El equipo de Fernando Alonso cambia de director tras la floja temporada 2024
El movimiento es mayor, pero entra dentro de lo normal cuando quieres pasar de ser un equipo mediano a uno ganador

Fernando Alonso junto al equipo de la escudería Aston Martin. | Hoch Zwei (Zuma Press)
Mucho han tardado. Los resultados fueron decepcionantes y las cabezas acabaron rodando. El segundo año de Fernando Alonso en Aston Martin no fue como esperaban, y la bajada de rendimiento ha traído nuevos fichajes, como el de Adrian Newey, o algo que ha sorprendido a todos: el posicionamiento en la dirección general de Andy Cowell, que acaba de desplazar a Mike Krack.
Desde fuera puede parecer un terremoto, pero es un movimiento típico de un equipo mediano que busca hacerse grande. Es como la gripe de los baloncestistas; tienen fiebre, sudan, lo pasan mal, pero cuando salen de ella miden tres dedos más de altura. Lo ocurrido es relativamente normal.
Los cambios empezaron a finales del año pasado con el semidespido de Dan Fallows como director técnico de la escudería. El creador del AMR24 no estuvo afortunado con el monoplaza que salió de su cabeza, y fue remitido a la factoría de deportivos a realizar otras funciones. Más tarde se anunció el fichaje de Enrico Cardile desde Ferrari, un enorme conocedor de la dinámica de los vehículos, que es todo lo relacionado con el chasis y su comportamiento.
La sorpresa llegó con el anuncio de Adrian Newey. El considerado mejor ingeniero de la parrilla, con especial incidencia en lo relacionado con la aerodinámica, fue uno de los fichajes del año. Hasta la segunda semana de marzo no podrá ponerse manos a la obra en su nueva escudería, y es algo que le duele, «tengo todas mis herramientas bloqueadas», declaró esta semana.
Por cuestiones contractuales no puede arrancar su tarea, que se presupone irá destinada al futuro AMR26, que con motor Honda correrá el año que viene, 2026. El coche con que encaren el mundial que arranca el próximo marzo en Australia se comenzó a diseñar en la primavera de 2024, y a estas alturas ya debería estar casi completado. Su participación será escasa en él, aunque con toda seguridad, ayudará.
Los últimos cambios en la estructura de Aston Martin han sido de orden mayor. Su director general, el luxemburgués y cara visible de la formación, Mike Krack, pasará a regir las actividades en pista, y cederá despacho a Andy Cowell. Si la gestión del primero es discutida a tenor de los resultados obtenidos este 2024, Cowell tiene prendado a Lawrence Stroll, propietario del equipo.
Cowell fue el director de HPP, la compañía propiedad de Mercedes, filial de la escudería del mismo nombre, y que puso en pista los mejores motores de la era híbrida. Los mismos motores que dieron ocho títulos consecutivos a sus propietarios, y los mismos que impulsaron a la McLaren, que se llevó el entorchado de constructores este pasado mundial de 2024.
La situación en la tabla de Aston Martin es la que dicta lo razonable; lo es menos la forma en que se ha logrado, y de ahí que hayan saltado los plomos en Silverstone. Cuando el 1 de agosto de 2022 se anunció la llegada de Fernando Alonso, su nueva escudería estaba novena. Fue un duro varapalo para muchos de sus seguidores. Acabaron séptimos aquel año con una pequeña remontada en los compases finales del calendario.
En 2023 y con el bicampeón ya al volante sorprendieron a todos, incluidos ellos mismos. Todo ocurrió con un primer tercio de temporada delirante, pódiums y casi victorias por parte de un acertado Alonso y un equipo que funcionó genuinamente bien. Pero se trataba de un periodo de prestado. La diferencia entre ellos, segundo clasificado, y el primero, Red Bull, se acabó llenando por los que desacertaron con sus coches en el inicio, y que poco a poco fueron llenando ese espacio.
Adelantados por la derecha
Antes del fin de la temporada, Ferrari, Mercedes y McLaren ocuparon su espacio natural, y Aston Martin no supo hacer evolucionar un coche estancado que acabó quinto. En realidad tendrían que haber acabado sextos, un puesto más que el séptimo del año previo; su quinta plaza final se la debieron al enorme acúmulo de puntos recaudado al inicio del año.
El pasado 2024 fue un año grisáceo para los de verde. Acabaron quintos, misma plaza de la temporada previa, pero si en 2023 sumaron 280 puntos, los 94 de 2024 indican que fue una temporada peor. Un quinto y tres sextos puestos como mejores resultados debieron saber a muy poco a un Alonso que recabó ocho pódiums el año previo. En algunos momentos de la temporada el coche llegó a decaer hasta situarse como el octavo y hasta noveno monoplaza de la parrilla. Las quejas y reivindicaciones del corredor a nivel interno pesaron mucho.
El asturiano tampoco se ha mostrado en especial optimista ante el 2025, aunque en 2026 se abre una ventana de oportunidad con un nuevo motor, Honda, nuevos simuladores y túnel de viento propio, y la materia gris que aporta Adrian Newey. Hasta entonces, sería de una enorme suerte, aunque dentro de un desarrollo lógico, que los Aston Martin pudieran acabar cuartos; este sería el resultado razonable dentro del ciclo histórico. Habrá que esperar a ver cómo arrancan.
Franco Colapinto reingresa en la categoría
La otra gran noticia de la semana en la Fórmula 1 es el fichaje de Franco Colapinto por parte de Alpine. Bajo la nueva dirección de Flavio Briatore, una de sus jugadas ha sido la de recuperar al argentino para un puesto de tercer piloto. Este año serán los titulares Pierre Gasly y Jack Doohan, hijo del multicampeón de motociclismo Mick Doohan.
El propio Briatore ha dejado claro que el australiano tendrá que ganarse el puesto, y muchos creen que Franco le acabará desplazando antes de verano. La jugada es extraña, aunque previsible, en especial cuando se rumorea que Alpine ha pagado a Williams veinte millones de euros por el traspaso del argentino; nadie paga semejante suma a cambio de un piloto destinado a ocupar el banquillo.
Williams subió a sus monoplazas al de Buenos Aires en mitad de la temporada 2024, y a pesar de sus varios accidentes, dejó un buen sabor de boca. El problema es que con la llegada de Carlos Sainz, contrato tenían, pero asiento no. La histórica escudería pierde a un piloto de futuro, y cuando Colapinto se ha movido, con gran alharaca tanto por su parte como por su contratante, es que sabe que tiene más cerca conseguir una plaza de titular.
Flavio Briatore ha demostrado siempre tener una capacidad de mover como nadie sus piezas en beneficio del conjunto. Si Colapinto encaja mejor en su plan, por calidad como piloto, porque trae patrocinios, o porque el aterrizaje en la formación es más fluido, no le temblará el pulso para desplazar a un Doohan que aún tiene que estrenarse en la categoría.
Táctica empresarial ya conocida
El empresario italiano hizo grande a Michael Schumacher, más tarde hizo lo propio con Alonso, y todos prevén que el siguiente en su agenda es el argentino. Los mensajes que se emiten desde el equipo, sus cabezas visibles, y hasta el propio Luca de Meo, director general de Renault, apuntan a que ya tienen un guion preparado.
En Aston Martin también tienen su hoja de ruta, pero es mucho más compleja, costosa, y lenta. Y en la Fórmula 1, ni se pueden hacer las cosas despacio porque te cogen, ni demasiado rápido, porque derrapas. Aston Martin no ha derrapado, pero tampoco han gozado de la tracción necesaria. A pesar de todo, sus piezas parecen ir encajando dentro del ritmo que se le supone al que quiere ganar, y esas cosas nunca ocurren de un día para otro.