María Pérez, doble medallista en París 2024: «Ya tengo todo lo que un atleta puede conseguir»

María Pérez García (Orce, 1996) hizo historia para la marcha y el atletismo español al conseguir dos flamantes medallas en los juegos de París: oro en relevo mixto, junto a Álvaro Martín; y plata en categoría individual de 20 kilómetros. Con el polvo asentado tras sendos logros, dice ser consciente de que Los Ángeles 2028 será su último ciclo olímpico. Ahora disfruta de los caprichos y el tiempo perdido que no ha podido disfrutar con los suyos.

En esta conversación con THE OBJECTIVE, María reconoce que su ambición no le dejaría conformarse con la mediocridad, incluso cuando piensa en la etapa de su carrera que le tocará afrontar tras las próximas olimpiadas. Además, confiesa que, de todo lo que le han brindado el atletismo y la marcha a lo largo de su vida, sin duda se queda con las grandes personas que se ha cruzado por el camino.

PREGUNTA.- ¿Crees que has sido la heroína de estos pasados Juegos de París?

RESPUESTA.- La verdad que no me considero así. Creo que soy más conocida porque la medalla es lo que te diferencia del resto y es verdad que en esto sí soy más consciente. Vaya por donde vaya, la gente ya me conoce más.

P.- ¿Qué recuerdos te llevas de París?

R.- París lo recuerdo como algo especial, tanto la plata como el oro. Ambos fueron dos momentos únicos e inolvidables porque estuvieron mis padres allí, mis amigos… y compartir estos momentos con la gente que quieres es algo único. Una experiencia tanto para ellos como para mí. Han sido, además, mis primeros juegos de la normalidad, los segundos después de Tokio, y creo que han sido unos Juegos muy diferentes.

P.- ¿Cómo describirías tu relación con Álvaro Martín?

R.- Somos inseparables, nos llevamos superbién. Y esa conexión surge como consecuencia de las horas que pasamos juntos, entrenando o compartiendo lugares de concentración. Y además, porque le conozco desde el 2012, la primera vez de su internacionalidad. Son más de 12 años de amistad, de amigos. Y compartir un relevo mixto con él ha sido muy especial. Más después, cuando dijo que eran sus últimos Juegos Olímpicos. Contribuir ambos a la historia y además en el deporte español, y de forma paritaria. Ha sido un momento único e irrepetible para los relevos mixtos.

«Mi cabeza me dijo: ‘María ¿oro o bronce? Quédate con la plata’»

P.- Vayamos por partes. La plata en el individual, si no me equivoco, tiene un valor muy especial tras lo sucedido en Tokio…

R.- La plata me supo a oro. No le voy a restar ni un ápice a lo que conseguí. En noviembre me detectaron una fractura en la sacroilíaca, luego además los virus antes de los Juegos. Era la espinita que tenía que quitarme de Tokio, donde me quedé a ocho segundos del bronce. Lo tuve, lo toqué y lo rocé, pero no tuvo que ser. Pero las cosas, cuando se trabajan día a día, se luchan con esfuerzo y sacrificio, finalmente salen. Y me ha encantado que salieran en París.

P.- ¿Qué sentiste cuando llegaste a la meta?

R.- La sensación que tuve al llegar a los 20 kilómetros… Uf, estaba reventada, lo di todo, me arriesgué tirando los ocho últimos kilómetros sola. Tuve cerca el oro, pero mi cabeza me dijo: «María, ¿oro o bronce? Quédate con la plata» porque venían superfuerte por detrás, y lo que podía recortar hacia el oro es lo que podía pinchar en cualquier momento. Me sentí vacía, me sentí feliz, pero al mismo tiempo reventada, porque la climatología fue mucho peor que para los chicos, y eso pasa factura.  

«Yo tenía la presión que Álvaro me había dejado cinco segundos»

P.- He leído que, a diferencia de Álvaro, no tuviste problema en mirar a la Torre Eiffel.

R.- No tuve problema, y de hecho cuando calentamos era en una pista que estaba al lado y no se veía una Torre Eiffel tan impresionante. Pero sí que es verdad que cuando me pusieron en la línea de salida, me colocaron frente a ella. Miré hacia arriba y dije: «Uf, nunca sabía si iba a poder llegar a este momento después del año que he pasado». Así que me impuso mucho el lugar y me encantó.

P.- Y luego, el oro. ¿Te dio tiempo a pensar que ibas a hacer doblete? 

R.- La verdad que en la prueba de relevos no me dio tiempo a pensar «la tenemos». En la última vuelta sí. De hecho, Álvaro me gritaba: «Ahora relájate y disfruta». Pero yo ni me relajaba, ni disfrutaba, mantuve el mismo ritmo. Sólo pensaba en llegar, en que no pasara nada raro. Yo tenía la presión que Álvaro me había dejado cinco segundos, la máxima ventaja posible. No me quedaba otra. Pero no lo disfruté tanto porque es un deporte de equipo, y tenía que rematar el trabajo y todo lo que le había costado dejarme esos cinco segundos de diferencia. Sólo quería llegar. Ya en la última vuelta sí, ya pensé: «Ya se ha hecho realidad el sueño de dos personas, ser oro olímpico», y hacerlo siendo dos amigos es muy especial. 

«Yo creo que me lo he trabajado y ha merecido la pena»

P.- Podríamos decir que la vida y el atletismo te lo debían…

R.- No sé si la vida y el atletismo me lo debían. Lo que sí sé es que, desde los 15 años que dejé mi casa, he luchado por conseguir mi sueño. He dejado muchas cosas por hacer para una chica de mi edad en cada uno de los momentos. Yo creo que me lo he trabajado, y cada una de las personas que estaban a mi lado… Ha merecido la pena.

«Lo que más me gusta del atletismo son las personas que te llevas»

P.- El año 2023 fue también extraordinario, pero no podemos decir lo mismo del 2022…

R.- Siempre lo he dicho: en el 2022 he aprendido mucho más que en el 2023. Es verdad que estuve mucho tiempo en Estados Unidos preparando el Mundial. Y en el 2023, de no querer hacer marcha a ponerme a hacerla, correr la San Silvestre Vallecana. Hice muchas cosas diferentes que no eran «marchar», y me puse con la técnica de José Marín, con la que he aprendido mucho. Tanto como persona, atleta y entrenador. Y eso es lo que me llevo, y esto es lo que más me gusta de atletismo. Las personas que te llevas, que te ayudan y te aportan algo. No hay años malos; deportivamente no tuve buenos resultados, pero personalmente aprendí muchísimo.

P.- ¿Todo esto te ha hecho más fuerte? 

R.- No sé si todo esto me ha hecho más fuerte, de lo que estoy segura es de que me ha hecho mejor persona. Y todo esto te lleva a ser un poco más fuerte.

P.- ¿Cuál es ahora tu próximo reto?

R.- A día de hoy, ya lo tengo todo lo que un atleta puede conseguir. Me quedan otros cuatro años por delante, otro ciclo olímpico. No sé cuanta María quedará, pero sí estoy segura de que no me quedará otro ciclo después de Los Ángeles 2028. Por la edad; porque los jóvenes vienen dando caña. Mi próximo reto es disfrutar del atletismo de otra manera. Seguro que buscando grandes resultados, porque soy una persona ambiciosa. Pero sobre todo, disfrutando. 

«Llegué al atletismo por una excursión del colegio»

P.- ¿Y cómo llegas al atletismo?

R.- Pues llego por casualidad, en una excursión del colegio con 11 años en el 2008, Y de ahí hasta ahora. Lo que era una excursión del colegio y que los sueños se pueden hacer realidad. Como dice Álvaro: «Hay que tener cuidado con lo que se sueña porque a veces se hace realidad, y eso es lo más bonito»

P.- ¿A cuántas cosas ha renunciado María Pérez en estos años?

R.- He renunciado a muchísimas cosas, he renunciado a momentos en familia, con amigos; a no estar con personas en el último momento de su vida. Pero no me arrepiento de nada, porque todo lo que he hecho ha merecido la pena. He logrado lo que sueña cualquier deportista: tener una medalla olímpica.

P.- ¿Cuánto tiempo has estado sin darte un capricho?

R.- ¡Muchísimo tiempo! Y aún estoy. Pero ¿sabes el primero que me he dado? Disfrutar de la familia en las fiestas del pueblo, donde hacía ocho años que no estaba. Y viendo a mis amigos, que hacía mucho tiempo que no los veía. 

«Sí pediría que tengan respeto a la marcha»

P.- Imagino que te gustaría que esto no quede ahora en el olvido, todo el éxito logrado…

R.- Me gustaría que no se olvidara nunca lo que hemos conseguido tanto Álvaro como yo. Pero sé que el mundo del fútbol está por delante de nosotros, que cualquier evento deportivo más visto también lo estará. Pero soy consciente también de que somos el deporte que cuando llega el verano, y un evento importante, se acuerdan de nosotros. Sí pediría que nos tengan respeto, porque la marcha es la disciplina dentro del atletismo que más medallas ha dado a España.

P.- ¿María Pérez vive del atletismo?

R.- Vivo del atletismo gracias a los buenos resultados que he tenido. No es un deporte con grandes patrocinios, no he tenido los resultados que piden esas grandes marcas de patrocinio. Pero, con lo que he logrado y he podido ahorrar, puedo vivir del atletismo. A veces mejor y a veces peor, como todos. Pero es verdad que hay gente que no lo entiende. Entrenamos casi 365 días al año, sin apenas vacaciones. Tanto tiempo entrenando para que luego el día D y la hora H podamos lograr esas ayudas que están estipuladas por nuestra federación, que nos permiten vivir. 

«En mi mochila de competición llevo los regalos que me da la gente»

P.- ¿Alguna manía antes de competir?

R.- No sé si es una manía, pero siempre me tengo que dar una ducha de agua fría antes de competir. En los Juegos me levanté sobre las 4.30 o 5.30 de la mañana, y es necesaria una ducha.

P.- ¿Algún amuleto?

R.- No soy una persona que lleve amuleto, pero sí suelo llevar todo aquello que me regalan las personas, para que me dé suerte. Están todas en una bolsa, en la mochila de competir. Yo creo que la gente me da su cariño, y de esta manera puedo sentirlo más cerca.

P.- ¿Y alguna costumbre?

R.- Siempre escucho música, habitualmente reguetón. Pero en esta ocasión he escuchado Lola Índigo y Saiko en los Juegos. Y terminé con ellos en la meta. Me pusieron en la meta a Lola Índigo y empecé a bailar.