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Cuál será el sueldo de los árbitros en el futuro

LaLiga y la Federación Española de Fútbol masculino deberán sentarse en los próximos meses para negociar la retribución de arbitraje profesional

Cuál será el sueldo de los árbitros en el futuro

Mateu Lahoz. | Zuma Press

El acuerdo vigente para la retribución del arbitraje profesional en Primera y Segunda división concluye al final de la presente temporada. El anterior, firmado el 9 de agosto del 2018 por Luis Rubiales y Javier Tebas, tiene una vigencia de cinco temporadas. Federación y Liga tendrán que sentarse a negociar las nuevas condiciones retributivas.

Dos semanas se cumplen desde que se resolvió el conflicto de las árbitras y asistentes en la Liga Profesional de Fútbol Femenina y su nueva situación salarial. Desde ahora cada árbitra de esta nueva categoría profesional percibirá 1.660 euros por partido mientras que el sueldo de las asistentes será de 1.066 euros. Resuelto este conflicto que ha provocado un parón histórico en el inicio de la nueva categoría profesional del fútbol femenino, en el horizonte está la revisión del salario arbitral en el fútbol masculino. Tanto árbitro, asistente como el equipo de VAR que participan en cada encuentro de Primera como Segunda división.

Porque conviene saber que LaLiga y la Federación Española de Fútbol masculino deberán empezar a sentarse en los próximos meses para negociar la retribución de arbitraje profesional que estará vigente a partir de la próxima temporada 2023-2024. 

En cuanto concluya esta comprimida temporada dejará de tener vigencia el acuerdo que ha estado aplicándose durante las cinco últimas temporadas, ésta 2022-2023 incluida. Un acuerdo firmado el 9 de agosto del 2018 en un acto donde estuvieron presentes el presidente y secretario general de la RFEF, Luis Rubiales y Andreu Camps; junto a Javier Tebas y Javier Gómez, presidente y director general de la patronal. Estuvo también presente el entonces máximo responsable del estamento arbitral, Carlos Velasco Carballo. 

No hay posibilidad de prórroga del acuerdo actual

Las dos partes deben sentarse y están condenadas a llegar a un acuerdo, porque el contrato vigente a día hoy no permite prórroga alguna del mismo. Así queda bien especificado en el acuerdo al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE. En el punto dos del objeto del acuerdo se expone claramente que «las condiciones establecidas en el presente acuerdo se pactan desde la temporada 2018-2019 hasta la temporada 2022-2023». Es más, en el punto decimoprimero del mismo documento es donde deja claro que «las condiciones establecidas en el presente acuerdo finalizarán automáticamente y sin necesidad de previa notificación al efecto una vez finalizada la temporada».

Encima de la mesa estará la renegociación de la situación económica de los colegiados de Primera y Segunda división. En el caso del árbitro de Primera actualmente está en torno a los 300.000 euros anuales y 140.000 en el caso de un colegiado de Segunda. 

El acuerdo comprende al árbitro, asistente y cuerpo específico de VAR

El global de base del que parte este acuerdo firmado hace ahora poco más de cuatro años para el sueldo global de los árbitros, asistentes, cuartos árbitros y delegados arbitrales partía de 15.342.729 millones de euros en las dos categorías. Cantidad a la que se le ha ido aplicando en los años posteriores la correspondiente subida del IPC. A esta cantidad hay que sumar los árbitros del cuerpo específico de VAR, que perciben un sueldo total próximo en la presente temporada a los 62.500 euros al año repartidos en diez mensualidades de 6.250 euros. Arrancó con 50.000 euros en diez mensualidades, a lo que se la ha ido aplicando una subida del 5% en cada una de las temporadas. Sueldo para el cuerpo específico de VAR que, como fija el mismo documento, no puede estar formado por más de cinco árbitros. Algo que ya sucede en la actual campaña 2022-2023.

En cuanto al VAR conviene saber que un colegiado de campo de Primera división que realice estas funciones percibe en torno a 2.250 euros por partido y 1.060 cuando es un asistente. En el caso de segunda son 1.125 euros para el colegiado y 500 para el asistente.

El acuerdo también incluye los gastos destinados a manutención y dietas tanto del equipo arbitral como del VAR y AVAR de ambas categorías. Gastos cifrados entonces en 2.106.849, al que se la ido aplicando también el correspondiente 5% en las sucesivas campañas. Cifras similares en lo que respecta a desplazamientos y dietas, donde se fijó una base de 3.879.737 euros al que se le ha ido aplicando el IPC correspondiente.

A esto se suma los gastos de los cursos, la cantidad destinada a la estructura soporte de proyecto CTA- VAR.

En el documento, de 11 páginas, quedan recogidas también las partidas para el fondo de maniobra (en torno a unos 150.000 euros), la seguridad social que asume La Liga bajo la base de 1.950.000 euros.

Todas estas partidas son las que tendrán que volver a tratar en los próximos meses ambas partes para que la próxima temporada arranque con un nuevo acuerdo donde se cuantifiquen los salarios arbitrales para los próximos años de los colegiados y asistentes del fútbol profesional, como de aquellos que actúen como VAR y AVAR. 

Una profesionalización exitosa para los colegiados

Un acuerdo que, sumado con el contrato profesional que ya tiene el estamento arbitral desde hace dos temporadas, ha repercutido en los éxitos del arbitraje español. Diez son los árbitros internacionales españoles que cuentan con la deseada escarapela FIFA. Aquí Mateu Lahoz aparece como la cabeza más visible, ya que ha pitado una final de la Liga de Campeones, además de ser el elegido para representar al arbitraje español en el próximo Mundial de Qatar. El resto de colegiados, empezando por el madrileño Carlos del Cerro, son designados de manera habitual para las grandes competiciones de clubes de la UEFA. Además, cuatro de los cinco miembros del cuerpo específico de VAR cuentan con la escarapela de internacional, estando presentes en grandes citas como los Juegos Olímpicos, mundiales de categorías inferiores, etc.

Lejos quedan aquellos años donde los árbitros estaban obligados a tener que compaginar su actividad arbitral con una profesión fuera del ámbito del fútbol. Situación que tantas veces se criticó. Este convenio que ahora toca a su fin fue un salto capital en el mundo del arbitraje porque permitió ‘profesionalizar’ la actividad arbitral equiparándola al resto de actores de este mundo. Pese a la demagogia existente sobre sus supuestos sueldos tan elevados, sus números siguen estando lejos de las cantidades que cobran los futbolistas o el resto de participantes. Ahora LFP y RFEF deben sentarse bajo un escenario de enfrentamiento total entre ambas instituciones. No deberían ser los árbitros quienes paguen esta situación.

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