El GP de Emilia-Romaña de Fórmula 1, en peligro por el temporal de lluvias en Italia
Más de 1.000 personas han tenido que ser evacuadas por las inundaciones que asolan la zona norte del país y que podrían impedir la celebración de la carrera
Las fuertes lluvias que se han venido dando en los últimos días en todo el norte de Italia podrían provocar la suspensión del Gran Premio de Fórmula 1 de Emilia-Romaña. Los entrenamientos, la clasificación y la carrera podrían verse comprometidas por el riesgo que supone la tromba de agua sobre el asfalto de la pista.
Las autoridades de la región han emitido una alerta roja por un temporal que ha dejado, hasta ahora, cerca de 1.000 personas evacuadas y numerosos destrozos por inundaciones y deslizamientos de tierra. Se han desbordado los ríos Senio, en la ciudad de Cesenia, y el Montone, en la ciudad de Forli, provocando que hayan quedado anegadas las calles, casas y garajes, dejando a su paso numerosos destrozos. Las tormentas, que también han dejado apagones de luz, han afectado a las zonas de Rávena y Bolonia.
«Me gustaría expresar mi total cercanía a las poblaciones afectadas. El Gobierno sigue con atención la evolución de los acontecimientos», ha comunicado a los medios de comunicación la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, tal y como ha recogido la emisora pública Rai News.
Al menos cinco personas han muerto, aunque se desconoce el total de los afectados al estar aún trabajando los servicios de emergencias de la nación. Se espera poder conocer el total de los daños en varios días, sobre todo cuando el agua vaya remitiendo y deje visibles los destrozos.
Alerta naranja por las lluvias
El mal tiempo y las inundaciones también ha disparado la alerta naranja en Marcas, que limita al norte con la región de Emilia-Romaña, así como en la isla de Sicilia y en Campania, en el suroeste de Italia, donde los daños han sido por caídas de árboles y otros daños materiales.
Entre los territorios afectados están los que colindan con el circuito en el que durante este fin de semana acogerá el Gran Premio de Fórmula 1. Las imágenes que llegan desde las pistas, en especial las mostradas por el periodista de Dazn Albert Fábrega en sus redes sociales muestran trombas de agua sobre el asfalto, fuertes vientos que sacuden las estructuras y los camiones de los equipos competidores rodando entre litros y litros de agua.
Todo depende de la decisión de las autoridades. Por el momento, se espera que durante la mañana del miércoles sigan cayendo fuertes precipitaciones, aunque estas deberían comenzar a remitir en la tarde para, si nada cambia, amainar por completo entre el jueves y el viernes, aunque el tiempo es muy poco estable en estos momentos.
Lo principal es la atención a las víctimas y la reparación de los daños materiales. Por el momento continúan movilizados los equipos de ayuda y rescate para socorrer a los afectados. Desde la organización del torneo, se mantienen a la espera del anuncio de las autoridades locales y del Gobierno, que es quien dará el sí definitivo en caso de que se den las condiciones de seguridad pertinentes que no pongan en riesgo la vida de los pilotos.
La organización de Fórmula 1 se ha mostrado muy cauta en los últimos años con los fenómenos metereológicos, evitando que los pilotos compitan cuando las condiciones no sean óptimas o puedan llegar a suponer un mínimo riesgo para la integridad física de los competidores y la estabilidad de los vehículos.
En caso de suspenderse, quedaría pendiente el reorganizar el calendario para acoger la cita. Es cierto que este año hay más carreras y el empaque resulta más complicado, aunque lo habitual, si nada lo impide, es que se traslade a la próxima semana para evitar que el circuito europeo perdiera una de las competiciones más disfrutadas por los aficionados y estos puedan disfrutar de Max Verstappen, Fernando Alonso o Carlos Sáinz.