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La revolución arbitral posible en el fútbol español

En THEOBJECTIVE tenemos todos los datos de lo que está ahora mismo negociándose

La revolución arbitral posible en el fútbol español

Ricardo de Burgos Bengoetxea, uno de los colegiados que protagonizaron la reciente polémica con el Real Madrid CF. | Ricardo Larreina (Zuma Press)

La final de la Copa del Rey del 2025 pasará a los anales de nuestro fútbol por la tormenta surgida el día previo a la disputa del gran clásico, donde estuvo en el aire incluso la disputa del mismo. Las palabras de los dos colegiados para la cita, Ricardo de Burgos y Pablo González Fuertes, fueron consideradas por el Real Madrid como inaceptables, por lo que ellos entendieron como una serie de amenazas vertidas contra la entidad. Especialmente por parte del colegiado asturiano designado para la sala VOR.

Pero detrás de esas manifestaciones, unidas a las lágrimas de Ricardo de Burgos al hablar de su hijo, iba mucho más allá de un reproche a los vídeos que desde la televisión del club blanco se hacen sobre los árbitros que les caen en suerte cada vez que son designados en los compromisos en Liga o Copa del Rey.

Detrás de la frase categórica «en unas semanas habrá noticias» se esconden muchas más cosas que están sucediendo ahora en el seno del estamento arbitral. La primera, y como consecuencia de lo expuesto, es el ataque sistemático al que se están viendo sometidos esta temporada los árbitros. En el caso del fútbol profesional es de carácter verbal, en el ambiente de los estadios, etc., lo peor es en el fútbol base, donde incluso se están viviendo capítulos de amenazas e incluso agresiones físicas. También el caso Negreira está siendo calvo de cultivo. 

¿Un sindicato independiente?

La situación ha escalado hasta el punto de que el colectivo de los árbitros, tanto masculino como femenino, se ha puesto en manos de un bufete de abogados para constituir un sindicato de manera absolutamente independiente a la Real Federación Española de Fútbol. Un sindicato donde poder defenderse de todos estos ataques que están sufriendo de manera sistemática. Empezando por los realizados desde el canal de televisión del Real Madrid, si bien legalmente es difícil poder actuar dado que proceden de un medio de comunicación que tiene el derecho a la libertad de expresión.

Pero especialmente con la constitución de este sindicato pretenden defenderse de todos los ataques que semanalmente sufren procedentes de los clubes, jugadores, entrenadores. Hace apenas unas semanas vivíamos un capítulo lamentable en nuestro país cuando en el Estadio de Cornellá aparecía una pancarta con una diana con la cara de Carlos del Cerro. Resulta que el madrileño había sido el colegiado de VAR en el Mallorca-Espanyol donde el club perico se consideró claramente perjudicado por la labor arbitral. Especialmente la del madrileño presente en la sala VOR con un penalti que determinó el 3-2 final para el club bermellón. Esta «pancarta» supuso pasar una línea roja hasta el punto que una delegación arbitral con su presidente Luis Medina Cantalejo y el afectado se reunieron días después con el Consejo Superior de Deportes (el órgano gubernamental del deporte) para intentar poner freno a este corriente. 

Una negociación volátil

Y, por otro lado, está el futuro del estamento arbitral. Desde el pasado mes de febrero se ha puesto en marcha una mesa de negociación con la Real Federación Española de Fútbol, LaLiga (con sus clubes) y el Comité Técnico de Árbitros. Sobre la mesa el futuro arbitral para la próxima temporada y en un futuro a corto o medio plazo.

De estas reuniones ya hay algunos cambios seguros de cara a la próxima temporada 2025-2026. Cambios en aras de una mayor «transparencia» (como así lo han manifestado) del estamento arbitral. Cambios que pasan porque los clubes puedan acudir a las reuniones semanales que tienen los árbitros, asistentes y VAR para analizar todas las jugadas. Que puedan estar también en las jornadas de pretemporada. Otro de ellos es que se podrán escuchar en directo en los estadios y en la retransmisión audiovisual las decisiones que determine un árbitro tras la revisión del VAR. 

Pero hay otras que están ahora mismo encima de la mesa de negociación y que parecen marcar una línea roja y pueden hacer que esto acabe saltando por los aires. Entre ellas están las recusaciones o poner fin a la territorialidad que plantean los clubes. Es decir, que un equipo pueda decidir que un árbitro no pite si entiende que está en duda su imparcialidad. Y que además un árbitro pueda pitar a los equipos de su comunidad autónoma, con el riesgo –incluso físico– que pueda provocar para el colegiado si entienden en su ciudad de origen que no ha pitado como corresponde. 

Sistema de evaluación arbitral

No son las únicas que desde el estamento arbitral se ven con cierto estupor. Hay otras incluso más preocupantes, como la opción de que un colegiado pueda ser sancionado o multado económicamente si comete algún error, que puedan no percibir su sueldo total en los casos de lesiones de larga duración. 

Otras de las propuestas que se han puesto encima de la mesa es que sean gentes del mundo del fútbol quienes evalúen la actuación arbitral. Incluso desde LaLiga se ha planteado que sea un programa de inteligencia artificial (IA) quien ponga nota a las actuaciones arbitrales del fútbol profesional. Un programa que está aún pendiente de presentar a los propios árbitros, pero que se hará en las próximas semanas. Ninguna de las dos propuestas, ni las gentes del fútbol ni la inteligencia artificial, acaban de ser bien recibidas en el estamento arbitral. ¿Inteligencia artificial determinando cómo es un arbitraje? ¿Y cómo evalúa los parámetros subjetivos?

Un cuerpo específico de VAR

Otro de los cambios que parecen seguros, porque así además lo ha manifestado el presidente arbitral, es crear un cuerpo de árbitros de la sala VOR desde donde actuar sólo y exclusivamente como árbitros de VAR. Y no como hasta ahora donde los árbitros de campo compaginan sus labores en el campo como desde la citada sala VOR.

Un cambio que requiere, lo primero, de acabar con la limitación de dos años que existe en la normativa. Una vez que un árbitro finaliza su vida arbitral en el campo sólo pueden continuar hasta ahora dos años más como VAR o AVAR. Algo que se eliminará, como ya se ha contemplado en estas reuniones.

Este nuevo cuerpo específico estaría compuesto por 13 o 14 árbitros que podrían actuar en ambas categorías: Primera y Segunda División. Actualmente, en Primera hay dos árbitros específicos –los madrileños Valentín Pizarro y Carlos del Cerro Grande, cuyo rostro apareció señalado en la diana de Cornellá– que, pese a tener que retirarse este año por edad, podrían seguir en activo gracias a la eliminación de dicha limitación. A ellos se sumarían otros tres colegiados que ya han comenzado a desempeñar estas funciones esta temporada: Javier Iglesias Villanueva, Jorge Figueroa Vázquez y Trujillo Suárez.

Además, podrían incorporarse dos más: González Fuertes (VAR en la final de Copa) y Melero López, quienes en principio debían retirarse por edad. También podría añadirse un tercero, el riojano Soto Grado, cuya continuidad aún no está descartada. En total, en Primera División habría al menos siete árbitros con este rol, que podrían llegar a ser ocho. A ellos habría que sumar a los árbitros de Segunda que ya lo están haciendo: Iván Caparrós, Raúl Martín González, José Antonio López Toca, Luis Mario Milla, David Gálvez Rascón y Aitor Gorostegui.

La futura sociedad del arbitraje español 

Y luego está el modelo arbitral que regirá en el futuro. Ahora mismo el CTA (Comité Técnico de Árbitros) depende de la estructura federativa pero independiente del control de los clubes. En las actuales negociaciones son varias las propuestas que se han puesto sobre la mesa. Así, LaLiga aboga por imitar al existente en Inglaterra, donde el estamento arbitral no es dependiente de la federación si no está en un organismo autónomo financiado por la Premier League, la English Football League y la propia Federación Inglesa de Fútbol. En la evaluación de los encuentros participan exárbitros, entrenadores y jugadores. Otro modelo podría ser el existente en Alemania, donde un 51% está bajo el control de la Federación Alemana del Fútbol y 49% de la Bundesliga. Pero este cambio no puede ser inmediato, sino que exige modificar la actual Ley del Deporte y el Real Decreto de Federaciones Deportivas donde se estipula el modelo actual. 

Pero incluso el Real Madrid, presente en estas negociaciones por invitación de la RFEF, ha planteado un tercer escenario. Propone una sociedad mercantil totalmente independiente al resto de órganos del fútbol y donde habría un CEO designado para el cargo y del que dependería este nuevo modelo. 

Un VAR más barato en el fútbol femenino

Y luego están los cambios que se están trabajando también de manera paralela en el fútbol profesional femenino. Dos de ellos son los más importantes. El primero es un modelo más económico de VAR donde no se requiere el dispositivo de cámaras que hay en Primera y Segunda división. Sólo un monitor a pie de campo donde sería el árbitro quien revisaría la jugada a propuesta de los entrenadores de cada equipo. 

El otro gran cambio que se negocia entre La Liga F y el CTA tiene que ver con el origen sexual de los árbitros. Hasta ahora sólo mujeres estaban pitando en la máxima competición profesional femenina. Los clubes quieren abrir a que también puedan ser pitados por colegiados. Y que sean los mejores quienes piten en esta liga por el beneficio de los clubes y de la propia competición. Estamos, pues, en un momento clave en el futuro del arbitraje masculino y femenino español. 

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