Alonso vuelve al pódium, pero no hay quien pueda con un Verstappen que huele a título
Miami dejó una carrera de Fórmula 1 anodina en la que el resultado final fue el más repetido de lo que va de año. Sainz terminó quinto
Miami nos lo confirmó: Fernando Alonso está en plena forma, su equipo funciona y su coche corre, pero el que se lo va a llevar esta temporada es el mismo del año pasado: Max Verstappen. Tras alguna carrera en la que se ha mostrado incómodo y protestón, lo del neerlandés apunta sin grandes dudas tras el Gran Premio de Miami, a su tercer título.
El poderío demostrado por el vigente campeón, la eficiencia de su RB19, y el aplomo con la que adelanta a todo aquel que se le ponga delante, deja cada día menos dudas. Si era el principal sospechoso desde un inicio, se hace patente sin haber corrido media docena de carreras, que no tiene más enemigo que su propio compañero, y que solo le deja atrás de manera circunstancial. Entre los dos se han repartido las cinco victorias disputadas hasta la fecha, y aunque el mexicano deja rastro de su indudable calidad, Verstappen resulta imparable cuando se encuentra cómodo.
En Bakú fue de más a menos, y culpó de su falta de concentración a un problema de habitabilidad en su monoplaza. Modificaciones recientes dejaron una anatomía extraña alrededor de su cabeza y culpó a sus técnicos. Pero cuando se lo han apañado, resulta imparable.
Bienvenido a Miami
El primer Gran Premio del año en el Nuevo Continente se disputa en los aledaños del estadio de los Miami Dolphins, el equipo de fútbol americano local. Se llegaba con el temor de unas lluvias que no asomaron, y el orden establecido apenas cambió durante los entrenamientos. Los Red Bull pronto mostraron su dominio, los Ferrari estuvieron cerca, y el Aston Martin de Alonso cerraba el grupo de los llamados a liderar al resto, con los Mercedes algo difusos.
En la tanda clasificatoria se produjo un incidente, protagonizado por Charles Leclerc, que congeló las vueltas finales de la sesión. Esta circunstancia dejó para la historia el primer triplete hispanohablante de la historia, con Checo Pérez en pole position, el ovetense segundo, y Carlos Sainz tercero.
El accidente de Leclerc, segundo durante el fin de semana, dejó un apunte en el aire. Diversos analistas han llegado a la conclusión que cuando los Ferrari pasan por encima de los pianos muy fuerte, esto es, se exceden en las trayectorias en las curvas, el túnel de aire en la zona baja del coche parece perder su eficiencia, y es cuando sus pilotos pasan de ser conductores a pasajeros. Todo indica que su estabilidad se troca en descontrol cuando se rompe en flujo de aire, y esta puede ser uno de los dolores de cabeza rojos.
Fue una pena saber qué hubiera ocurrido. Si los coches azules y los Aston Martin aguantan su ritmo con cierta previsibilidad, los Mercedes y Ferrari mejoran o empeoran según que tipo de pista se les plante enfrente, y se van turnando en el puesto de coches destinados a acercarse al cajón.
La carrera no fue un prodigio de diversión, incidentes, coches de seguridad, choques o ni siquiera banderas amarillas. Es más, hacía dos años que no abandonaba ni un solo coche y en esta ocasión acabaron la prueba todos los inscritos. Con el trío hispanoparlante en la cúspide de la carrera durante la salida, los tres sucumbieron al incontestable avance de Verstappen. Saliendo noveno, ya estaba segundo en la vuelta quince, y se hizo con el control de la carrera pocos giros más allá. Checo cayó un puesto con respecto a su posición de salida, otro Alonso, y dos Sainz, que acabó quinto y no pudo defenderse de un acertado George Russell. El madrileño padeció una sanción de cinco segundos por correr más de la cuenta en la calle de boxes. Entró como una exhalación en su primera parada, y abonó con tiempo extra su exceso de velocidad en una zona de seguridad.
Mejor le fue a su amigo el asturiano, que ha vuelto al pódium tras el lapsus de Baku, y con esta suma cuatro visitas a la madera tras cinco pruebas disputadas del mundial 2023 de Fórmula 1. Fernando sigue tercero en la clasificación de pilotos con 75 puntos, y Carlos quinto, con 44. Si Sainz hace lo que puede con un coche que trae de cabeza a sus técnicos, y parece dominar la situación mejor que su compañero, de Alonso se esperaba mucho en esta carrera.
La llegada de la posible victoria número 33 sigue levantando una enorme expectación, y difícilmente lo va a tener más a la mano que como lo tuvo en Miami, saliendo en primera fila. La realidad es que los Red Bull están intratables, su AMR23 está a entre 0,5 y 0,7 décimas por vuelta los sábados, y le resultan inalcanzables. A pesar de ello, en carrera les planta cara, hasta que se les escapan por velocidad pura. Lo que sí parece claro es que en el momento en que los Red Bull se descuiden, Alonso será el primero en morder.
Show dentro del show
Lo del Gran Premio de Miami es, a falta de que veamos lo de Las Vegas, la quintaesencia de lo norteamericano. Un montaje espectacular, cheerleaders, zonas comerciales del tamaño de un aparcamiento, exposición de lanchas en el interior de la pista, conciertos, y una presentación de los pilotos en plena recta principal propia de Eurovisión conducida por el rapero LL Cool J. Por si fuera poco, la banda sonora que marcaba el ritmo estaba tocada en directo por una orquesta de músicos clásicos dirigidos por Will.i.am, el vocalista de los Black Eyed Peas.
Si el año pasado la carrera de Florida mostró alguna falla organizativa, lo de este año ha hecho palidecer a cualquier otro evento mundialista que se precie. Solo las carreras disputadas en los países del Golfo Pérsico son capaces de igualar un espectáculo de semejante fuste. Liberty Media, los propietarios de la categoría, son los promotores locales del evento y quieren crear una final de la Superbowl en cada carrera que se dispute en territorio estadounidense. En la parrilla de cualquier Gran Premio siempre es habitual a uno o dos famosos paseando de la mano de algún gerifalte deportivo. Durante todo el fin de semana pasaron por allí Tom Cruise, Shakira, Becky G, Venus y Serena Williams, el cantante Will.i.am, Roger Federer, Vin Diesel, Juan Martin del Potro y Gabriela Sabatini, Michelle Rodriguez, el Kun Agüero, Jeff bezos, Elon Musk, Queen Latifah, Maluma, los Jonas Brothers, Lindsay Vonn… En la entrega de los Oscars casi que se juntan menos famosos. Era tal la concentración de VIPs que lo que no se veían eran los coches, algo que los verdaderos aficionados echaron bastante de menos. Bueno, allí es otro tipo de espectáculo, y están marcando la pauta de lo que los propietarios quieren que acabe siendo esto.
Próxima cita: dentro de dos semanas, en Imola con carrera en horario europeo, el próximo 21 de mayo.