El fútbol que emociona: las leyendas del Madrid nos recuerdan la pureza del ‘deporte rey’
Este fin de semana pudimos disfrutar de un fútbol que conmueve, alejado de la polémica y los exabruptos

Raúl González durante el Corazón Classic Match 2025. | Oscar Manuel Sanchez (Zuma Press)
Estamos ante una semana frenética para el Real Madrid: primeros entrenamientos de Xabi Alonso, fichajes, presentaciones, rumores y un viaje a los Estados Unidos para disputar el Mundial de Clubes que está a la vuelta de la esquina. Sin embargo, el cuerpo me pide que haga un paréntesis y les transmita la emoción del fútbol en primera persona.
Me refiero a los sentimientos que alberga el balompié puro, el primigenio, el noble, aquel con el que creciste y que te hizo venerar a tus primeros ídolos. Un fútbol que conmueve, alejado de la polémica y los exabruptos y que este fin de semana pude disfrutar de la mano de mi hijo, como aficionado, en el Estadio Santiago Bernabéu.
Allí hasta 80.000 personas se congregaron para gozar de la Xll edición del Corazón Classic Match, un partido de carácter benéfico que en esta edición enfrentó a las leyendas del Real Madrid contra las del Borussia Dortmund. Los fondos recaudados se destinan a “la inserción laboral de jóvenes en situación de riesgo o vulnerabilidad social y a los proyectos socio-deportivos de la Fundación Real Madrid”. Una causa noble con tintes de nostalgia que paso a relatar con detalle. ¡Acompáñenme por este maravilloso viaje en el tiempo!
El ‘regreso’ de Toni Kroos
Mientras paseaba por primera vez con mi vástago por los aledaños de Chamartín y este alucinaba con los detalles de la cubierta metálica íbamos escuchando conversaciones de todo tipo. Entre ellas, la más repetida era la de volver a ver, tan sólo un año después, a Toni Kroos vestido de blanco con la camiseta del Real Madrid.
El alemán dio un auténtico recital jugando de primeras con la precisión de un cirujano y convirtió cada córner en una fiesta. La tribuna estaba plagada de pancartas que reconocían su trayectoria e, incluso, solicitaban su regreso. Lo cierto es que junto a Varane, Pepe y Baptista, Toni era el que más hechuras de futbolista en activo mantenía.
El momento culmen se vivió cuando Marcelo sufrió un claro penalti y, tanto la grada como el equipo de leyendas al completo, exigieron a un timorato Kroos que lo lanzara. Toni, discreto como siempre, aceptó el reto y puso la pelota con delicadeza en el fondo de las mallas.
Cuando David Labrador gritó su nombre para que la grada respondiera con fuerza, a todos los allí presentes se nos puso la carne de gallina
El ‘show’ de Marcelo
El showtime corrió a cargo de Marcelo. El brasileño de aspecto disfrutón sigue siendo, junto a Roberto Carlos, el favorito de la grada. Su actitud alegre ayuda, pero lo hacen aún más sus controles imposibles y sus asistencias de crack.
A los cinco minutos de empezar se acomodó el esférico por la banda izquierda y lo colocó con exactitud en la cabeza de su compatriota Julio Baptista. La Bestia que, haciendo gala de su apodo, sigue metiendo miedo y se conserva fibroso y musculado firmó con un gran salto el primero de la tarde.
Entonces, el circuito interno de televisión que se proyecta en las pantallas gigantes de Chamartín enfocó a los dos celebrando el tanto. Mi pequeño, de cuatro años, me miró y me pregunto que quién era el del pelo rizado. Yo le respondí que Marcelo. El nene me replicó que era su favorito.
Y es que tiene algo especial el canarinho más allá de lo meramente futbolístico.
‘Raulisto’
Entre paradón y paradón de Paco Buyo, que se mantiene increíblemente ágil a sus 67 años, apareció el jugador más pillo y con más pundonor que yo haya visto sobre un terreno de juego: Raúl Gonzalez Blanco.
El 7 de España, aprovechando la distracción de un central, se situó en el segundo palo durante un saque de esquina. Juro que en ese instante comento con mi compañero de graderío la inteligencia de Raúl y lo listo que es. Entonces se bota el córner, de primeras remata Varane con la testa, la pelota se desvía y va en dirección a Raúl que, totalmente sólo se lanza en plancha para rematar de cabeza y meterla en diagonal por la escuadra contraria. Un gol muy de Raulisto. El más aplicado de la clase.
El resultado final de 3-3 fue, como podrán imaginar, lo de menos. Pero es que lo mejor tampoco fue ver de nuevo a Kroos, Pepe, Marcelo o Raúl. Lo verdaderamente inspirador fue observar un campo repleto de padres de la mano de sus hijos y el ambiente noble, sano y respetuoso en el que, no sólo no se escuchó ni un insulto, sino que se aplaudía a los jugadores rivales.
Un fútbol que me recordó a mi niñez y que me enorgullece que haya supuesto el primer acercamiento de mi retoño, Yago, al ‘deporte rey’ en directo. Se lo recomiendo a todos. ¡Ojalá más jornadas como esta!