El Real Madrid, «harto y desconcertado» con el estamento arbitral
«El madridista percibe que tras casi 20 años (demostrados) de pagos del FC Barcelona a Enríquez Negreira, al que colocan en el foco arbitral es al Real Madrid»
Cunde la desesperanza en Chamartín. Tanto, que ya ni los más osados u optimistas creen en la conquista del campeonato nacional de Liga a pesar de que las exigencias del guion obliguen a competirla. Conste que la autocrítica va por delante, así que los problemas (desde el césped y en la planta noble) comienzan a analizarse por lo estrictamente futbolístico: «Nos está faltando eficacia goleadora». «Eficacia», esa es la palabra que más repitió Ancelotti en el vestuario, en la rueda de prensa y en su propia cabeza tras el partido del domingo en el Villamarín. Un gol en los últimos tres partidos sustenta su paranoia. Lo que no se mantiene, ni se explica, ni se sujeta, aun con cemento armado, es la antes «sibilina» y ahora «descarada doble vara de medir arbitral». En el Madrid ya dudan de todo. Paso a explicarles los motivos.
Las quejas del Madrid
Corría el minuto 85 en el FC Barcelona vs Valencia en el Camp Nou. Los culés vencen por 1 a 0. Fran Pérez se interna dentro del área y Kessie lo derriba sin tocar el balón. Alberola Rojas se lleva el silbato a la boca, parece que va a pitar penalti, pero concede córner. Los más ingenuos confían en la corrección del VAR, ya que el error es flagrante y el colegiado castellano-manchego ha pitado justo lo único que no había sucedido. La intervención, que podría dar un vuelco al campeonato, nunca llega. Y la cornada, que es de doble trayectoria porque afecta a Valencia y Real Madrid, sólo parece soliviantar a las huestes madridistas… No les voy a negar que la actitud del conjunto ‘che’ ha sorprendido en castellana. Todavía se recuerda el tuit del community manager valenciano tras un Real Madrid- Valencia CF de hace apenas un año que rezaba: «Lo de los robos en Madrid empieza a ser algo repetitivo @lacasadepapel». Como les digo, asombra en la casa blanca que un Valencia en puestos de descenso y jugándose el futuro de la entidad no alce la voz vía redes en esta ocasión.
Ahora bien, lo anteriormente relatado se queda en nada si analizamos el mosqueo arbitral que maneja el club blanco tras lo sucedido con Soto Grado en el Betis vs Real Madrid. Los de Carlo Ancelotti no entienden «la falta de personalidad» del trencilla en tres acciones concretas. La primera es la agresión de Ruibal a Camavinga en carrera y sin balón de por medio. Algo vio Soto Grado porque se interesó por el damnificado, pero desde arriba, los del VAR, no le concedieron la trascendencia que sí observan en Concha Espina.
La segunda es una criminal entrada de German Pezzela sobre el tobillo de Vinicius. Ya no es que el argentino (que se empleó con dureza sobre el canarinho durante todo el encuentro) no viera la roja en esta jugada; «es que se fue sin ver ni la amarilla». La tercera jugada es la más preocupante: quedan 10 minutos de encuentro, Benzema se interna en el área y William Carvalho lo derriba sin miramientos. Un Soto Grado estupendamente situado se lleva el silbato a la boca, pero no se decide a pitar. Los de la ayuda tecnológica tampoco le corrigen. El Madrid acaba «harto y desconcertado» ante la decepcionante performance arbitral en Heliópolis. Además, recuerdan con pena que Soto Grado es reincidente: es el mismo que pasó por alto la agresión de Fali a Rodrygo en el Real Madrid-Cádiz del mes de noviembre. Es también quien tras las protestas merengues por el poco tiempo añadido en un Madrid- Osasuna espetó a los jugadores: «Habéis tenido 90 minutos así que no me vengáis protestando por uno de añadido». Una actitud ‘peculiar’ la de Soto Grado…
Un ‘relato’ perdido
Les conté en su día que el famoso ‘relato’ es aquella fórmula que tienen los mass media y las redes sociales para manejar un mensaje a su antojo y que este cale entre los aficionados. Cuando el Real Madrid está de por medio el ‘relato’ dicta «que no se puede quejar de los árbitros«. Nunca, bajo ninguna circunstancia. O serás un indigno llorón. Saco este tema porque hablaba este domingo con madridistas desplazados al Villamarín. No salían de su asombro cuando, tras un equivocado saque de banda concedido a los merengues, las 60.000 gargantas béticas cantaron «así, así, así gana el Madrid». «Es muy injusto. Después del arbitraje que nos han hecho van y nos cantan esto y mientras al Barça alfombra roja y a recibirlos al aeropuerto». Esa es hoy la triste sensación del madridista; que tras casi 20 años (demostrados) del FC Barcelona pagando a Enríquez Negreira, el número dos de los árbitros de España, al que colocan en el foco arbitral es al Real Madrid. «Tenemos el relato perdido, Nacho». Ya lo creo amigo, y la Liga también…