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Rafa Nadal, primer deportista doctor 'honoris causa' de la Universidad de Salamanca

El extenista mallorquín ha agradecido al centro académico este «reconocimiento tan especial»

Rafa Nadal, primer deportista doctor ‘honoris causa’ de la Universidad de Salamanca

El tenista Rafa Nadal. | EP

Primer deportista condecorado. Rafael Nadal Parera ya es doctor honoris causa por la Universidad de Salamanca, honor que ha recibido «como muestra de respeto hacia el deporte» como él mismo ha reconocido durante su intervención en el Paraninfo del edificio histórico de la USAL enfundado en una muceta de color azul cielo.

El extenista mallorquín ha agradecido a la USAL este «reconocimiento tan especial». «Es un inmenso honor ser el primer deportista investido honoris causa en esta universidad», ha asegurado Nadal, que ha añadido que «es difícil explicar el orgullo y la gratitud» hacia esta institución académica, «la más antigua de España y una de las más antiguas del mundo». «Como bien sabéis, no he seguido la trayectoria académica que sí lo ha hecho la mayoría de los aquí presentes», ha reconocido, ya que su vida se ha desarrollado por las «pistas de tenis por los cinco continentes».

«Por eso, recibo este reconocimiento como muestra de respeto para el deporte y lo que representa para la sociedad. Desde que era niño el deporte ha sido mi propio colegio y universidad. Lo que aprendí en las pistas me ha acompañado dentro y fuera de ellas. De poco sirve soñar en grande si no se trabaja con intensidad y con objetivos claros en el día a día», ha indicado.

Sobre los valores del deporte, Nadal ha insistido en que «en el deporte nadie gana siempre», por lo que la mejor lección que se ha llevado en la vida es precisamente esforzarse para volverse «a levantar». «El deporte me ofreció un pequeño doctorado en resiliencia» ha reconocido con una sonrisa Nadal desde el estrado.

El tenista, además, ha hecho un alegato sobre la pasión, que ayuda a disfrutar «aun en los momentos de más dificultad» y a la ambición, que «no consiste solo en querer alcanzar un objetivo, porque el fin no justifica los medios». Como anécdota personal, Rafael Nadal ha recordado en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca que, en 2002, tuvo la opción de jugar el torneo júnior de Roland Garros, pero sus padres no le dejaron acudir, ya que, con 15 años, coincidía con los exámenes.

«En esos momentos fue muy difícil de entender. En aquel momento no lo valoré, porque a pesar de mi decepción mis padres se mantuvieron firmes» ha añadido. «Me ayudaron a terminar mi educación obligatoria y me enseñaron que no hay nada por encima de los valores y la formación», ha concluido. Rafael Nadal ha querido parafrasear a Miguel de Unamuno, exrector de la Universidad de Salamanca, al recordar una frase del escritor vasco: «Procuremos más ser padres de nuestro porvenir que hijos de nuestro pasado». «Estas palabras reflejan muy bien lo que he querido hacer en mi carrera. Trabajar día a día para construir un futuro mejor», ha añadido Nadal.

El nuevo honoris causa de la USAL ha dado importancia a los valores del deporte «que deben aplicarse a la vida cotidiana», ya que el deporte «no solo forma a deportistas, sino a personas». «Por eso trabajamos con la Fundación para dar oportunidades a través del deporte, que transforma vidas, ofrece esperanza», ha añadido. Nadal ha recordado también durante su discurso a Nelson Mandela, que dijo hace 25 años que «el deporte tiene el poder de cambiar el mundo, de inspirar, de unir a las personas como pocas cosas lo hace y habla a la juventud en el idioma que entienden».

Buen comportamiento

Al respecto, el nuevo doctor honoris causa de la USAL ha reconocido que cambiar el mundo «obviamente» no fue su objetivo, «pero sí tener un buen comportamiento en todos los niveles». Como despedida, Rafael Nadal ha agradecido a la Universidad, familia, equipo e incluso sus rivales, al asegurar que todos le han dado un «impulso para seguir siendo fiel a los valores» que el deporte le había enseñado.

Antes que Nadal, y como es protocolario, su padrino en esta ceremonia, el decano de la Facultad de Educación, Ricardo Canal, ha desarrollado su ‘laudatio’ para subrayar que «el saber se manifiesta en múltiples formas, ya que el esfuerzo y la resiliencia son también fuente de conocimiento».

Por esta razón, el reconocimiento al tenista balear llega no a los títulos que ha conseguido, sino «a cómo los ha conseguido». «Él mismo lo dijo: el talento solo no es suficiente, hay que mejorar cada día como jugador y persona. Esta mejora continua ha guiado su carrera», ha añadido Canal.

Además, el decano de la Facultad de Educación ha asegurado que «su fuerza no ha anulado su humildad» y ha demostrado siempre «respeto al rival, gratitud a su equipo, cercanía con el público y ha valorado las derrotas tanto como las victorias». Al tener al deporte como «poderosa herramienta de solidaridad», Canal ha resaltado cómo más allá de las canchas ha demostrado su «compromiso social al impulsar programas de educación para niños y jóvenes vulnerables».

Canal ha reconocido que Rafael Nadal encarna varios de los valores que quiere proyectar la Universidad de Salamanca y que el acto de este viernes recuerda «que el conocimiento y la excelencia no pertenece solo a las aulas y los laboratorios, sino a la perseverancia y el compromiso social». «El verdadero triunfo no es levantar una copa, sino levantarse una y otra vez», ha añadido.

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