Deivid Rodríguez dimite en la UD Las Palmas tras ser condenado por violencia de género
El exfutbolista ha pedido perdón a la víctima, a su familia, compañeros y afición «por los actos que he cometido»
La UD Las Palmas anunció este sábado la decisión de Deivid Rodríguez de dimitir de su cargo de adjunto al director deportivo «como último servicio» al conjunto canario, después de ser condenado el día anterior por violencia de género y pedir perdón a «la víctima y su familia», además de al equipo amarillo y su afición.
«Deivid Rodríguez, hasta ahora adjunto al director deportivo, comunicó esta tarde al director deportivo, Luis Helguera, al director general, Patricio Viñayo, y al presidente del club, Miguel Ángel Ramírez, su decisión de dimitir de forma irrevocable», dice la UD en un comunicado oficial.
En la nota, Las Palmas recoge el escrito con el que el exjugador del equipo formalizó su dimisión. «Mis más sinceras disculpas a la víctima y su familia, a la UD Las Palmas, su Consejo de Administración, directivos, compañeros y a toda la afición por los actos por los que he sido condenado», apuntó.
«Todavía me cuesta creer lo ocurrido, una conducta que condeno, deploro y me avergüenza. A pesar de que el club ya anunció la apertura de un expediente, siguiendo los protocolos propios de la entidad, conforme a la legislación laboral vigente, soy consciente del daño que he ocasionado al club, por lo que interpreto mi dimisión con carácter irrevocable como el último servicio que puedo hacerle al escudo que tanto me ha dado en mi vida», añadió.
El Juzgado de Violencia sobre la Mujer Número 3 de Las Palmas de Gran Canaria condenó al miembro de la dirección deportiva de Las Palmas por un delito de lesiones y otro de amenazas en el ámbito de la violencia de género, recogiendo la gravedad de los hechos.
Tras conocerse la sentencia, el club amarillo abrió expediente a su empleado, sin llegar a tomar medidas ya que su salida fue tratada de dimisión. Deivid Rodríguez terminó su escrito deseando «la mayor de las fortunas al equipo». «Espero con toda mi alma que este gravísimo error que he cometido afecte lo menos posible al ánimo de mis compañeros más cercanos, con los que me siento en deuda», dice.
«Sé la enorme sorpresa que ha causado en mi entorno familiar y laboral la noticia de mi condena por violencia machista y no quiero comprometer ni un segundo más la reputación del club, la de ninguno de sus miembros ni la del entorno», termina.