Carlos Sainz empieza a despedirse de Ferrari ganando el Gran Premio de México
El piloto español ha triunfado en una de sus últimas carreras con la Scuderia y la número 400 de Alonso
Ganó. Carlos Sainz se llevó el Gran Premio de México, en su segunda victoria del año tras la de Australia. Al madrileño le quedan cuatro carreras vestido de rojo, y se está marchando por la puerta grande, con pole positions, victorias, y con una Scudería que acaba de superar a Red Bull en la tabla de constructores. Carlos conserva su quinta plaza en el mundial; peor le fue a su amigo Fernando Alonso.
El octavo álbum de estudio del grupo mexicano Maná se denominó «Drama y luz». Podría haber puesto título a la actuación de los pilotos españoles en el Gran Premio de su país disputado este pasado fin de semana. Si la luz la puso Sainz con una victoria incontestable, el drama lo vivió Alonso, con una retirada inmerecida en su carrera número 400.
El ovetense se mostró optimista tras los entrenamientos cronometrados del sábado, con mejoras sensibles en su monoplaza, aunque no esperaba gran cosa de la prueba. Abandonó por avería en el giro 17. Mejor le fue al hombre del día y del fin de semana, Sainz, que se embolsó la cuarta victoria y la sexta pole position de su carrera.
En la arrancada se vio superado por un correoso Max Verstappen. Un accidente entre Tsunoda y Albon desplegó el coche de seguridad, y tras varias vueltas neutralizadas, Sainz arremetió contra un Verstappen que se quejaba de su batería. Carlos recuperó un primer puesto que apenas abandonó hasta el final. Poco pudo hacer el piloto neerlandés, que pocas veces se ha mostrado tan agresivo. Sus maniobras le costaron dos sanciones consecutivas de diez segundos, veinte en total.
Tras abonar en tiempo durante una de sus paradas esos veinte segundos sin que sus mecánicos pudieran ni tocar el coche, sus más cercanos contendientes aprovecharon para distanciarse, y acabó sexto. Fueron estas peleas con Lando Norris —las sancionadas— lo que permitieron a Charles Leclerc avanzar hasta la segunda posición en la que rodó gran parte de la carrera, lo que prometía un doblete rojo.
El acierto de Lando Norris y un error de Charles Leclerc impidieron marcarse un doblete a los italianos, aunque los puntos logrados entre sus dos pilotos aúpan a los de Maranello a segundos en la tabla de constructores. El salto no solo supone un puesto más o menos en un título que no otorga apenas valor a aquel que no sea el ganador —nadie recuerda al segundo—. Sin embargo, el premio de estar un escalón más arriba o más abajo, suponen cerca de diez millones de euros en premios. Red Bull arrancó liderando esta clasificatoria, y tras esta carrera quedan terceros, lo que supone un déficit de unos veinte millones en sus cuentas.
Enorme lección de pilotaje por parte de Carlos Sainz en un fin de semana de ensueño, con sus padres en el circuito, con un borrón en un escenario idílico. Cuando logró la pole position el sábado, solo fue a recibirle a la llegada su fisioterapeuta, Pierluigi «Gigi» Della Bona. Lo habitual es que lo hagan sus mecánicos y algunos ingenieros, y, sin embargo, la recepción fue gélida por parte de su equipo. Da la sensación, triste, de que saben que se va a finales de año, y empieza a dejar de formar parte de una familia que le ha acogido durante cuatro temporadas. El gesto, o la falta de él, no gustó a casi nadie y es algo que una formación que gana junta y pierde junta, no debería descuidar.
Pero están pasando más cosas en la Fórmula 1. La comidilla de la semana previa a la cita azteca ha sido el fuerte rumor de que el héroe local Checo Pérez puede salir de Red Bull al acabar la temporada. Su puesto podría ser ocupado por el neozelandés Liam Lawson, que a su vez cedería su actual asiento en el equipo VCARB —los Toro Rosso de toda la vida— al argentino Franco Colapinto.
A Pérez se le achaca que su aportación de forma de puntos sea limitada y no haya sido suficiente como para mantener el título de constructores. Red Bull empezó dominando la temporada, cedió este trono a unos sorprendentes McLaren desde la mitad del año, y desde el domingo están terceros. Por su parte, el de Guadalajara se muestra apesadumbrado y quejoso del comportamiento de su monoplaza. Según crecen los rumores, se corta menos al pedir que su escudería le proporcione el mismo coche con el que cuenta su compañero, del que afirma que no posee las mismas prestaciones. Max Verstappen lidera la tabla de pilotos con 362 puntos, mientras que Pérez está octavo con 150, menos de la mitad.
Alonso, en el mercado de pilotos
Otro de los temas candentes ha sido la confirmación por parte de Red Bull que Flavio Briatore, representante de Alonso, contactó con la escudería por si necesitaban de sus servicios para 2025. En esas fechas, el asturiano aún no había renovado con su actual equipo por los dos años que han anunciado seguirán unidos. Es una maniobra habitual en cualquier manager que se precie: contactar con todos los equipos deseables. No se pusieron de acuerdo a pesar de que Red Bull persiguió al bicampeón durante años para ficharle.
Otros que se interesaron por él fueron los de Mercedes. La sorpresiva marcha de Lewis Hamilton hacia Ferrari los dejó descolocados, y necesitaban a un primer espada, un piloto de campanillas, campeón del mundo o al menos ganador, que sustituyera al siete veces coronado. Fernando apareció en el horizonte, pero solo le ofrecían un año de contrato, mientras que Aston Martin le pusieron delante un periodo más largo. En realidad en Mercedes no le querían sino que le necesitaban, pero de temporero, y ante unos planes ya trazados para el año siguiente. El director de equipo los adelantó con el anuncio de Andrea Kimi Antonelli como piloto titular para el año próximo.
Próxima cita: Gran Premio de Brasil el fin de semana próximo, una carrera en la que siempre ocurren cosas.