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Lucas Eguibar, profesional del snowboard: «Tenía tanto dolor que me planteé dejarlo»

El deportista olímpico ha pasado por una dura lesión en la espalda y ahora por fin es capaz de competir con cierta normalidad

Lucas Eguibar, profesional del snowboard: «Tenía tanto dolor que me planteé dejarlo»

Lucas Eguibar. | Basque team

Lucas Eguibar (San Sebastián, 1994) acaba de conseguir el segundo puesto en el campeonato del mundo de snowboard, que ya ganó el año 2021. Ha pasado por una dura lesión, y ahora por fin es capaz de competir con cierta normalidad. Tal fue su gravedad que estuvo a punto de renunciar a su carrera profesional, pero las células madre acabaron con sus insoportables dolores de espalda.

PREGUNTA.- Primero dígame qué siente ahora mismo.

RESPUESTA.- Ahora mismo siento mucha satisfacción porque el año ha sido muy bueno, a pesar de no ganar el título. Teniendo en cuenta de dónde venimos, especialmente por el tema de los dolores, estoy muy contento. El trabajo hecho estos años está sirviendo, así que espero que el año que viene pueda luchar por el título.

P.- Enseguida vamos por lo positivo, pero vayamos a la cruda realidad: ¿que usted compita es un milagro?

P.- Que yo compita es un milagro. Sé que el año pasado lo pasé muy mal y dije varias veces que no me merecía seguir. Para mí esto es lo que siempre he querido hacer y ojalá que siga así. Pero con este dolor me planteé muchas veces dejarlo, porque ya no podía disfrutar. Quería no hacer nada y dejar todo a un lado. Ya no podía ni correr por la calle, y menos aún competir en lo mío.

P.- He leído que lloraba cuando se sentaba. ¿Cuántas veces pensó en mandar todo a paseo?

R.-Muchas veces, porque la temporada anterior, la siguiente a ganar el campeonato del mundo, ahí es cuando estuve peor de la espalda. El año pasado (2022) lo pudimos llevar con infiltraciones, pero al final del 2021 fue muy doloroso. Eran 10 o 20 minutos sentado en una cena con amigos y me tenía que ir a casa, porque estar sentado era un dolor insoportable. 

P.- ¿Cuál fue su peor momento?

R.- Mi peor momento fue nada más ser campeón del mundo, cuando acudí a una carrera. Conseguí quedar segundo y fue un auténtico milagro. ¡Me dolía muchísimo!. El viaje de vuelta del día después me lo pasé llorando en el tren. Recuerdo, además, que en el aeropuerto estaba tendido en el suelo. No podía más. Una semana más tarde es cuando ya tomé la decisión de parar, porque no podía. Tenía que viajar a Georgia y no podía. Necesitaba descanso y que me dijeran qué estaba pasando.

P.- ¿Cómo se pasa uno cada día pensando que apenas puede hacer una vida normal?

R.- Me dedico a este deporte y sé cuáles son sus posibles consecuencias. Yo sigo tirando, pero en 2022 no pude hacer ni tres bajadas, más de 30 minutos, por los dolores que tenía. Y aun así, fui a las competiciones. Bastante que pude competir ese año.

P.- ¿No pudo volver de Pekín tras participar por sus dolores en el 2022?

R.- En los juegos me infiltré y tuve una caída donde caí como sentado, con gran impacto para la columna. Volví a la habitación llorando y sabía que tenía que hacer las maletas porque tenía que viajar a Pekín y luego irme a Madrid. Es un viaje de más de 30 horas. Tuve que pedir al COE que me cambiaran los vuelos porque no podía soportar más, no podía volver. Al final, lo pudimos arreglar y me ayudaron en todo. Finalmente, me quedé varias semanas para descansar y días después me marché a España. 


«Esto de las células madre es milagroso»


P.- ¿Cómo dio con la solución de las células madre?

R.- Casualmente el doctor es el tío del marido de mi prima, es decir, un familiar lejano. Cuando me acercaba a la temporada 2022, el marido de mi prima me dijo que su tío, el doctor José Luis de Córdoba, era muy bueno. Como ya estaba a punto de arrancar la temporada, no podía cambiar toda la planificación. Y, además, entonces habíamos hecho una infiltración y decidimos seguir por ese camino.

Al acabar la temporada 2022, me fui directo a verle y me habló de las células madre. Me dijo: «Lucas, haz esto 100%, porque te va a ayudar». Y de los siete médicos que visité, fue el único que me dio una solución. Fue un milagro que este doctor, casi un familiar mío, me haya cambiado la vida. Esto de las células madre es milagroso.

P.- ¿Ahora mismo, qué me dice si le pregunto por su espalda?

R.- Yo tengo que seguir teniendo cuidado porque mi espalda no está perfecta. Me han arreglado un poco los discos, pero tengo que viajar con un fisio a todos los entrenamientos y carreras. Intento estirar siempre que llego de viaje. Antes notaba como mi columna se estaba rompiendo, y ahora no lo siento. Ahora noto que tengo que hacer estos ejercicios para poder estar mejor. Pero como me muevo y puedo entrenar, no se parece en nada a lo de antes. Y eso además repercute en los resultados. 

P.- Entiendo que son muchas horas de trabajo físico, infiltraciones… ¿Y el trabajo mental?

R.- Creo que se aprenden muchas cosas con el día a día. Si esta situación se me presenta hace unos años, seguro que no hubiera aguantado y habría tirado la toalla. Pero como vas poco a poco, te vas haciendo a la situación y tirando para adelante. Yo quería luchar por esto y es lo que me ha hecho aguantar. En las carreras me dolía y no me quedaba otra que aguantar. Es verdad que son bajadas de un minuto, pero yo estaba en la pista desde las ocho de la mañana hasta las dos de la tarde. Intentaba repartirme los momentos, relajarme cuando podía y concentrarme en la carrera que sabía que era un minuto. Competición y descanso, era la forma de engañar.

«Toda la gestión de los nervios la he llevado muy bien»


P.- ¿Qué importancia ha tenido la parte psicológica
?

R.- Lo psicológico a la hora de competir es lo más importante. Sea cual sea el deporte, tienes que estar tranquilo, saber lo que tienes que hacer y no dejar que los nervios se apoderen de ti. Lo mental es muy importante. Este año lo he sabido gestionar muy bien porque he llegado a la última carrera con opciones al título y toda la gestión de los nervios la he llevado muy bien. Yo intento pensar en lo mío, cerrar los oídos, no hacer caso…

P.- Y por fin este año ha vuelto a disfrutar. ¿Cuál ha sido su mejor momento?

R.- Marzo. He tenido cinco carreras, pero este mes entero ha sido un momentazo, aunque sólo gané la carrera de Sierra Nevada. Hemos tenido cinco pruebas del campeonato del mundo y yo he hecho cuatro finales. Creo que es una constancia que llevaba mucho años buscando. Y en carreras donde veía que apenas tenía opciones de conseguir puntos, al final he rascado alguno. Y lógicamente el mejor fue Sierra Nevada porque conseguí la victoria. Pero estoy muy satisfecho y orgulloso de toda la temporada donde he logrado mantener un nivel buenísimo durante todo el año.

P.- ¿Y para el futuro, qué?

R.- El futuro es intentar competir al mismo nivel. Ahora en mayo tengo que ir a probar las nuevas botas, las nuevas tablas. He acabado muy contento y quiero seguir igual.

«La medalla olímpica la veo lejos todavía»

P.- ¿Su gran anhelo es una medalla olímpica?

R.- La medalla olímpica la veo lejos todavía. Después de todo lo de la espalda tengo que ir poco a poco. Lógicamente quiero llegar a Milán y si puedo llegar a los siguientes en el 2030, lo voy a intentar. Soy joven, y con los momentos que han pasado, prefiero ir poco a poco y centrarme ahora en descansar, disfrutar de mi familia y luego empezar a preparar el año que viene. Será el momento de ver en qué cosas hemos fallado porque, a pesar de haberlo hecho muy bien, hemos tenido fallos. Y a tirar para adelante como siempre.

P.- ¿Cómo acaba un chico de San Sebastián haciendo snowboard? ¿Dónde entrena?

R.- Mi familia ya me llevaba a entrenar con apenas dos años. Mi madre ha sido muy esquiadora y por esa línea seguimos los tres hermanos. Yo competía prácticamente todos los fines de semana en invierno. Incluso estuve viviendo en Jaca para poder entrenar todos los días. De ahí me viene todo. 

Ahora entreno en Formigal, pero siempre he entrenado en Aragón (Candanchú, Astún, etc), pero es verdad que para entrenar mi deporte hay que irse fuera. Ahora me iré a Austria, donde vive mi entrenador. La pretemporada la solemos hacer en Suiza o Italia. Siempre hay zonas glaciares donde haya nieve.

P.- ¿Se cree maltratado? Todo se lo lleva el fútbol en este país. Y ya que estamos, ¿de qué equipo es?

R.- No, para nada, al final es lo que la gente pide. Los periódicos deben intentar vender y si la gente reclama fútbol, pues me parece bien. En Austria la gente reclama el esquí. Es la cultura que tenemos. No me siento maltratado, para nada. Y mi equipo es la Real Sociedad. Es un equipo que está luchando ahora por buenos puestos. Estoy super contento, la verdad. Sí me gustaría que nos hicieran más caso, pero es lo que la gente pide. Los medios no tienen la culpa. Lo bueno es que los deportes minoritarios están empezando a tener apoyo por parte de las marcas, la gente se está interesando.

«Apoyo el deporte limpio 100%»

P. ¿Sabe lo que es el caso Negreira?

R.- No mucho, sé lo que es. El tema de los árbitros y el Barcelona [Se ríe], pero no tengo mucha idea. Tampoco quiero especular. Me encanta el fútbol, pero siento que salen muchas cosas detrás de todo esto. Que en un deporte tan bonito como es el fútbol pasen todas estas cosas es algo que deberíamos sancionar totalmente. El deporte tenemos que cuidarlo. Pasan cosas de este tipo en todo el mundo y seguro que pasarán. Me gusta que el deporte sea limpio como en los controles antidopaje que nosotros tenemos. Apoyo el deporte limpio 100%.

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