Apelación reduce a tres partidos el cierre de una grada de Mestalla por los gritos de «mono» a Vinicius
Además bajar la multa económica de los 45.000 euros impuestos por el Comité de Competición a 27.000
El Comité de Apelación de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha reducido de cinco a tres partidos la sanción del cierre parcial de una grada del Estadio de Mestalla por los incidentes del pasado domingo en el Valencia-Real Madrid y los insultos racistas al madridista Vinicius Jr.
Según ha informado el organismo en su resolución de este viernes, ha decidido estimar parcialmente el recurso formulado por el conjunto valencianista y dejar en tres encuentros la clausura de la ‘Grada Mario Kempes’ del feudo ‘che’, además de bajar la multa económica de los 45.000 euros impuestos por el Comité de Competición a 27.000.
La decisión de Apelación llega un día después de que rechazase la medida cautelar «urgente» del castigo impuesto por Competición solicitada por el Valencia, algo que volvió a solicitar el club valenciano en su nuevo recurso.
El conjunto ‘che’ alegó la nulidad de la resolución de instancia «por no seguir el procedimiento realmente indicado y producirle así indefensión, no habiendo podido tampoco analizar la prueba videográficas por habérsele remitido solo unas horas antes», por haber acreditado «el cumplimiento diligente de sus obligaciones y la adopción de las medidas de prevención exigidas» y por entender que «al menos los hechos no debieron calificarse un modo tan grave como se hizo y apreciar la concurrencia de una circunstancia atenuante».
En este sentido, Apelación desestimó el aspecto de la indefensión y subrayó que «hay dos hechos relevantes a la hora de depurar la responsabilidad» del Valencia como el «evidente» de que hubo «cánticos o insultos claramente racistas» y que además perturbaron «notoriamente» el desarrollo del partido, los cuales «hacen responsables al club local de lo sucedido». Además, le recuerda al Valencia que este «no es ajeno» a estos cánticos de ese sector del estadio ya que ha sido objeto de «la apertura de numerosos expedientes» que, «en su mayoría», ha acabado con «sanciones disciplinarias».
«Ello, sin duda, permite concluir que el club es consciente del lugar de su estadio donde existe mayor riesgo o posibilidad de que sucedan hechos como los acontecidos el pasado fin de semana lo que, a su vez, determina que es responsabilidad del club la toma de decisiones con ese sector de la grada en aras de que no se produzcan incidentes de esta índole», añadió la resolución.
Además, considera «achacable al club la falta de previsión y de diligencia» el que también hubiese cánticos racistas en las inmediaciones de Mestalla, los cuales denotaron «gran animadversión» hacia Vinícus y la existencia de un clima hostil que, sin duda, debió hacer que el club y su servicios de seguridad «extremaran las medidas preventivas» para que no sucediese algo similar en el interior del estadio.
Del mismo, el comité señala que pese al «cumplimiento diligente» de las obligaciones del club valencianista en las medidas de prevención, no le puede «exonerar de la responsabilidad porque, aunque adoptó bastantes medidas, se ha demostrado que fueron insuficientes o que debieron intensificarse a la vista de los precedentes de incidentes, precisamente de ese sector de la grada».
Sin embargo, Apelación también cree que «no se tuvieron suficientemente en cuenta» en el dictamen de Competición las acciones que implementó el Valencia, «incluida la atenuante» que presentó en su recurso. «En consecuencia, cabe estimar parcialmente el recurso, reduciendo la sanción a clausura parcial por un periodo de tres encuentros y la correspondiente rebaja de la multa a 27.000 euros», sentenció.