Xabi y el Madrid ordenan las ideas: del rol de Vini y Mbappé al posible retoque de la plantilla
Estas son las principales reflexiones que brotan desde la zona noble del Bernabéu.

Mbappé escapando de Dembélé en las semifinales del Mundial de Clubes. | Hannah Mckay (Reuters)
Transcurrida una semana de la goleada del PSG sobre el equipo de Xabi Alonso en las semifinales del Mundial de Clubes es el momento ideal para ordenar las ideas y analizar, en frío, tal y como está haciendo el Real Madrid, las consecuencias derivadas del torneo.
Vaya por delante que, más allá de la lógica decepción en la institución por la grosera manera de caer ante los ojos del planeta fútbol la conclusión final no es, ni mucho menos, negativa. Estas son las principales reflexiones que brotan desde la zona noble de Concha Espina.
«Xabi es un acierto»
Cuando, en el último tramo de competición, la salida de Ancelotti pasó de ser un rumor de pasillo a una realidad palpable se empezó a barruntar con la posibilidad de buscar un entrenador de ‘entreguerras’ en lo que llegaba Xabi Alonso. ¿El motivo? Ni el club, ni principalmente el tolosarra, querían ‘quemarse’ a la primera de cambio.
El nombre que más sonaba era el de Santiago Solari, ya que, además de ser un hombre de la casa, sabía lo que era tomar las riendas del equipo en un momento complicado. Esta opción sobrevoló la mente de la institución, pero finalmente se impuso la idea de que lo mejor era que Xabi tomara posesión del cargo «a la de ya» y fuera ganando tiempo para implantar sus ideas y su estilo.
Y la sensación reinante es que «traer a Xabi de inmediato ha sido un acierto». Desde Valdebebas piensan que, no sólo se ha notado la impronta del técnico vasco sino que se ha adelantado un mes de trabajo. También ha impactado positivamente su dibujo de tres centrales, la nueva posición y protagonismo de Güler sobre la cancha y la valentía para hacer explotar a un canterano como Gonzalo.
El rol de Vini y Mbappé
Dicho esto, todos son conscientes por Chamartín de que Alonso tiene mucha faena por delante. El partido contra los parisinos dejó claro que, para volver a situarte en la cima del fútbol mundial, no solo vale con contar con los mejores. Lo básico es convencerles de ejercer un liderazgo responsable sobre la cancha que tire del resto del equipo.
Para lograrlo es primordial que Xabi logre el máximo entendimiento posible en la pareja formada por Vinicius y Mbappé. Esta circunstancia pasa porque ambos conozcan su rol a la perfección y lo acepten.
Quizá este fue el principal debe en la última etapa de Carletto. Una conversación a calzón quitado con los dos tótems madridistas donde se hubiera establecido quien debe asumir el papel de estrella y quien el de secundario de lujo.
Otra opción es la de desechar etiquetas y ponerlos a trabajar con idénticas responsabilidades por el bien del grupo. En las manos de Alonso está hacerles entender que, si ellos dan ejemplo, el resto de compañeros los seguirán sin titubear.
¿Plantilla cerrada?
Xabi y la institución mantendrán contacto constante estos días para actualizar sensaciones tras el arranque de su proyecto en común. La idea inicial en el Madrid es la de dar por concluidas las contrataciones con la llegada de Álvaro Carreras, pero también quieren escuchar a su entrenador.
Y es que Alonso ha soltado en dos ocasiones la frase mágica de «hay margen de mejora en la plantilla». Tan real es esto como que en el Madrid querían observar con atención lo que sucedía en el Mundial de Clubes para tomar una decisión definitiva.
Parece que a Xabi no le disgustaría una pieza más en la zona de creación del medio campo (por eso quería en su día a Zubimendi), pero para que alguna novedad de este calado pudiera producirse sería fundamental asumir alguna salida importante que dejara un dinero considerable en caja. A todos nos viene a la cabeza en nombre del infrautilizado y descontento Rodrygo Goes.
El hecho de no haber contado con el brasileño en los Estados Unidos y del papel intrascendente de Ceballos como director de orquesta en la sala de máquinas suena a claro mensaje de Xabi para reflexionar sobre ambos nombres. Un retoque final que puede marcar la diferencia en la confección de un equipo campeón capaz de competirle al PSG… ¡O al Chelsea!