Los secretos que hay detrás del bronce de Garrigós: «Tiene una inteligencia increíble»
El preparador físico del judoca, Juan Ramón Heredia, habla con THE OBJECTIVE tras su logro
Fran Garrigós (Móstoles, 9 de diciembre de 1994) y todo su equipo nunca olvidarán el 27 de julio de 2024, fecha en la cual el judoca consiguió la medalla de bronce en la categoría de -60 kilos contra el georgiano Giorgi Sardalashvili. Hecho histórico para España, ya que por fin, 24 años después, se conseguía una medalla en este deporte.
Aunque Fran sea la cabeza visible, detrás tiene a un gran equipo y familia que le ha apoyado en todo momento. Una de esas personas es Juan Ramón Heredia, director del Área de Ciencias de la Salud de UAX Rafa Nadal School of Sport y entrenador de Fran Garrigós. Esta unión viene desde la facultad, Heredia era el profesor del judoca, pero fue hace cinco años cuando Fran le propuso a Heredia ser su preparador físico: «Quería un pequeño cambio y querían salirse de la preparación física tradicional del judo».
Juan Ramón lleva más de 30 años asesorando a deportistas y asegura que nunca había tenido a ninguno con la inteligencia emocional como la del medallista olímpico: «De todos los años que llevo, es un privilegio porque es de los mejores que he entrenado. Para ser un judoca tiene unas condiciones de un deportista completo».
Dos aspectos clave: psicológico y comprometido
Ser deportista no es fácil, hay que entrenar cada día para lograr los objetivos, pero hay muchos factores a tener en cuenta. Primero, y cada vez más importante, el mental: «Tiene una cabeza y una inteligencia increíble. La mente lo es todo». Ha habido dos momentos claves, en el factor psicológico para Garrigós. Uno de ellos fue en Tokio 2020, cuando se cuestionó todo: «El trabajo mental fue fundamental, le dijimos que tenía que ser una experiencia y ha salido reforzado. También gracias a su entrenador Quino y a su psicólogo, Pablo».
El segundo momento mental fue tras perder las semifinales, donde hubo un importante trabajo psicológico: «Conociendo a Fran lo competitivo que es, cuando perdió la opción de oro, también perdió el objetivo». Pero ahí entró en juego las palabras y la experiencia de su entrenador Quino, quien le conoce desde pequeño: «Le reseteó la cabeza y decirle que aún podía ganar una medalla. Supo decirle las palabras justas en el momento justo».
Después, el tema físico y la alimentación se ha vuelto cada vez más importante, y más cuando tienes que estar en un determinado peso para competir. «Se implica mucho, es muy meticuloso con los entrenamientos y datos. Le ha generado una capacidad de autogestión. Los datos de antes de los Juegos son impresionantes. Esta medalla es un trabajo de cinco años». Aunque no se consiguió el oro, sigue siendo un gran resultado.
Preparación para los Juegos Olímpicos
Para estos París 2024, Garrigós y su equipo han realizado una preparación diferente, teniendo en cuenta que el ciclo ha sido más corto del habitual: «Hemos hecho cosas diferentes. Preparamos el Europeo, pero no el Mundial, al estar tan cerca de los Juegos» explica un Heredia que habla y se entiende muy bien con Fran.
En la actualidad, las nuevas tecnologías se han introducido cada vez más en los entrenamientos de los grandes deportistas, pero en el judo no es igual, según el preparador físico: «Cuesta introducir tecnología. Garrigós lleva un dispositivo que se autogestiona él por los conocimientos que tiene, también cada ocho semanas hacemos le hacemos un control a Fran para analizar datos y ver si hay que cambiar algo. Añadiendo el trabajo psicológico y con Quino estudiando a los rivales», aclara Juan Ramón.
Justo antes de París, confiaba en conseguir medalla después de todo el trabajo, pero había una preocupación para el preparador: «Las lesiones era lo que no me dejaba dormir en los últimos meses». Al fin y al cabo unos Juegos Olímpicos es algo excepcional, cada cuatro años, no hay muchas oportunidades y por eso hay que saber manejar bien la presión: «El foco es muy grande, todo lo que haces es para clasificarte. En el judo, cualquier pequeño detalle puede definir un combate. Este bronce tiene mucho mérito después de tantos años sin conseguir una medalla en este deporte», declaraba Heredia aliviado.
Antes de conseguir el metal ansiado, aunque no del color que soñaba, según el deportista, Garrigós vivió un desagradable episodio con su rival, el japonés Nagayama, que no quiso saludarle tras perder el combate, pero su preparador le resta importancia: «Fran estaba envuelto en la tensión que genera la competición y no lo vivió como desde fuera. Aunque ahí se perdió un poco las formas, hay que ser comprensivo con el japonés. En su país, este deporte es cultural y al perder las opciones de todo, puede reaccionar así. Lo que mejor pasó, es que luego supo reflexionar e hicieron las paces» detalló el preparador.
Los Ángeles 2028 acompañado de equilibrio
Aún no han acabado estos Juegos Olímpicos de París y ya se está pensando en los próximos en Los Ángeles 2028. A partir de ahora, hay que descansar, tomar decisiones y volver a pasar por otro ciclo olímpico entero. «La medalla lo cambia todo. Sé que va a continuar un tiempo, pero no sé si buscará las próximas olimpiadas». Aunque la presencia del judoca en el continente americano «es una decisión que tiene que tomar él».
Ya dejando de lado el deporte, también hay familia y amigos que para Fran son muy importantes: «Le dan un equilibrio muy importante. Son todos maravillosos, una pareja increíble, que además es judoca. Es una persona distinta con ellos, es más tranquilo y disfruta más su vida, cuando en la competición es muy enérgico, pero también lo da todo. Es una parte fundamental de sus éxitos», añadió un emocionado entrenador.