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Laporta incrementa la deuda del Barça para fichar a Joan García

El presidente del FC Barcelona sigue negociando un préstamo bancario para que el club pueda depositar 25 millones

Laporta incrementa la deuda del Barça para fichar a Joan García

El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta. | Alberto Gardin (Zuma Press)

El FC Barcelona ha llegado a un acuerdo con el todavía portero del RCD Espanyol, Joan García, para que se convierta en guardameta culé los próximos seis años. Sin embargo, la operación no está cerrada, ya que el presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, sigue negociando un préstamo bancario o póliza para que el club pueda depositar de golpe los 25 millones de euros, más el IPC, correspondiente a la cláusula de rescisión del portero perico en la sede de la Liga de Fútbol Profesional.

El Barça no genera caja libre, todo lo que ingresa está comprometido con salarios, proveedores y terceros, por lo que necesita financiación externa para ejecutar este fichaje. Es habitual que los clubes fichen a otros jugadores negociando unos plazos de pago con el club vendedor, pero en esta ocasión no es posible porque hay que pagar el coste del fichaje de golpe. Por eso, Laporta se ve obligado a incrementar la deuda del club para fichar al portero.

Y eso no es todo. A Joan García, de 24 años, se le va a firmar un contrato de seis años, cuando en principio el acuerdo era para cinco temporadas, que es el período máximo de amortización de un jugador permitido por el control del fair play económico. De esta manera, durante los primeros cinco años en los que contablemente hay que sumar la parte proporcional de la amortización más el salario anual, el portero cobrará poco, mientras que en el sexto año, en el que ya no hay coste de amortización, se le incrementará la ficha de manera muy considerable.

Lo mismo se le ha hecho a Lamine Yamal. Se le ha renovado por seis años, con el gran incremento de salario en su sexto año. Esto no es más que tirar la pelota hacia adelante o, dicho de otro modo, diferir el sueldo al último año de contrato, que es lo que tanto había criticado de Bartomeu, con la diferencia de que el anterior presidente se vio obligado a hacerlo porque la pandemia mundial dejó al club sin la mitad de ingresos —lo mismo les ocurrió al resto de clubes—, mientras que ahora Laporta lo hace cuando no hay ningún condicionante externo que lastre la actividad ordinaria del club.

Aunque Laporta lleve los cinco años de mandato repitiendo que “estamos a punto de recuperar la situación económica del club”, la realidad es más bien todo lo contrario. El patrimonio neto sigue siendo negativo y la deuda se ha incrementado. La demostración de que la gestión económica de la actual junta del Barça es mala es que el club sigue cerrando sus ejercicios con pérdidas y continúa teniendo problemas para inscribir a jugadores y cumplir con los límites salariales del fair play económico de la Liga, a pesar de que Leo Messi, Busquets, Piqué o Alba (los que más cobraban) ya no están en la plantilla y el presidente ha “quemado”, en estos cinco años, 1.000 millones de ingresos vendiendo activos futuros, como la venta del 25 % de los derechos televisivos, el 49 % de Barça Vision, o la venta de la explotación de palcos VIP del nuevo Camp Nou para los próximos 30 años, cuyos millones se han utilizado para compensar las pérdidas generadas por una deficitaria gestión económica basada en gastar mucho más de lo que genera el club en su día a día.

Los ingresos se han visto reducidos por el traslado a Montjuïc, pero, en cambio, los gastos se han incrementado en muchas partidas, como la de salarios no deportivos, y por palancas fallidas, como los impagos de la palanca de Barça Vision. Recordemos que el Barcelona cerró el ejercicio económico pasado con 91 millones de pérdidas y este año podría también cerrar con más números rojos.

A pesar de esta delicada situación económica, Laporta no tiene problemas en seguir devaluando jugadores, despidiéndoles y “regalándoles” dinero, como pasó con Mirotic, a quien se le rescindió el contrato teniéndole que abonarle prácticamente los 2 años que le quedaban de contrato, cuando el jugador, que era uno de los mejores de Europa, estaba dispuesto a rebajarse el sueldo. La sección de baloncesto heredada por Laporta tenía a Mirotic como estrella y al mejor entrenador de Europa, Jasikevicius, que acaba de ser campeón de la Euroliga con Fenerbahçe.

Ahora es una sección entregada al despropósito que lleva dos años sin ningún título. Es muy probable que algo parecido acabe pasando ahora con Ter Stegen. En lugar de decir públicamente que se cuenta con él y negociar discretamente y en privado una salida a cambio de que pueda traer una buena oferta para ser traspasado, se le está criticando públicamente, devaluándole en el mercado y echándole, prácticamente, por la puerta de atrás, a pesar de que el portero es el primer capitán de la plantilla y está en disposición de exigir los 42 millones que le quedan por percibir en los 3 años que le restan de contrato. Con esa manera de actuar tan irresponsable es prácticamente imposible que mejore la gestión económica. 

Y no hay que olvidar que, a partir del año que viene, el Barça, que tendrá el 25 % de ingresos menos por los derechos de televisión que el resto de clubes, deberá pagar 100 millones de euros más para empezar a devolver el crédito a los inversores que han financiado la reforma del Camp Nou.

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