La "pesadilla" de Jorge Lorenzo con Hacienda: "Ha sido una injusta y retorcida persecución"

El expiloto ha vivido un calvario de más de cinco años, que ha acabado con el fallo de la Justicia a su favor frente a la Agencia Tributaria

Un «escarnio», una «caza de brujas» y una «retorcida persecución». El triple campeón del mundo de motociclismo Jorge Lorenzo publicó este lunes una carta abierta a través de sus redes sociales en la que denunció la «pesadilla» a la que la Hacienda española le ha sometido en los últimos años por una inspección de sus ejercicios fiscales de 2013 a 2016.

La Agencia Tributaria comenzó sus pesquisas hacia el expiloto en junio de 2017, desafiando la condición del piloto de residente fiscal suizo. Lorenzo explica que se fue a vivir a Lugano (Suiza) por el entorno, por los entrenamientos y, también por un régimen fiscal «mucho más razonable y menos agresivo y confiscatorio» que el de España.

Lorenzo relata entonces el proceso de «persecución» al que le sometió Hacienda, que incluyó requerimientos a sus patrocinadores y a sus equipos, adelanto de pagos para evitar «embargos y situaciones humillantes» e incluso el envío de emisarios que le exigían firmas de documentos «minutos antes de subirse a la moto para empezar una carrera». Eso provocó el «descrédito» del piloto ante la opinión pública haciéndole parecer «como un defraudador».

Ese «escarnio», asegura Lorenzo, acabó por afectar a su rendimiento deportivo. «Como profesional, siempre he tratado de permanecer concentrado en las carreras aislándome del ruido de terceros. Pero debo reconocer que la presión y angustia que me generó esta injusta y retorcida persecución de la Hacienda Española acabó afectándome en mi vida profesional», lamentó.

Ya retirado del motociclismo, la justicia acabó dándole la razón al expiloto. En junio de 2021, el Tribunal Económico Administrativo Central falló a su favor respecto de los años 2013, 2014 y 2015. Finalmente, en diciembre de 2022 el Tribunal Económico Administrativo Regional de Cataluña cerró también el contencioso respecto al ejercicio de 2016. «Ahora bien, nunca hubo ningún tipo de reparación del daño causado. Ninguna indemnización por los perjuicios. Ni una disculpa, pública o privada, carta o llamada. Nada», lamenta Lorenzo sobre la actitud de Hacienda.

El laureado piloto no tiene dudas de que los impuestos son «necesarios» y afirma que está «orgulloso» de contribuir», sobre todo cuando los fondos públicos están bien gestionados, aunque «no siempre sea el caso». «Pero lo que es también innegable es que los impuestos hay que pagarlos allí donde se viva. La Hacienda Española inició una caza de brujas y creyó encontrar un cabeza de turco. Se equivocaron. Eso sí, nadie me va a devolver las noches sin dormir ni la paz que necesitaba para concentrarme en los circuitos», concluye Lorenzo.