El Congreso aprueba la nueva Ley del Deporte con los votos en contra de PP y Vox
La norma reconoce el derecho a la actividad física y el deporte y entre sus novedades introduce medidas a favor de la igualdad y contra la discriminación
Un año y cinco días después de su aprobación por el Consejo de Ministros, la nueva Ley del Deporte, la tercera del periodo democrático, acabó este jueves su tramitación parlamentaria al recibir el respaldo del Pleno del Congreso, que aceptó todas las enmiendas procedentes del Senado.
La aprobación y próxima publicación del texto en el BOE renovará la normativa que rige desde octubre de 1990 y cumplirá el compromiso del Gobierno con la Comisión Europea para percibir los fondos europeos del Plan de Recuperación, destinados a la modernización del modelo español.
Mientras que Antón Cacho, del Grupo Socialista, defendió que la ley «es un avance significativo en los derechos de los deportistas, en la igualdad y en la inclusión» y que «actualiza el sistema deportivo e introduce nuevos estándares de transparencia y gobernanza», los grupos de la oposición se debatieron entre la oposición frontal, como el PP, por considerar que es «papel mojado», y Vox, que la definió como «la peor ley de la democracia», y la admisión de un texto «de mínimos» (Grupo Vasco), «mejorable» (Plural) y que les deja «parcialmente contentos» (Republicano).
La nueva ley reconoce el derecho a la actividad física y el deporte y entre sus novedades introduce medidas a favor de la igualdad y contra cualquier tipo de discriminación en el deporte por razón de género, orientación sexual, raza o discapacidad.
Define los derechos y deberes de los deportistas y diferencia estos entre profesionales, no profesionales, de alto nivel (los califica el Consejo Superior de Deportes), alto rendimiento (los califican las comunidades autónomas) y ocasionales (que obtienen una licencia para una actividad concreta).
Entre los derechos de los profesionales se incluye la conciliación con su vida familiar, académica y profesional; medidas de especial protección en su derecho a la maternidad y paternidad y de protección que permitan su reincorporación laboral al finalizar sus carreras.
También incluye capítulos sobre voluntariado, deporte universitario y en edad escolar; reconoce la Conferencia Sectorial del deporte como órgano de interlocución entre todas las administraciones y elemento de cohesión territorial, elimina la obligación de ser sociedad anónima deportiva para participar en competiciones profesionales y modifica las competencias del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), que dejará de resolver sobre infracciones de las reglas del juego.