Angel City, el equipo de fútbol femenino de Natalie Portman que quiere romper barreras
La filosofía del nuevo club angelino se sustenta en tres pilares: igualdad de género, impacto social y diversidad
Las jugadoras del Angel City celebran un gol en su estadio. | Angel City
¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este?, decía la canción. En este caso, sería: ¿qué hace una actriz oscarizada al frente de un equipo profesional de fútbol femenino? «Nunca pensé que tendría nada que ver con el deporte profesional. Y mucho menos que sería copropietaria y cofundadora de un equipo de fútbol femenino», decía Natalie Portman, la dueña del Angel City, en un documental recién estrenado en HBO. «Es una de las experiencias más extraordinarias de mi vida», matizaba instantes después.
El Angel City se fundó hace apenas un año, en 2022. Pero empezó a gestarse antes. Concretamente, en 2019, en pleno Mundial de Francia. Aquella Copa del Mundo supuso todo un hito en la lucha por la igualdad salarial en el deporte rey. Durante el torneo, las jugadoras de diversas selecciones nacionales –especialmente, la estadounidense– levantaron la voz y exigieron una remuneración justa y equitativa en comparación con sus contrapartes masculinas.
El ejemplo de la Selección femenina de Estados Unidos
Precisamente, uno de los momentos clave en la lucha por la igualdad salarial en el Mundial de Francia fue cuando las jugadoras de la selección de Estados Unidos presentaron una demanda contra su federación, alegando discriminación de género en términos de salarios y condiciones de trabajo. Para ponerlo en contexto, cabe destacar que el equipo femenino de Estados Unidos es el rey absoluto del fútbol en ese país. Ha ganado cuatro Copas del Mundo, y ha sido varias veces campeón olímpico. El equipo masculino, sin embargo, tiene problemas incluso para clasificarse para los grandes torneos. A pesar de eso, las jugadoras recibían un salario considerablemente inferior al de sus colegas masculinos, y ahí empezó la lucha por el equal pay. En la final contra Países Bajos, esa era la consigna que gritaban y más repetían los casi 60.000 asistentes al partido.
El caso de la selección de Estados Unidos generó un gran impacto mediático y despertó una conciencia sobre la brecha salarial en el fútbol sin precedentes. Muchas jugadoras de otras selecciones también expresaron su solidaridad y apoyo a la causa. Además de las demandas legales, las futbolistas utilizaron el escenario del Mundial para reivindicar sus derechos. Para ello, realizaron gestos simbólicos, como mostrar mensajes en sus camisetas y hablar abiertamente sobre la desigualdad salarial en entrevistas y conferencias de prensa.
Todo aquel revuelo caló hondo en celebridades del mundo del espectáculo, entre las que estaba la propia Natalie Portman. Esa fue su inspiración para fundar el Angel City, un equipo que –además– suponía una respuesta a una reivindicación histórica de los aficionados al fútbol femenino en Los Ángeles: llevar la liga femenina a la ciudad californiana. Una ciudad que tiene a algunos de los más grandes equipos de fútbol masculino, baloncesto, béisbol… y que necesitaba tener, también, un gran combinado de fútbol femenino.
Un equipo fundado y dirigido por mujeres
La idea de Portman fue enseguida respaldada por otras mujeres, que veían en el liderazgo femenino el mejor camino para fundar un equipo de estas características. La liga femenina estadounidense (NWSL, por sus siglas en inglés) es una de las mejores del mundo, pero tiene muchas carencias. Entre ellas, la fragilidad de una competición que no siempre está bien dirigida. Prueba de ello es la polémica más reciente. Tal y como contamos hace unos meses en THE OBJECTIVE, hace unos meses un escándalo estalló en la cara de los dirigentes de la NWSL. Un extenso informe revelaba una situación de «abuso sistemático» en el seno de la liga. Tanto el abuso verbal y emocional como la conducta sexual inapropiada estaban en el corazón de aquellas revelaciones.
La NSWL fue fundada en 2012, con intentos previos de asentar diversas ligas profesionales que no habían prosperado. En ese contexto, Natalie Portman reunió a otras dos mujeres con la idea de, entre las tres, fundar su propio equipo de fútbol femenino. Esas dos otras mujeres eran Kara Nortman, socia gerente de la plataforma Monarch Collective, dedicada a acelerar la igualdad en el deporte mundial, y Julie Uhrmann, reconocida emprendedora estadounidense. Además, en su periplo decidieron contar con unas cuantas caras conocidas como inversoras, como las actrices Eva Longoria y Jessica Chastain, la cantante Christina Aguilera, o la mítica tenista Billie Jean King, entre muchas otras. También cuentan con algunas exjugadoras de la Selección estadounidense, como Abby Wambach o Mia Hamm, así como con estrellas de otros deportes, y algunos hombres que han entrado en el proyecto, comprometidos con él y dejando el liderazgo en las manos de ellas.
Una filosofía de vida y de trabajo (a la espera de resultados deportivos)
La filosofía del Angel City se sustenta en tres pilares fundamentales: igualdad de género, impacto social y diversidad. El objetivo principal del club es promover la igualdad de género. No solo en el deporte, también en la sociedad en general. Se compromete a proporcionar un ambiente inclusivo y equitativo para las jugadoras, el personal y los aficionados. Con esta filosofía, el Angel City busca tener un impacto social positivo en la comunidad local.
Una filosofía que busca impregnar también en sus resultados deportivos, aunque de momento estos han sido todavía tímidos. Empezaron su primera temporada de forma muy regular, con muchas lesiones que lastraron la ilusión inicial del club recién fundado. El Angel City era un equipo en expansión, nombre que reciben los ‘novatos’ de la liga, y su objetivo principal era llegar a los playoffs. Se quedaron fuera por poco. En sus filas militan algunas grandes del fútbol femenino, como Sydney Leroux, Christen Press o la capitana del equipo, Ali Riley. Combinan a estas leyendas con muchas jugadoras jóvenes, por lo que el futuro –de momento– está asegurado.
Una inversión asegurada
Más allá de lo deportivo, que con una buena inversión y un proyecto sólido terminará dando resultados, este equipo destaca por haber hecho un gran esfuerzo en términos de marketing y comunicación, y haber creado una afición fiel prácticamente de la nada. El Angel City juega sus partidos de local en el BMO Stadium, antiguo Banc of California Stadium, el campo en el que juegan Los Angeles Football Club de la Major League Soccer masculina. Una afición y una estrategia de marketing y comunicación que les ha llevado a firmar uno de los acuerdos de patrocinio más caros de la historia de la liga.
En un estadio con una capacidad de 22.000 espectadores, los partidos del Angel City suelen estar llenos. Y, junto con otro equipo de reciente creación en la liga femenina –el San Diego Wave, rival directo del Angel City–, rompen récord de asistencia tras récord de asistencia. Una muestra del filón del fútbol femenino profesional en Estados Unidos, que empieza a reunir a aficionados más allá que en el fútbol de selecciones. Bien lo sabe Natalie Portman, que inspirada por la lucha de las futbolistas, ha entrado en este negocio por la puerta grande.
