Lendoiro: «El 'caso Negreira' es la noticia más triste para el fútbol español»
Quien fue presidente del Deportivo de La Coruña durante más de 30 años cree que el daño de imagen causado por la polémica es «brutal»
Augusto César Lendoiro, presidente del Deportivo desde 1988 hasta 2014, no se muerde la lengua cuando habla de la polémica del ‘caso Negreira’. Aunque defiende la honestidad del estamento arbitral, cree que el daño de imagen que ha causado ya el asunto al fútbol español es «brutal», y pide a los organismos deportivos y judiciales que actúen «cuanto antes». Conversamos con el histórico dirigente gallego sobre las posibles implicaciones de un caso que ya ha sacudido La Liga.
PREGUNTA.- ¿Qué opinión le merece todo el turbio asunto del Barça y Enríquez Negreira?
RESPUESTA.- Me parece deleznable. Se trata de la noticia más triste de la historia del fútbol español, porque nos daña a todos, no solo al Barcelona.
P.- ¿Usted cree que pudo haber amaños de partidos?
R.- No. Sería como aceptar sin pruebas una relación causa-efecto. Por eso son imprescindibles las investigaciones judiciales, periodísticas, del CSD, de la Federación Española de Fútbol, de la Liga… Quiero que ofrezcan datos probados de este feo asunto.
P.- Pero usted acaba de decir que «esto no ha hecho nada más que empezar»…
R.- Sí. Estamos en el primer tiempo del trofeo de la decencia de nuestro fútbol. Nos quedan el segundo, la prórroga y hasta los penaltis. Aquí aún no ha hablado nadie, ni clubs, ni siquiera los árbitros de esos años, que pueden estar siendo señalados por unas aficiones que comienzan a manifestar su preocupación por partidos determinados.
P.- ¿Qué más cosas pueden salir de todo esto?
R.- Lo primero es saber en qué año y qué presidente inició la relación millonaria Barça-Negreira. Se habla de Joan Gaspart, pero no sería nada de extrañar que se demuestre que ha sido en época de José Luis Nuñez, con Gaspart de vicepresidente, que es cuando Negreira deja el arbitraje en activo.
Cada día, como se está viendo, saldrán árbitros y presidentes de clubs de entonces que pueden dar a luz bombazos inesperados.
P.- ¿Qué culpa tienen en todo esto Enríquez Negreira y el Fútbol Club Barcelona?
R.- Imposible valorar la responsabilidad de uno y otro sin conocer cómo y quién promovió la relación. sin más datos, yo repartiría las culpas a partes iguales.
«Me mosqueé de forma muy especial en un Barcelona – Deportivo»
P.- ¿Usted vio algo extraño en los años que fue presidente del Deportivo? ¿Algún arbitraje que le mosqueara por las cosas que pasaron?
R.- Te contestaré el día que se conozca con exactitud la fecha del inicio de una relación que nunca debió existir, porque claro que me mosqueé, y mucho, de forma muy especial en un Barcelona-Deportivo.
P.- ¿Usted tuvo un asesor arbitral en el Deportivo? ¿Qué hacía?
R.- Asesor arbitral yo no he tenido, pero sí tuve, durante 25 años, a un exárbitro coruñés, conocido como Barritos, como delegado del equipo. Su salario, por dedicación exclusiva al club, era de unos 2.000 euros al mes, estando todo el día a disposición de los jugadores, incluidos entrenamientos y desplazamientos. Además, indicaba cómo arbitraba el colegiado e instruía sobre modificaciones de las reglas de juego.
Respecto a su relación con el árbitro de turno, solo trataba de facilitar lo que ellos necesitasen, ya fuera antes, durante o después de los partidos.
«El estamento arbitral es el verdadero soporte del fútbol»
P.- ¿Qué piensa sobre que ya no sea posible sancionar disciplinariamente al Barcelona?
R.- Yo diría que la cosa no está tan clara. Si en España se habla de sanciones deportivas o penales, existen diferentes interpretaciones y ya no digamos si las sanciones pueden llegar a producirse por la actuación de organismos internacionales tanto desde la unión europea como desde UEFA o FIFA. Yo estaría muy preocupado.
P.- ¿Usted cómo sancionaría?
R.- Sancionar, o no sancionar, depende solo de lo que digan las normas en vigor, nacionales e internacionales, deportivas o penales, sobre casos como este.
P.- ¿Augusto cree en la pureza del estamento arbitral?
R.- Sin duda alguna. Es el soporte verdadero del fútbol. Por eso es tan importante que se aclare este asunto, porque serán infinidad las preguntas que quedarán sin respuesta. Por eso es también imprescindible que se manifiesten los árbitros de esa época, ya sea de forma individual o personándose como colectivo en el más que previsible juicio.
«Es inexplicable el pago durante casi dos décadas»
P.- ¿Si se probase que este acuerdo buscaba influir en los árbitros, debería haber castigo penal para los implicados?
R.- No debemos adelantarnos a la lección. Dejemos que primero hablen los tribunales y, después, podemos valorar los hechos. Seríamos terriblemente injustos si ahora, sin prueba alguna, señalásemos al colectivo arbitral, y no solo en base al derecho de presunción de inocencia, sino porque creo, a pies juntillas, en la honestidad de los colegiados.
P.- ¿Cómo se explica que le pagaran durante casi dos décadas esas cantidades solo por vídeos e informes arbitrales?
R.- A primera vista es inexplicable… y más si, como se dijo desde el club, no existe un contrato que sirva de soporte a esos pagos millonarios.
P.- ¿Usted pondría la mano en el fuego por Joan Laporta, por Joan Gaspart o por Bartomeu?
R.- A pesar de que en esa época Barça y Deportivo peleábamos de tú a tú por alcanzar los títulos, yo siempre tuve a los azulgranas en un pedestal, como gran club que ha sido, es y será. Mi relación personal, y a nivel de clubs, fue siempre extraordinaria. Con Joan Gaspart, con Sandro Rosell, Joan Laporta o con José María Bartomeu, fuera de típicos choques por temas deportivos, fueron relaciones excepcionales.
«El caso Negreira es infumable, lo haga quien lo haga»
Ahora bien, si usted me pregunta por el caso Negreira, que parece afectó a toda esa etapa, le tengo que decir, con auténtico dolor de corazón, que es infumable, lo haga quien lo haga y el club que lo haga, y estoy convencido de que esta reflexión que hoy estamos haciendo, será compartida, en muy buena parte, tanto por ellos, a los que conozco bien, como por el seny de infinidad de aficionados culés.
P.- ¿Esto le hace mucho daño al fútbol español?
R.- Creo que el daño es brutal, porque el caso ya ha llegado a todos los rincones del mundo… y, en algunos casos, con interpretaciones tergiversadas y muy interesadas en vender la imagen ficticia de una liga española adulterada, cuando no existe prueba alguna que lo justifique.
P.- ¿Está el arbitraje español bajo sospecha?
R.- Para mí, en absoluto, pero es evidente que debe revelarse la verdad. Ha aparecido un «garbanzo negro» y, para demostrar que no existen más, es necesario que se investigue muy a fondo desde el inicio de la relación y que se manifiesten dirigentes del Comité de Árbitros, colegiados y presidentes de clubs de aquellos años. Yo por eso he querido ser el primero en hablar con total claridad sobre el tema.
P.- ¿Usted se planteó alguna vez o se le pasó por la cabeza que esto pudiera pasar en nuestro fútbol?
R.- Nunca pude imaginar algo parecido. Por eso considero esta noticia como la peor de la historia del fútbol español, porque entiendo que al fútbol lo sostienen dos columnas: el balón y el árbitro. Si una se debilita o falla, todo se viene abajo.