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El fallo en CrowdStrike llega a la Fórmula 1 y crea un problema a la escudería Mercedes

Los monoplazas de Lewis Hamilton y George Russell podrían verse afectados para el GP de Hungría

El fallo en CrowdStrike llega a la Fórmula 1 y crea un problema a la escudería Mercedes

El Mercedes de Lewis Hamilton en el pasado Gran Premio de Reino Unido de Fórmula 1. | REUTERS/Peter Cziborra

No ha sido una sorpresa. El deporte más tecnificado del planeta, el más complejo y el más dependiente de sistemas computarizados, ha sido tocado por el apagón de la compañía CrowdStrike, la encargada de la seguridad en los sistemas de Microsoft. El problema empezó a dar señales en Australia —donde el tiempo empieza antes—, y ha acabado afectando a la Fórmula 1.

Este fin de semana se disputa el Gran Premio de Hungría, y en la mañana de este viernes, los más apurados en el box de la escudería Mercedes no eran sus dos pilotos, Lewis Hamilton y George Russell. Tampoco sus mecánicos. Ni siquiera los ingenieros de pista. Eran sus técnicos en IT, los de la Tecnología de la Información, los que mantienen los equipos informáticos que desplazan a cada circuito.

Conexión equipos/patrocinadores

El tiempo en que los patrocinadores se limitaban a poner unas pegatinas en la carrocería de los coches pasó. Este viernes, los sponsors tienden a denominarse socios comerciales, y no solo aportan colores y adhesivos, sino que suele a haber un cruce de intereses reales y tangibles. Si la alquiladora de coches Hertz patrocina a algún equipo, aporta sus coches; si McDonald’s patrocinase a otro, en los menús diarios de su personal estarían sus hamburguesas.

Un buen ejemplo es el de los ordenadores Dell, que patrocina a McLaren. Casi todos, por no decir todos los ordenadores portátiles que se ven en las pistas o los estacionarios en la factoría, son de esta marca. Pues este mismo tipo de colaboración existe entre CrowdStrike y el equipo Mercedes, y a horas antes de salir al asfalto, sus técnicos trabajaban contra reloj ante el temor de que el flujo de datos y el funcionamiento general fallase.

Un Fórmula 1 tiene más de ordenador que de coche. Con cuatro ruedas y un volante, a nivel mecánico es conceptualmente un coche. Una de las razones que los diferencia de un turismo y lo asemeja a una nave espacial, es que los equipos más poderosos dotan a cada monoplaza de unos cuatrocientos sensores. Esta pléyade de sistemas de medición pasan por los ordenadores de a bordo, se transmiten hacia boxes, y de allí, a la factoría en tiempo real en una operación que tarda aproximadamente 1,2 décimas de segundo.

Si el coche de Hamilton acelera, se recalienta, derrapa o hace un trompo, en su factoría tardan poco más de una décima de segundo en saberlo. Pero para ello requieren que todo el entramado de cables, sensores, transmisores de datos inalámbricos, sistemas de medida y ordenadores que lo centralizan todo, funcionen debidamente. Dejar sin estos datos a los ingenieros es tirar todo el trabajo por la borda, y el ejercicio de cada piloto se vuelve estéril, muy deficiente, carece de referencias.

Incluso entrarían en colisión con las regulaciones, porque muchos de los datos que generan los coches son requeridos en tiempo real por los comisarios deportivos. En caso de que haya dudas, un dictamen rápido sobre una acción en pista, una salida del asfalto, o un movimiento peligroso para con otro participante, muchos de los parámetros que lo juzgasen salen del propio coche.

Esta es la razón por la que desde esta mañana el personal de Mercedes está trabajando para eludir los previsibles problemas que se van a encontrar. Esto ya le ha ocurrido a aerolíneas, bancos y medios de comunicación, que llevan sufriendo graves interrupciones debido a una actualización defectuosa.

CrowdStrike ofrece protección contra ciberataques, y está unida a Mercedes desde 2019. Desde entonces, sus logotipos aparecen sobre la epidermis de las flechas de plata. Según recogen varios medios especializados británicos, un portavoz del equipo confirmó que están solucionando manualmente el problema en cada ordenador que utilizan, y que esperan que pueda funcionar con normalidad durante las sesiones de entrenamientos de hoy. La primera sesión de entrenamientos está prevista que comience a las 13.30 hora local.

Otros equipos también

Se sospecha que el problema también puede afectar a los ordenadores que utilizan los motores de los clientes de Mercedes, McLaren, Aston Martin y Williams. Del resto de equipos no se ha reportado falla alguna.

Un Aston Martin en el GP de Reino Unido. | Reuters

Un error similar se provocó en 2021 durante el Gran Premio de Emilia-Romaña, y dejó ciegos —sin dato alguno— a las escuderías durante la primera sesión de entrenamientos. En 2023, Alfa Romeo sufrió una pérdida de energía en su box durante el Gran Premio de Singapur. Como resultado, ninguno de sus coches pudo rodar durante la primera hora de la primera sesión de entrenamientos ante la ausencia de sistemas de comunicación interna, ordenadores y datos.

Respuesta de la compañía

George Kurtz, CEO de CrowdStrike, ha confirmado que han identificado el fallo y están distribuyendo una solución. En principio, solo afecta a los servidores con software de Microsoft; no afecta a los basados en hardware que maneja Linux o los sistemas operativos de Apple. Se sabe que no es un ciberataque, sino una actualización errónea.

El Gran Premio de Hungría se disputa este domingo a las tres de la tarde, horario peninsular español.

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