La Fiscalía del Tribunal de Versalles ha pedido este jueves una pena de 10 meses de cárcel exentos de cumplimiento para el delantero del Real Madrid Karim Benzema por complicidad en el chantaje a su excompañero de la selección Mathieu Valbuena con un vídeo de carácter sexual. Benzema ha sido el único de los cinco acusados que no se ha presentado en la vista oral, amparándose en sus obligaciones deportivas.
El jugador madridista fue imputado en esta causa por una conversación que mantuvo con Valbuena en la que le alertaba de las consecuencias de no atender las amenazas de los chantajistas, lo que hizo sospechar al exjugador del Olympique de Marsella que estaba implicado en la trama.
Un acusado pide perdón durante el juicio
Mustapha Zouaoui, considerado como el «cerebro» del intento de chantaje al futbolista Mathieu Valbuena con un vídeo de carácter sexual, se ha disculpado este jueves ante el exinternacional francés en la segunda jornada del juicio en Francia.
«Pido disculpas de todo corazón», ha declarado Zouaoui, uno de los cinco acusados de la trama ante el tribunal de Versalles. La víspera, sin embargo, se había burlado del futbolista durante el juicio.
El hombre también se ha disculpado con Karim Zenati, amigo de la estrella de Benzema, por «manipular[lo]». Benzema también está siendo juzgado por complicidad, si bien no ha comparecido por motivos «profesionales», según su abogado.
«Rencor» y «celos» de Valbuena
Ante los periodistas, uno de los abogados del delantero madridista, Sylvain Cormier, evocó el miércoles por la noche el «rencor» y los «celos» de Valbuena.
«Sus cálculos son simples: ‘A mi me apartaron, no volví a la selección francesa y, deportivamente, he decaído’ y, enfrente, está Karim Benzema, en primera línea del fútbol mundial actual», comentó el letrado.
Caprichos y trapicheos que degeneran en un chantaje
Cuatro oportunistas que orbitan en torno a futbolistas encumbrados por la fama, sus caprichos y excesos, un vídeo sexual y la oportunidad de obtener beneficios, un presunto chantaje y la rivalidad entre dos internacionales.
El juicio por presunto chantaje con un vídeo de contenido sexual a Mathieu Valbuena, en el que Karim Benzema está implicado por complicidad, está sacando a la luz un mundillo sórdido en el que el lujo cohabita con el trapicheo.
Solo así puede explicarse cómo Valbuena o Benzema, ambos de origen modesto -el primero de padres españoles, el segundo argelinos- y enriquecidos por el fútbol, se relacionan con Axel Angot, Youanes Houass, Mustapha Zouaoui o Karim Zenati, todos ellos sin oficio conocido y con antecedentes judiciales y estancias en prisión.
En los interrogatorios aparece la línea de colisión entre los caprichos de unos y la búsqueda de recompensa de los otros. Hasta que la cosa descarrila, se va demasiado lejos y aparece la policía, que saca a la luz lo que parece un chantaje. Los acusados se defienden asegurando que solo querían buscar su generosidad. La Fiscalía considera que querían forzarla.
«Los futbolistas pueden ser muy generosos, pero también muy exigentes», desvela Zouaoui, considerado por la acusación como el cerebro de la operación, el hombre que manipuló a todos los demás para embarcarles en el chantaje.
Zouaoui, apodado «Sata», conoce el juego. Lleva años poniéndose al servicio de futbolistas de Marsella, su ciudad, a cambio de sus favores. «Nunca he pedido nada», afirma el hombre que viste un chándal de marca y que asegura que llegó a tener un barco.