar»

Desde broncas incesantes, pasando por insultos constantes sobre el aspecto físico de las jugadoras, sobre su capacidad intelectual o incluso sobre su rol como madres, hasta un control excesivo de sus vidas que violaba su intimidad. Pero eso no era todo. También hubo toqueteos, mensajes telefónicos sexualmente explícitos, e incluso relaciones sexuales completas y coercitivas.

Christy Holly llamó a la defensora Erin Simon para visionar su último partido. ‘Cada vez que pierdas un balón te tocaré’, le advirtió. En aquel encuentro, la futbolista había tenido muchas pérdidas de balón

En el caso de Christy Holly, hay un ejemplo muy gráfico. El director deportivo del Racing Louisville llamó en una ocasión a su despacho a la defensora del equipo Erin Simon. La jugadora sabía lo que podía ocurrir, por lo que se vistió con prendas que le harían difícil alcanzar sus partes más íntimas. Al llegar, Holly le avisó: iban a visionar el último partido y le iba a tocar cada vez que ella perdiera el balón. En aquel encuentro, la futbolista había tenido muchas pérdidas de balón.

Además de los tres entrenadores mencionados, hay muchos otros implicados salpicados por este escándalo. Pero el informe insiste en estas tres figuras por ser las más evidentes de todas. No todos los casos describen abusos sexuales, esa es solo la punta del iceberg. El documento pone de manifiesto una serie de maltratos y abusos a todos los niveles y revela algo incluso más preocupante: la inacción de los responsables del bienestar de las jugadoras.

Inacción de los equipos y de la liga

El informe sostiene que tanto los equipos, como los funcionarios de la liga y de la Federación de Fútbol de Estados Unidos «no respondieron de forma adecuada cuando se enfrentaron a las denuncias de las jugadoras y a las evidencias de los abusos». Tampoco «instituyeron medidas básicas para prevenirlo y abordarlo, incluso cuando algunos líderes reconocieron en privado la necesidad para la protección del lugar de trabajo».

Eso permitió que el entrenador abusivo pasara de un club a otro con comentarios positivos que ocultaban la mala conducta. Cuando había un problema, en lugar de abordarlo, se quitaban ‘el muerto’ de encima. Tanto la liga como la Federación «permanecieron en silencio», reza el informe. «Y nadie en los equipos, la liga o la federación exigió algo mejor de los entrenadores».

Un punto de inflexión

La liga y la Federación ya se han puesto manos a la obra. Para la presidenta del ente federativo, «los hallazgos de esta investigación son desgarradores y profundamente preocupantes y el abuso descrito es imperdonable y no tiene cabida en ningún campo de juego, en ningún centro de entrenamiento o lugar de trabajo».

«Tengo fe en que podemos usar este informe y sus recomendaciones como un punto de inflexión crítico para todas las organizaciones encargadas de garantizar la seguridad de los jugadores». «La Federación está totalmente comprometida a hacer todo lo que esté a su alcance para garantizar que todos los jugadores, en todos los niveles, tengan un lugar seguro y respetuoso para aprender, crecer y competir».

Para evitar estos comportamientos abusivos en el futuro, se establecerá una nueva oficina de seguridad en el seno de la Federación. Hay quien dice que las medidas son insuficientes. Ante esto, Cone responde: «Estamos tomando las medidas inmediatas que podemos hoy». «Podemos crear un cambio significativo y duradero en todo el ecosistema del fútbol», vaticina.

Megan Rapinoe se convierte en imagen de Victoria's Secret
La estrella de Estados Unidos, Megan Rapinoe. | Foto: Agencias

De momento, las voces más influyentes de esta liga están demandando unas medidas más contundentes, como retirar de sus cargos a algunos de los responsables de los equipos afectados. Es el caso de la mediática Megan Rapinoe. «No creo que Merritt Paulson esté cualificado para ser el propietario en Portland. Tampoco creo que Arnim Whisler lo esté para ser propietario en Chicago», ha aseverado.

De hecho, estos directivos anunciaron el martes que dejarán la gestión de estos dos equipos después de aparecer en el informe como encubridores de las conductas abusivas. Ambos propietarios dejarán de estar al frente del día a día y de la gestión de sus respectivos clubes, aunque de momento no han anunciado si venderán o no esos equipos.

Además, las Thorns despidieron el miércoles a dos ejecutivos: Gavin Wilkinson, presidente de fútbol en este conjunto, y Mike Golub, presidente de negocios. Está por ver si seguirán depurándose responsabilidades en el mayor escándalo de abusos de una liga en Estados Unidos. Una liga que sigue siendo una de las mejores del mundo del fútbol femenino.

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